Fake Love : K-Pop romance [versión español]

Capítulo 5.1

Tomé una gran respiración antes de cerrar mi casillero y darme la vuelta. La sección mixta del vestuario estaba llena de empleados que se preparaban para tomar sus puestos. Era como un hormiguero. No hacía calor, más bien todo lo contrario, pero evidentemente, todos estaban acostumbrados.

Cuando mi mirada se posó delante de mí, noté que los tres miembros de mi equipo me miraban de una forma extraña. Había sido ingenua al pensar que nadie vería los artículos de prensa. Ni Recursos Humanos ni el personal habían hecho la conexión entre la chica misteriosa y yo, en el restaurante anoche con Eliel. Nadie, excepto... mi equipo. Los cuatro esperamos sin decir palabra hasta que el vestuario quedó vacío. En cuanto la puerta se cerró detrás de la última empleada, Becky, Emil y Alan se abalanzaron sobre mí.

—¿Así que eres tú de quien hablan todos en la prensa rosa esta mañana? —preguntó Becky, emocionada.

—El personal dice que esa persona es una de las estrellas más grandes de Corea. ¡Eliel, verdad? —inquirió Alan.

Cada vez más cerca de mí, retrocedí hasta que mi espalda golpeó contra mi casillero. Forcé una sonrisa.

—Bueno... hago todo lo posible para mantener mi relación en secreto —dije con un tono evasivo—. ¿Cómo supieron que era yo?

—Los artículos mencionan tu nombre —respondió Alan—. Solo conocemos a una Bora.

Becky añadió:

—A diferencia de las otras empleadas, pasamos tiempo contigo ayer. Así que pudimos reconocerte.

Emil sacudió la cabeza con aire preocupado:

—Cuidado, las noticias corren rápido. Pronto todos harán la conexión entre tú y la chica en sus brazos, ese ídolo.

En sus brazos... Con las orejas rojas de vergüenza, me obligué a responder en tono de broma:

—Entonces tendré que pensar en romper para no comprometer mi carrera de mucama.

—¡Queremos saber! —exclamó Becky, interesada.

Aún atrapada contra el casillero, tartamudeé:

—¿Saber qué?

—¿Cómo conociste a esa estrella de K-Pop? —respondió Alan—. Es decir, no es algo común. Por lo general, las estrellas salen con otras estrellas.

Emil asintió. Me desplacé hacia la derecha y luego me deslicé detrás de ellos.

—Bien, más tarde. ¡Nuestros jefes de equipo nos esperan! —declaré, dirigiéndome hacia la puerta.

A pesar de sus protestas, seguí mi camino.

Demasiado ansiosos por obtener información sobre mi relación con Eliel, los miembros de mi equipo no permitieron que el silencio se instalara ni un instante mientras subíamos a los últimos pisos del hotel. Pasé diez minutos difíciles explicándoles que conocía a esa persona desde los tiempos de la escuela, que nos conocíamos de toda la vida. Nuestra relación amistosa se había transformado con los años en sentimientos más fuertes. Me había aprendido el discurso de la señora Han y la señora Lee de memoria. Y había funcionado. Mi historia parecía satisfacer temporalmente su curiosidad.

Las puertas del ascensor se abrieron al inmenso pasillo de diseño sobrio pero lujoso. Seguí a mis tres colegas fuera de la cabina y pisé la alfombra roja hasta la suite 126-12, donde nos esperaban Hoshi e Innae, nuestros jefes de equipo.