Tom's Pov
El agua recorriendo mi cuerpo se sentía tan ajena a lo que recordaba, tan gélida cuando entraba en contacto con mi piel, tanto que sentía como cada vez que las gotas tocaban mi cuerpo me hacían moratones. Cada gota dolía al chocar conmigo y esto antes no era así, no entendía por qué. Seguro sería porque llevaba ya muchos días sin pararme debajo de una ducha, seguro las gotas ya no caían sobre mi cuerpo así.
No le presté más atención al asunto y seguí duchándome, fue un baño corto, quería estar listo para cuando Bill regresara. Al salir de la ducha vi un estante lleno de ropa, toda era exactamente igual. Supongo que esa era la única ropa que podía usar estando aquí, no era fea, solo no era mi estilo. Era un juego de sudadera y pants negro, con una camiseta blanca de canalé, de esas que quedan ceñidas al cuerpo. Esas las solía usar de vez en cuando para estar en casa, así que estaría bien. Todo me quedaba bailando y eso que eran de una talla bastante pequeña, seguro había perdido peso estando aquí.
Lo primero que haría, después de follar con Bill, sería meterme al gimnasio.
Me puse la ropa y me paré frente al espejo, pude notar que ya no llevaba trenzas, mis rastas habían vuelto, pero esta vez de un color negro noche y más sueltas por la parte de arriba, esto habría que arreglarlo, así parecía que estaban más despeinadas. En fin, nada que una pañoleta no pueda resolver. Busqué por todas partes, pero no encontré una. Lo más parecido que encontré fue una liga para el cabello color rosa, seguro ha de ser de la pequeña de Georg. La tomé sin más y me recogí las rastas en la coleta, como en un moño, no sabía cómo clasificar esta maraña que llevaba en la cabeza, aún así, me veía realmente bien.
Estaba listo, decente, para ser honestos. Después del baño me sentía mejor, con las manos limpias y las piernas más espabiladas, incluso podía caminar mejor. Correr ya sería otra historia, pero por ahora me bastaba con poder caminar solo.
Salí de la habitación y estaba vacía, agradecí un poco la intimidad que me daban, aún no me acostumbraba mucho a todo esto, me sentía como si solo fuera un cuerpo volando, flotando en esta realidad tan desconocida para mi que el estar solo me daba la oportunidad para poder pensar un poco mejor las cosas.
De repente un trueno me sacó de mis pensamientos, haciendo que me sobresaltara y pegara un bote que me había hecho crujir todos los huesos. Joder, eso se había sentido tan bien, era como si mi cuerpo se estuviera desepertando junto con mi conciencia. Me sentía bien, animado y con unas enormes ansias por ver a Bill. Fue ahí cuando recordé que pronto estaría de vuelta, recordaba que justo a la media noche ya estaría aquí, así que me fijé en el reloj de pared, justo indicaba la media noche. Me empecé a sentir nervioso, impaciente y lleno de energía.
¿Por qué tardas tanto, Billy?.
El corazón me empezó a latir a mil por hora cuando pude ver que alguien intentaba abrir la puerta.
¿Sería Bill?.
Dios mío, me sentía como cuando eres adolescente y la persona que te gusta aparece en tu salón. Mi respiración fue más acelerada y las manos me sudaban a mares, pero todos esos síntomas de lo que podría ser un ataque de nervios desaparecieron cuando una mata de pelo rubia entró por la puerta.
- ¿Tom?, ¿cómo te encuentras?.
- Estoy bien, gracias. ¿Sabes si Bill ha llegado? - No me molesté en ocultar mi impaciencia por verle, así sin vergüenza alguna, se lo pregunté.
- No debe tardar, ¿por qué no le esperas en la sala de estar de la entrada?. Será lo primero que vea cuando entre al hospital.
Le sonreí por la amabilidad y con algo de esfuerzo me levanté y caminé junto con Natalie hacia la sala de espera. Tomamos asiento y conversamos un poco. Al parecer Bill y ella habían pasado mucho tiempo juntos porque parecía saber muchas cosas sobre mí, sobre Bill y sobre nuestra relación.
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For your hate
FanfictionMi corazón no para de buscarte. Segunda temporada de "For your love". Historia original escrita por Sophie ag.