Capítulo 5

221 20 25
                                    

Tom's Pov

- ¿Estás bien?, ¿Tom? - ¿Tom...?. ¿Quién me habla?.

No podía abrir los ojos por completo, los párpados me pesaban y la verdad, no tenía motivos para despertar. A nadie le importaría si yo dormía hasta morirme, ¿no?.

- ¿Tom?

No tenía idea de quién era la persona que decía mi nombre, esa voz no me era familiar en lo absoluto, así que por pura curiosidad abrí los ojos.

Una chica rubia pasaba su mano por enfrente de mi cara como tratando de llamar mi atención. No la conocía de nada, pero si pude recordarla, era la tía del tren.

- ¿Estás bien?. Te has pegado una tremenda hostia en la cabeza.

- ¿Có-cómo? - Pregunté sin recordar nada.

En ese preciso momento un dolor punzante atravesó el costado de mi cabeza, provocando un dolor agudo y constante. Ahora ya le creía que me había pegado en la cabeza, pero a decir verdad no recordaba mayor cosa. Lo único que resonaba en mi cabeza era... Bill.

Un sentimiento de ira y tristeza me invadió el corazón, como si haber visto a Bill hubiera hecho estragos en mi corazón. Al parecer, verle así ha despertado una parte de mí que empezaba a desaparecer y otra, la parte que lo deseaba, se quedó en silencio.

Nos ha olvidado.

Eso fue lo último que escuché de esa jodida voz en mi cabeza. ¿Al fin se habrá dado por vencida?.

- De pronto te tomaste la cabeza, parecías mareado y caíste como alma que se la lleva el diablo. El golpe se escuchó hasta América, eso seguro.

La tía mona pasaba una de sus manos por mi frente, acariciándome como si de algo me conociera, como si se sintiera cómoda con mi tacto. Algo que había dejado de experimentar hacía ya mucho tiempo.

- ¿Cómo sabes mi nombre?

- Oh... lo vi en tu identificación.

- Vale... ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? - Pregunté con algo de miedo.

- Una hora... y... ¿quién es Bill?.

- ¿Bi-Bill?, ¿Cómo sabes sobre él?

- Le llamaste inconsciente un par de veces... yo tengo un amigo llamado Bill, a lo mejor y...

- Oh... no, no es nadie - No la dejé terminar lo que empezaba a decir.

Ahora empezaba a creer que todo había sido un sueño... Bill, ese chico, nunca hablamos, solo lo imaginé. ¿En verdad no lo había visto en la estación de tren?. No estaba del todo seguro, con eso de que tiendo a olvidar las cosas no sabía si en realidad había visto a Bill hoy y la jodida voz que siempre abogaba por él no decía nada. No me ayudaba a identificar la realidad.

Eso podría ser una pista, esa voz podría haber desaparecido porque vi a Bill con otro, ¿sería ese el caso?. ¿La solución había sido tan fácil?. ¿Ya no tendría que escucharle más?. Si yo no creía de verdad que Bill y yo habíamos tenido una relación ¿por qué sentía que esto me afectaba de sobre manera?. Me empezaba a dar pavor el pensar que de verdad estuve enamorado de él, aunque a decir verdad, solo eso podría explicar todo este remolino de sentimientos que tengo dentro, solo eso.

Tanto pensar y pensar hizo que me doliera más la cabeza. Me llevé una mano a la frente y restregué mis ojos. El dolor no disminuye y yo me empiezo a poner aún más nervioso por no saber dónde estoy.

- ¿Dónde estamos?.

- Aún en la estación de trenes, en la enfermería. Él te trajo hasta aquí - señaló a una esquina del lugar.

For your hateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora