Narra Aria.
Son las ocho cuando escucho a Ares irse, Drake entra en la habitación.
–¿Me has llamado?
–Si, hoy vamos a ir a un lugar, tu, yo y unos cuantos guardias, se lo voy a contar a Viktor pero Ares no puede saber nada.
–¿Estás segura de que vas a hacer algo sin el consentimiento de Ares?
Me río, pero parece esperar una respuesta clara de mi.
–Yo no necesito el consentimiento de nadie Drake, yo hago lo que quiero, cuando quiero y por qué quiero, y si yo quiero ir a cazar putas, voy a ir, me apoyas o te apartas querido.
Sonríe complacido, casi orgulloso, nunca le he visto sonreírme así, ni siquiera en los entrenamientos.
–Esa es mi chica –Estira el puño, lo choco sonriendo y me voy a la ducha.
–¿Que te quieres poner? –Me grita desde el vestidor –Dios, esto es enorme.
Salgo enrollada en una toalla, hay un vestido encima de la cama, me lo pongo, parece que lo hicieron para mí.
Rojo y de seda con la espalda al aire donde tiene un corset para ajustarlo a tu cintura, es largo con una apertura, no tiene vuelo, es totalmente pegado al cuerpo con un escote en V, miro a Drake impresionada.
–Muy bien –Le felicito.
–¿Que te creías? Tengo una hermana pequeña.
–¿En serio? –Tiene una mini Drake.
–Si, se llama Diana.
–Que bonito, me la tienes que presentar –Sonrie y asiente.
Me entrega unos zapatos negros con la suela roja, me peino, me maquillo y cuando miro el móvil son las nueve, ¿Solo una hora? ¿Que ángel se ha caído del cielo?
Salgo de la habitación y bajo las escaleras, ocho hombres esperaban en la entrada, mi guardia personal, muy majos todos.
Agarro mi pistola y la guardo en el bolso.
Unos aplausos resuenan en el salón, me quedo estática, no puede ser.
Me giro y veo a Elisa y a Viktor, suspiro relajándome, podría haber sido Ares.
–No se lo digas a Ares –Elisa hace como si se cerrara la boca con cremallera, miro a mi suegro, me sonríe orgulloso.
Le devuelvo la sonrisa y me doy la vuelta para irme, salimos de la mansión y el conductor mira el nombre del hotel.
–Siempre quedaban allí –Dice mirándome.
Bueno pues ya no van a quedar nunca más allí.
Llegamos a un hotel alto y luminoso, los hombres salen primero, Drake los ordena rodearme, salgo por la puerta con unas gafas de sol, aunque aquí nunca hace sol, camino con la cabeza en alto, Drake mira a mi alrededor como si contara a personas, el recepcionista nos quiere detener pero Drake se ocupa de el, no le mata tranquilos, que yo os conozco y sois muy sanguinarios.
Miro el numero de la habitación apuntado en un papel, mandé a mis hombres investigar en que habitación se iba a quedar la perra de Daniela.
La puerta sorprendentemente está abierta, entro, se escucha la ducha y luego la voz de Daniela, la habitación es grande, tiene una cama matrimonial, baño y mini bar.
–Vete quitando la ropa mi amor, ahora salgo.
Suspiro calmándome, me siento en el mini sofá que seguramente no va en el puto medio de la habitación, lo habrá movido ella, está justo enfrente de la puerta del baño la cual también está abierta, mando a mis hombres con una seña a apagar la luz y a escondeesrse, Drake se queda junto a la puerta del baño un poco escondido, estoy segura de que cuando salga ni siquiera lo verá.
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Mi Reina (2° libro de la Trilogía Mia)
Roman d'amourHan ganado una batalla, pero no la guerra. La princesa pronto se convertirá en la reina del infierno, el rey no permitirá que nada ni nadie la dañe y todo aquel que lo intenté deseará no haber nacido, pero si enemigo sigue con vida y él es solo la p...