Regresé a la casona cerca del mediodía. En el camino de vuelta me distraje creando hierbas medicinales para las rozaduras y arañazos en la piel, también reuní algunas setas para Cecilia.
Me sacudí el polvo de los zapatos en la entrada escuchando la charla animada de las chicas en la cocina. Inconscientemente había extrañado ese sonido y ahora me sentía como si estuviese de vuelta en una especie de hogar.
–Buen día, chicas –saludé dejando la cesta con las setas y las hierbas en la encimera antes de tomar asiento junto a Alisha.
–Nos diste un susto de muerte, te buscamos por todos lados –comentó Alisha cuando el coro en respuesta a mi saludo se acalló –. La siguiente noche después de tu desaparición el Capitán Chataan regresó de donde sea que hayan ido, cuando vió que no estabas y nadie sabía de tú paradero enseguida ordenó buscarte.
Un latido traicionero apretó mi pecho ante la mención del Capitán pero me obligué a ignorarlo. Recordándome mis nuevas circunstancias.
–Lo lamento, estaba muerta de miedo y no me fijé hacia donde iba –susurro tomando un panecillo y pellizcando una porción para llevarlo a mi boca y mantenerla ocupada.
–¡Muchachas, traigo noticias! –exclamó la Señora Marjorie entrando a la estancia con su apresurado taconeo –. Parecer ser que ayer los guarda fronteras tuvieron un encontronazo con los soldados mystirnianos. No hay heridos, aún así con lo que ha pasado recientemente con Sara debemos ser precavidas. ¡No habrá más viajes a la aldea hasta nuevo aviso!
Con una palmada selló su decreto y aunque hubieron un par de caras decepcionadas todas asentimos conforme con la medida de seguridad.
Las noticias de la frontera finalmente habían llegado, sumado a la historia de la infiltración de guardias mystirnianos, de seguro estarían patrullando la zona constantemente por lo que sería difícil encontrar el momento correcto para informar. Lo que a su vez me daría más tiempo para pensar en un plan de cómo sacar a mi familia de Palacio sin tener que conseguir información constantemente.
De momento no tenía ni la más remota idea de cómo llevaría a cabo tal hazaña pero estaba segura de que una vez sacase a mi familia de debajo de las garras del Rey Kallan yo también tendría que desaparecer del mapa, posiblemente todos tendríamos que adoptar nuevas identidades para no ser encontrados. Extrañaría mi hogar, el reino de arroyos donde estaba nuestra casita, la Academia. La imagen de Ria vino a mi mente, ni siquiera la puede visitar en la última ocasión, echaba de menos hablar con ella sobre cualquier tema excepto esta horrorosa guerra que me mantenía alejada de todo lo que había conocido en mi vida.
A veces olvidaba todos esos lazos aferrados a mí corazón como raíces, sin embargo allí estaban, firmemente arraigados.
La ola de nostalgia me golpeó repentinamente con tal fuerza que no pude evitar que el llanto mojara mis ojos. Apresuradamente me limpié las lágrimas, pero Alisha notó el movimiento y de seguro culpando a otras razones rodeó mis hombros con un abrazo de consuelo que no sabía que necesitaba o si merecía pero que sin embargo estaba recibiendo y logró calmar el huracán de emociones que se desataba en mi interior.
Se me permitió descansar toda la tarde, lo cual agradecí y aproveché al máximo para recuperarme del viaje. Dormí como una roca hasta la hora de la cena cuando Alisha me despertó y luego del baño seguí mi rutina habitual de preparame para la presentación de la noche.
O ese habría sido el plan de no haberme encontrado con Leonora en la pequeña habitación que hacía de vestuario.
–La Señora Marjorie me ha ordenado encargarme de la presentación de esta noche para que puedas descansar –dijo apenas dedicándome un ojeada antes de continuar difuminando las sombras oscuras sobre sus párpados.
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El Legado Perdido
FantasiEl estallido de la guerra en Mystir es un evento que marca un antes y un después para Siara Farrah. Repentinamente su casa, su familia y todo lo que conoce se ve amenazado por las atrocidades del Reino de Ardiente. Abandona su sueño y entrena infi...