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—Me vomitaste en la mano.
—Atsumu nos intentó matar a todos.
—Oikawa se desmayó.
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—Entonces son... nueve a cinco. ¿Cuantas horas son esas?— Preguntó Keiji, Atsumu levantó la mano.
—Una, dos, tres más cinco...— Contó con los dedos, luego estalló en risas y se dejó caer en la mesa del bar.— Diez.
—Entonces... vas, y trabajas esas horas, y luego vuelves a tu casa, y tienes que seguir trabajando, porque aunque no dejaste de trabajar ni un minuto en tu trabajo igual tienes trabajo atrasado.— Continuó explicando Keiji y le hizo una seña a la chica que los atendía para que les trajera otra ronda.— Y esos son los horrores de un nueve a cinco.
—¿Y no hay más trabajos que no sean nueve a cinco?— Interrogó Kenma, la chica trajo cuatro cervezas más y recogió los vasos vacíos de la mesa.
—No a menos de que quieras poner inversiones a mi nombre e invitarme a tus streams.— Kenma se quedó pensando un minuto.
—...No hago tratos borracho. Deberías ir a jugar voley con Atsumu y... Kiyoomi... y...— Dejó de hablar, sin más ideas de personas en el equipo.
—Creo que voy a vomitar.— Se quejó Atsumu.
—Sigues siendo el mismo borracho horrible.— Comentó Kenma riendo y dándole otro sorbo a su cerveza.
—Que malos que son conmigo.— Se quejó en un tono agudo, levantándose de la mesa.— Extraño a Tooru, el no estaría insultándome.
Iwaizumi se levantó de la mesa también, agarrando su cerveza y mirando mal a Atsumu.— ¿De verdad, tú extrañas a Tooru?
—Perdón.
—...Está bien. Está es la última ronda, no voy a aguantarte resacoso, a duras penas te aguanto sobrio.— Se quejó Hajime, Atsumu hizo un puchero.— Agradece que te llevo.
—Literalmente vamos al mismo edificio.
—¿Me llevas?— Preguntó Keiji, Kenma asintió.
—¿Creen que si lo llamo me conteste?— Preguntó Iwaizumi, sus amigos se miraron entre ellos.— Lo extraño tanto que me duele.
—Mierda está tomado.— Se quejó Atsumu, quitándole la cerveza.— Hagamos esto de nuevo después de que ganemos las olimpiadas. Voy a llamar a Tooru.
—¿Para que lo vas a llamar?— Indagó Keiji, Atsumu se encogió de hombros.— No va a contestar.
—Pues le dejo un mensaje.— No hubo tono de llamada, la llamada directamente no entró, presionó la opción de dejar un mensaje.— Es que...— Fue interrumpido a media oración.
—¿Quieres que te ayudemos con Hajime?— Se ofreció Kenma.
—Nah, está bien. ¿Cierto Hajime?— El moreno asintió lentamente.— ¿Estás bien?
—Lo extraño.— Murmuró, restregándose los ojos, se levantó y se estiró.— ¿Vamos?
—Has tomado mucho. No te deberías levantar tan...— Intentó advertir Keiji, pero antes de terminar la oración Iwaizumi salió casi corriendo del bar, vomitando en la acera.
—Veintisiete años tiene la criatura.— Se quejó Atsumu, colgando la llamada, dejando el mensaje incompleto.— Hajime, vamos a ir al apartamento. Después de que te tomes un agua, no te va a recibir el Uber si creen que te puedes vomitar.
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Apartamento 512
FanfictionCuando su padre lo envió al internado de Tokio y lo sacó de su equipo de voleibol, Atsumu estaba seguro de que su vida habia terminado, o así era hasta que conoció a sus compañeros de cuarto; el ruidoso y extrovertido Oikawa Tooru, al cual ya conocí...