Mi Reina (2° libro de la Trilogía Mia)

Sensualidad y liderazgo

Narra Aria.

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Salgo del coche con dolor de cabeza, las migrañas son una mierda.

Me engancho al brazo de mi suegra como una señora y me sonríe.

Para ser lo que es, Elisa tiene una luz que no puedo describir, se parece a mi madre en ese tema, tal vez por eso me llevo tan bien con ella.

Entramos en la primera tienda Dior, la chica nos recibe con una sonrisa, nos muestra todos los vestidos, ninguno me gusta.

Estoy mirando los perfumes mientras Lena y Anya se prueban ropa, hay uno que me encanta que era de mi madre, después de media hora de búsqueda encuentro el perfume.

Salimos de la primera tienda con una mini bolsita con el perfume.

Segunda tienda Gucci, paso de los vestidos que me enseñan, Elisa y yo nos escapamos a mirar las joyas.

El móvil me vibra, es Ares, se supone que debe estar en una reunión.

Quiero ver más números, el gasto que me ha llegado es muy bajo, no te preocupes por el dinero mujer, de eso tengo más que el presidente.

Sonrío y le contesto con un "vale"

–Aria mira –Vuelvo a guardar el móvil y presto atención a mi suegra. –¿A tí te gustaban los anillos?

–Si –Empiezo a mirar los anillos, hay muchos que me gustan, como no puedo elegir, me llevo siete de los que me gustan.

–Perdona –Me llama una chica –¿Eres la novia de Ares Volkov?

–Si.

–Vale pues si necesita ayuda en algo no dudes en llamarme.

–A vale gracias –Digo sonriendo, que momento más incómodo, miro a Elisa y se ríe.

A mí no me hace gracia.

Pasa una hora, Anya ya tiene vestido, nos acercamos a pagar y me dice el precio.

–Seria diez mil seiscientos ochenta euros.

Se me sale el aire de los pulmones, me parta un rayo, y según Ares, eso es barato, paso la tarjeta y la chica sonríe con amabilidad.

Salimos de la tienda y Anya se gira de repente antes de llegar al coche.

–Tengo hambre. –Dice haciendo un puchero.

–Son las ocho y media, vamos a desayunar.

–Aria ¿Te fías de nosotras? –¿A que viene esa pregunta? Que miedo.

–Si –Contesto con desconfianza.

–Te vamos a llevar a una pedazo de cafetería, eso sí es un poco cara, pero hace unos cafés –Se muerde el labio.

–Vale –Digo riendo.

Caminamos por la calle, nos llevamos casi todas las miradas, al principio me siento incómoda, pero me empiezo a acostumbrar y subo la cabeza.

Llegamos a la cafetería que tiene un aire elegante y sofisticado.

Que elegancia la de Francia.

Es lo primero que se me pasa por la cabeza al entrar.

Nos llevan a una mesa y después de pedir nos ponemos a hablar.

–¿Alguien tiene chisme? –Pregunta Lena.

–Na –Digo yo, ahora que lo pienso, esto es muy fuerte, que no tengo chisme, me voy a poner a llorar.

Al final resulta que Elisa nos cuenta que Anton, el amigo alemán de Ares, estaba saliendo con una chica que le ha puesto los cuernos con su primo y que Anton está pensando en matarlos por traición, pero resulta que ella ha pedido ayuda a su padre que es socio de Antón y este le ha dicho que se separen y ya esta, pero como parece ser que a la tía le gusta el drama, se ha escapado junto con su amante y ahora no sabe nadie donde están.