Pantera (Omegaverso/GrimmIchi)

Divina locura

////Grimmjow////

Chocolate intenso, vainilla juguetona y fresa silvestre, es el aroma que se ha impregnado en la habitación que comparto con Ichigo. Por supuesto cortesía de la deliciosa esencia que mi omega desprende día y noche cuando está aquí. Y aun ahora que no lo está, su rastro se ha quedado.

Suspiro pensando en cuanto maldita sea lo necesito. Necesito besarlo, abrazarlo, estrecharlo entre mis brazos, morderle el cuello, acariciar su precioso cuerpo y finalmente dejar que la lujuria nos consuma, hasta terminar follando como nada menos que un par de animales que se aman y necesitan por mero instinto.

Deseo anudarlo y llenarlo con mi semen ardiente hasta verlo rebosante con muchos más cachorros. Lo extraño, lo pienso, lo anhelo, lo necesito e imploro. Gruño por ese pensamiento, no sin soltar un golpe en una de las malditas columnas del balcón.

Al instante me maldigo mentalmente al escuchar unos suspiros y tiernos rugiditos a mis espaldas. Giro acercándome al nido, donde veo a mis panteritas enroscadas uno encima del otro ahora bien dormidos y abrazados como los preciosos bebés que son. Después de todo ya ha anochecido y cayeron rendidos debido a que jugaron por horas desde temprano. Sonrío besándolos y acariciando sus adorables rostros viéndolos sonreír aun entre sueños.

Mis más grandes amores, mis fuertes alfas, la luz de mi vida. Como quisiera poder protegerlos por siempre junto a su madre y sus hermanos en camino. Mis cachorritos se estiran y ronronean sin despertarse, pero a la vez enterneciéndome el corazón. Antes de ellos e Ichigo, yo no era nada más que una bestia sola y sin sentido. Y ahora el sol, la luna y el universo entero me pertenecen.

-Su majestad, espero no importunar.

Volteo viendo que Starrk se asoma por la puerta. Pasa. Mi gran amigo y consejero entra mientras yo me despego del nido y camino hacia el balcón. Con cada paso que doy se escucha cada vez más claro el alboroto de mi gente y el resonar de los instrumentos tribales que tocan una sinfonía que grita pasión, calidez, desierto y belleza. Atributos dignos del país del agua.

-Todo marcha de maravilla y los preparativos están listos para dar inicio cuando lo indique. Ya solo lo estamos esperando a usted su alteza.

¿Ichigo?

-Está con los demás omegas listo para servirle.

¿Hay comida y bebida para todos?

-Y de sobra.

¿Alfas y betas que resguarden el orden por toda la ciudadela?

-Definitivamente.

Quiero que cada alfa, beta y omega más todos los cachorros disfruten de esto. No quiero accidentes. No quiero errores. Solo quiero verlos a todos felices. Este es un día glorioso para el país del agua Starrk.

-Todos estarán felices una vez que los deslumbre con su presencia su alteza. Ya no pueden esperar por ver a su ídolo. Al alfa rey.

Sonrío alegre y acomodándome mis finas ropas, para una vez más entrar a mi habitación y verme en el espejo gruñendo ya que olvidé algo. Starrk navaja.

-Opino que se ve bien su alteza.

Opinas un carajo. Maldito sea el rey pantera una y mil veces.

-Es curioso que se maldiga así mismo.

Le gruño a Starrk que me lo dice burlón, a la vez que tomo varios mechones de mi absurdamente largo cabello para cortarlos con una navaja. Cae uno a uno al piso hasta que consigo cortar lo más estorboso.