///Ichigo///
Calor libertino, aire perfumado e incierto y un salvaje latido de corazón es lo único que mis sentidos alcanzan a percibir aquí a mitad del majestuoso desierto rojo. Jamás había visto nada igual y menos, porque contra la luz de la luna, es como si nos encontráramos zarpando entre un extenso mar de rubíes preciosos y resplandecientes con dunas tan altas que parecieran olas.
'¿Estás cansado mi cielo?'
Una voz dentro de mi cabeza resuena, pero sé que es mi alfa que se comunica conmigo. El hombre que una vez más me robó el aliento al mostrarme cómo es capaz de transformarse totalmente en una gigantesca pantera con pelaje de diamante, extremidades de ónix y ojos de zafiro celestial.
Grimmjow pensó que llegaríamos más rápido si adoptaba su forma animal, por lo que a los dos días de recorrido tomamos del caballo las provisiones necesarias y él se transformó. Hoy se cumple una semana desde que emprendimos el viaje y si no mal entiendo estamos próximos a llegar al oasis de los dioses. Esas tierras míticas que son dignas de adoración y temor por igual.
Cuando era un niño mi padre me prometió que algún día me traería, pero parece ser que fue mi marido el que lo hará. Y nada menos que por esta extraña, supuestamente poderosa y mítica espada que quiere regalarme. La verdad es que no he preguntado mucho al respecto y él tampoco ha querido decirme más, por lo que tendré que esperar un poco más por respuestas.
Por ahora me aferro a él, inclinándome y rozando mi nariz contra su terso pelaje a la vez que acaricio sus afelpadas y delicadas orejas.
'Nos detendremos ahí adelante para que descanses'.
A varios metros al frente, entre la oscuridad, se vislumbra un diminuto asentamiento con vegetación, palmeras y un pozo de agua, donde Grimmjow se detiene y espera a que me baje con sumo cuidado de su lomo. Ya de pie, me estiro y camino descalzo y torpe por tantas horas de viaje, sobre la arena que pareciera seda por lo suave que es.
Me recargo en el borde del pozo de piedra blanca, asomándome y observando que el agua clara refleja sobre superficie la bella luz de la luna. Y más ahora que Grimmjow ha encendido a mis espaldas, una pequeña lámpara de aceite para alumbrar la noche.
Brinco del susto y giro al recibir una nalgada por nadie menos que mi alfa, el cual me sonríe tan intrépido como de costumbre y mostrándome su brutal y delicioso cuerpo desnudo, ya que ha vuelto a su forma humana. Bueno, en su mayoría, su cabello largo, garras y cola que se agita en el aire y con la que me ha pegado siguen presentes.
—Tu belleza jamás deja de sorprenderme mi vida, mírate, el más hermoso de los diamantes embelleciendo al desierto y a la luna con su mera presencia. —Mi alfa me susurra al oído mientras me abraza pegando mi espalda contra su pecho y rodea mi cintura con sus fuertes brazos al igual que uno de mis muslos con su larga cola. Sonrío ante el cumplido, recargándome en él y disfrutando sus pequeños besos sobre mis hombros.
—Alfa...—Un ronco gemido se escapa de mis labios al sentir sus garras filosas estrujar tenuemente el interior de mis muslos mientras yo restriego insistente mi trasero contra él.
—No me provoques mucho mi pequeño cachorro, necesitamos llegar pronto y si te hago el amor en este momento no pararé hasta la próxima luna llena. —Amenaza candente y haciéndome sonreír.
—Solo necesitas subir mi túnica un poco y puedes tomarme todo cuanto quieras alfa. —Digo travieso y girando para verlo por encima de mi hombro; despegándome y recargándome una vez más en el borde del pozo a la vez que saco un poco mis caderas y las muevo tentándolo.
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Pantera (Omegaverso/GrimmIchi)
FanfictionGrimmjow, mejor conocido como el rey pantera, ha viajado por seis días y seis noches atravesando el desierto en búsqueda de su futuro esposo. Sin embargo no está muy feliz con la idea de un matrimonio arreglado, ya que él sabe que cada alfa tiene un...