Pantera (Omegaverso/GrimmIchi)

Bestia salvaje

////Grimmjow////

Calor asfixiante y sudor perfumado, en compañía de dulce líquido me embriagan la mente, el alma y el corazón. Pero aunque lo odie no me queda más que despegarme, apenas por segundos, porque de inmediato mi omega abraza mi cintura con sus piernas y se aferra a mi cuello conduciéndome de nuevo a mi más deliciosa perdición. Sus labios.

Nos besamos con locura destellante, pasión incandescente y mucha lujuria mientras yo me fricciono contra su perfecto cuerpo desnudo aquí en nuestro nido. Ichigo me acaricia y rasguña la espalda y la nuca, jadeando entre besos mientras me muestra ese rostro erótico, perdido y sonriente, que me dice cuan alto se encuentra por las nubes. Vamos mi cielo, tengo que irme ya es hora.

-Aún no alfa.

Mi travieso omega me lo dice con un tono lascivo, a la vez que succiona mi lengua y me muerde los labios sacándome un ronco gemido. Quiero cogérmelo, dejarlo bien suelto, para luego anudarlo y llenarlo con mi semen ardiente hasta verlo rebosante, pero no puedo. Por lo que me despego aun a ronroneos y protestas.

-Alfa...

Es hora mi pequeño cachorro. Así que ven, que eres el omega del rey y me debes ayudar a prepararme para la batalla. Mi omega aun a refunfuños adorables se levanta, se acomoda su precioso cabello alborotado y se coloca una obscena bata transparente, que se deja abierta y que claramente no le cubre nada para mi mero deleite y placer.

Ichigo se abraza a mí mientras ambos observamos mi armadura que me fue traída anoche desde el salón real, ahora brillando a contra luz con los cálidos rayos del sol que se cuelan desde el balcón. Fue de mis ancestros, un día del abuelo, mi padre y ahora totalmente mía. De todos aquellos que han sido conocidos como el rey pantera.

Suspiro y finalmente después de enjuagarme el rostro y demás comienzo a colocármela con ayuda de mi omega que se asegura de ajustármela bien.

-Creí que el rey pantera saldría directamente a pelear.

El rey pantera siempre debe permanecer dormido, a menos que sea totalmente necesario que salga. Entre menos tiempo pase fuera mejor. Ichigo asiente comprendiendo mientras me coloca mis protectores para los brazos, todos de un bello color plateado con detalles azules.

-Hay una leyenda que te envuelve Grimmjow, por todo el país del agua se dice que nadie jamás ha logrado herirte de gravedad. Te han hecho rasguños y quizás algún corte leve, pero nadie ha podido lastimarte más allá. Dicen que es imposible. Que nadie puede contra ti, que eres invencible. Inclusive cuando peleaste con Yhwach, por más que se arrojó contra ti nunca derramaste ni una sola gota de sangre.

Me rio ante eso, simplemente revolviéndole el cabello. Si fuera realmente invencible o intocable como lo suponen, ni siquiera me molestaría en ponerme una armadura Ichigo. El rey pantera es parte de mí, pero aun así tengo límites. Mi omega me mira con una sonrisa cínica y perspicaz que me provoca lo mismo. Ichigo se abraza a mi cuello, negando y acercándose para susurrarme contra los labios.

-Mentiroso. Sé lo que eres. Podrías hacer que todo ese ejército enemigo allá afuera se arrodillará ante ti con solo tu presencia, pero en cambio vas a pelear. No porque sea necesario, pero porque te gusta hacerlo. Eres un alfa Grimmjow. Tú y el rey pantera son destrucción pura. Tu gloria siempre estará al lado derecho de tu muerte, y eso es lo que te impulsa a seguir.