Han ganado una batalla, pero no la guerra. La princesa pronto se convertirá en la reina del infierno, el rey no permitirá que nada ni nadie la dañe y todo aquel que lo intenté deseará no haber nacido, pero si enemigo sigue con vida y él es solo la p...
Me levanto cuando siento que Ares se mueve, me incorporo en la cama y me estiro con una de sus camisas.
Ares me sonríe y besa mis labios, le abrazo con cariño y el en respuesta me sube a su regazo.
–Buenos días Korovela –¿He dicho ya lo caliente que me pone que hable en ruso?
–Buenos días mi chiquitín –Pone una cara de asco de la que me río.
Me pongo boca a abajo tampandome la cabeza con la almohada, tengo demasiado sueño.
Ares besa mis muslos desnudos, levanta la camisa para tener mejor acceso a mi culo, coje mis nalgas y las aprieta seguramente dejando marcados sus dedos.
Me azota varias veces para luego acariciar mi piel.
–¿Te gustan mucho los tangas rojos? –Dice acariciando la tela de encaje.
–Te gustan mas a tí que a mí –Susurro con mi cabeza bajo la almohada.
Sus dientes se clavan en mi nalga derecha, suelto un pequeño chillido, que hijo de su madre, si supiera lo que duele.
Sigue apretando mientras yo gruño, me quito la almohada de la cabeza y le doy con ella.
Se ríe mientras yo me froto el culo,
–Te odio –Me quejo,
"Mentira pedazo de embustera"
–Me amas –Le respondo con un puchero. –Nena hoy empieza la fiesta.
–Me tienes que explicar el plan, quienes vamos a actuar y todo eso.
–Si pero te lo explicaré con todos los demás.
Me levanto de la cama y voy al vestidor, escojo la ropa y me visto mientras Ares me mira, mejor dicho, me admira.
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Salimos los dos de la habitación y yo creía que íbamos a su despacho pero no, bajamos las escaleras y nos metemos por una puerta, caminamos asta el final del pasillo y Ares se aparta.
–Haz los honores –Tecleo el código y pongo mi huella, automáticamente la puerta se abre dejándonos paso.
Es una sala no muy grande pero con una gran mesa en el centro.
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