Pensé que el príncipe me enseñaría directamente como utilizar mis habilidades para la lucha, sin embargo afirmó que primero debía fortalecer mi cuerpo si quería fortalecer mi poder.
– Debes entrenar para aumentar tu resistencia, la energía de las habilidades se agota al igual que tú cuerpo se cansa luego de haber estado ejercitándose –dijo. –Tu energía elemental está relacionada con tu fuerza física aunque pueda parecer que ambas fluyen por separado. Por eso cuando estás agotado o herido, tus habilidades se debilitan, no importa que tan poderosa seas.
Luego de eso solo puedo decir que el siguiente mes fue el más agotador que recuerdo haber tenido nunca. Comencé a correr todas las mañanas antes del entrenamiento, despierta antes de que el Sol saliera y estaba de vuelta después de que se ocultase. Todos los días me hacía nadar de un lado al otro del lago hasta que mis músculos se rendían, entonces tomaba un descanso para comer el sándwich que Ria había encargado me entregaran cada mañana y luego era el momento de entrenar combate cuerpo a cuerpo. Había memorizado los movimientos básicos relativamente rápido pero en un par de semanas no podía afirmar que estaba ni siquiera cerca de dominarlos, aunque la flexibilidad, estabilidad y conciencia del espacio que poseía del ballet fueron de gran ayuda en un inicio.
A la tercera semana Ria se unía a mí en las tardes para enseñarme bailes antiguos de los Elementales del Agua. Caín había mencionado que estos bailes en un principio se habían creado para canalizar y movilizar la energía a través del cuerpo y los sentidos. Así que cuando se lo comenté a mi mejor amiga insistió en unirse en las tardes luego de ayudar a su madre en las labores del templo para ayudarme con los bailes.
Los movimientos lentos y precisos, no eran técnicamente difíciles de ejecutar después de tantos años en la academia pero canalizar la energía a través de estos se volvió una misión imposible. Ria y Caín –este último notablemente menos paciente –siguieron explicando el principio de las técnicas hasta que llegue a la conclusión de que la energía de mi elemento era diferente.
Después del baile tocaba volver a la residencia Waterwall. Cómo el resto de los refugiados tocaba ayudar en las labores de la Casa o el Templo para colaborar, por lo que después de la cena iba directamente a las cocinas y ayudaba a servir a los demás, lavar la vajilla y limpiar la cocina en todo lo posible como compensación por pasar el resto del día afuera. Un baño más tarde, subía al tabloncillo privado de Ria para una sesión de dos horas y media de meditación, se suponía que me ayudaría a disminuir la agitación después de toda la tarde canalizando la energía, Ria se unía a mí en esos ratos también, a veces leía un libro o meditaba a mi lado, pero aún así pasaba que en ocasiones no lo conseguía así que como resultado bajaba a la huerta detrás de la cocina y dejaba fluir mis habilidades en las diferentes hierbas y verduras de allí para liberarme.
Esto me traía como recompensa unos bollos dulces por la mañana de parte de un muy agradecido cocinero, así que el sacrificio no era mucho.
Después de eso pasaba a ver mi familia antes de ir a dormir y al siguiente día todo de vuelta al inicio.
Para el cuarto día del segundo mes, Caín llegó a la hora habitual mientras me recuperaba de la cartera mañanera. Noté que esta vez llevaba su largo cabello lacio atado en la nuca, pantalones, botas altas y una simple túnica blanca. En comparación con los atuendos mucho más elegantes que había estado usando en nuestros encuentros anteriores, lucía casi normal. Aquel cambio me animó, finalmente parecía que iba a empezar a entrenar técnicas de combate. Lo cual era bueno, la guerra había seguido avanzando mientras entrenaba a escondidas. No habían vuelto a atacar dentro del pueblo pero si volvían soldados heridos todo el tiempo, las enfermerías y casas de sanadores nunca estaban vacías y el reclutamiento no se detenía, llegaban más y más jóvenes desde otras aldeas y pueblos del reino para alinearse a las tropas y ser llevados hacia la Academia de Combate.
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El Legado Perdido
FantasyEl estallido de la guerra en Mystir es un evento que marca un antes y un después para Siara Farrah. Repentinamente su casa, su familia y todo lo que conoce se ve amenazado por las atrocidades del Reino de Ardiente. Abandona su sueño y entrena infi...