For your hate

Capítulo 12

Bill's Pov

No sé si todo lo que ocurra a partir de ahora será para bien, o solo serán consecuencias negativas, las cuales no servirán para absolutamente nada, pero empezaba a desesperarme. Tanto que, acceder a cualquier idea loca de las que Nick proponía, ya no me parecía tan descabellado como antes. Si esta era mi última oportunidad la tomaría, no me importaban los riesgos, ni siquiera mi vida, que seguramente, correría peligro.

Nunca quise acceder a lo que Nick me pedía, me parecía que llegar a esos límites era jugar sucio con la mente de Tom, pero ahora, después de que había intentado matarse, todo había cambiado para mi.

No me podía permitir que se alejara más, no me podía permitir que en un arranque de frustración acabase con su vida, porque automáticamente acabaría con la mía. No me podía permitir perderlo aún más.

Por eso accedí a esta locura.

- ¿Estás seguro de esto, Nick? - Si todo salía como planeábamos, Tom podría ser capaz hasta de arrancarle la cabeza, estaba seguro de eso, o al menos, eso deseaba. No en sentido literal, porque aunque Nick estuviera equivocado en muchas cosas, no quería que le hiciera daño.

Aún así, si Tom reaccionaba, todo habría valido la pena.

- Sí, Bill. Estoy seguro - Dijo con los ojos húmedos.

- Vale... entonces, grítame - Pedí casi susurrando - Sabes que no podía irme, Tom...

- Tom, Tom, Tom. Todo para ti se trata de Tom. ¿Y yo qué?, ¿eh?. Porque hasta donde yo recuerdo, tú novio, ¡SOY YO!. Él ya no lo es, Bill - Desvié mi vista hacia la casa.

Tom estaba en la cocina, podía verle. Él no sabe que, aunque no se vea nada de adentro hacia afuera, si que desde aquí se puede ver todo lo que ocurre en el interior. Hice una seña con mi mano, moví dos de mis dedos hacia la derecha, justo como habíamos acordado Nick y yo. Esa señal quería decir que Tom mostraba interés en saber qué pasaba con nosotros.

Justo como predijo el Dr. Él sabía que Tom querría saber el por qué de los gritos entre ambos.

Seguimos el hilo de la conversación, tratando de captar aún más la atención de Tom, a quién podía ver espiandonos desde la ventanilla rota de la cocina. No haberla arreglado del todo fue a propósito, pero Tom, al parecer, no se había dado cuenta de absolutamente nada. Todo lo planeado iba como sobre ruedas.

- Oh... ¿Por qué no me lo habías dicho, Bill?. ¿Por qué me ocultas las cosas?, ¿eh?.

- Nicholas, suéltame.

Esto tenía que verse tan real como fuera posible. Si algo haría que mi Tom regresara sería esto.

Necesitaba traer de vuelta al Tom que se volvía loco cuando algún chico me gritaba obscenidades por la calle, el mismo que, después de infundir miedo en esa persona, me tomaba por la cintura y me besaba, y me repetía lo afortunado que era por tenerme. El mismo que me cuidaba de todo, incluso de él mismo.

- Ven, déjame amarte, Bill. Verás que yo puedo amarte mejor de lo que puede cualquiera. Solo tienes que dejarte, darme la oportunidad.

Estar así, aunque sea fingiendo, me traía malos recuerdos. Ya había estado en esta situación antes, las condiciones eran iguales y bastante creíbles. Un chico furioso, otro chico que no corresponde a su amor ni a sus ganas de, básicamente, ser suyo.

- No, por favor no. No lo hagas - Dije con lágrimas cayendo por mi rostro. No me había costado para nada soltar estas lágrimas de mártir. Solo pensaba en que si esto no funcionaba era porque, definitivamente, había perdido a Tom.