Han ganado una batalla, pero no la guerra. La princesa pronto se convertirá en la reina del infierno, el rey no permitirá que nada ni nadie la dañe y todo aquel que lo intenté deseará no haber nacido, pero si enemigo sigue con vida y él es solo la p...
Miro a un hombre que sostiene una pistola y me apunta.
La mujer está aterrorizada y unas cuantas lágrimas salen de sus ojos, vamos a hacerlo al estilo Apolo.
–Vale me has pillado –Digo relajándome, doy un paso y el se pone más nervioso.
–Quieta ahí perra –Se mueve intranquilo –De rodillas hija de puta.
–Oye quiero hacerlo, de verdad que quiero pero quieta perra, de rodillas hija de puta, aclárate que hago
–Que cierres la puta boca.
–¿Ves? Ese es tu problema, das una orden cuando aún no han acatado la primera, pero tranquilo yo te ayudo a resolverlo –Frunce el ceño confundido.
En un descuido agarro la pistola y le hago una llave, el arma cae al suelo, de un rodillazo quedo inconsciente al tío.
La chica se tapa la boca, la observo y solo entonces me doy cuenta de los moratones que trae.
Me acerco a ella y la quito una lágrima.
–No te voy a hacer daño, pero necesito tu ayuda, ahora tienes que dar una baile ¿Verdad? –Asiente en respuesta.
–Yo saldré por tí ¿Que tengo que hacer?
Me explica todo y me entrega el traje.
–Bien, escúchame, tienes que salir por la puerta de atrás, que está bajando las escaleras a la izquierda y todo recto, yo que tú me ponía lo que tiene el –Señalo al hombre, asiente y empieza a desnudar al hombre.
Yo también me desnudo y me pongo el traje.
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Busco algo para ponerme en la cara y por suerte encuentro un pañuelo rojo translúcido.
Este puto traje no tapa nada.
Escucho la puerta abrirse y entra un guardia.
–Vamos –Dice cortante.
Le sigo por el pasillo, los adornos suenan y mis pies tocan el frió suelo, desde lejos se puede ver lo nerviosa que estoy, aunque según la chica la canción es Saki Saki y me la conozco.
Me abre una puerta y entro a un gran escenario circular blanco que está rodeado de hombres.
Suspiro y me pongo en posición, no tengo muy claro lo que voy a hacer pero tengo que improvisar.
Las luces se encienden, veo de lejos a Ares, a Víktor y a Dante que al verme se giran a mirar a Ares, Apolo quien está repartiendo las copas de impresiona al verme, Alex y César también están.
La música empieza, muevo mis caderas con movimientos cortos y rápidos.
Después los cambio por movimientos más lentos y redondos.
Cuando llega el estribillo, me doblo hacia delante y echo para atrás la cabeza con fuerza, mi pelo choca contra mi espalda.
Vuelvo a relajar mis caderas y hago ondas con ellas, la falda hace que los movimientos se vean más sensuales y algo exagerados.
Subo un brazo mientras bajo el otro, saco la pierna, acompañándola con golpes fuertes de cadera.
Subo los brazos y balanceo mi cadera lentamente mientras bajo asta el suelo.
Me quedo de rodillas, apoyo mis manos en mis tobillos, me levanto un poco y hago ondas con todo mi cuerpo primero sacando mi pecho y metiendo cintura y luego al revés.
Me vuelvo a poner de pie, la canción casi está acabando, muevo mi pelo negro en círculos y termino mirando al frente.
Respiro aceleradamente, los hombres de la sala empiezan a aplaudir, algunos se levantan y otros silvan.
Shaw y Lixon me miran fijamente.
Busco a Ares por la sala, lo encuentro aplaudiendo y sonriéndome.
Escucho dos disparos, me sobresaltan, los hombres se levantan, algunos corren hacia la salida mientras otros se agachan, Shaw intenta irse
"Está vez no malparido"
Miro al suelo mientras intento conseguir algo para detenerle, como enviada por Lucifer aparece una pistola en el suelo.
La agarro y quito el seguro, apuntó a Shaw y disparo.
La bala impacta en su hombro, sus hombres le rodean y le ayudan a salir.
Siento a alguien agarrarme, el miedo se empieza a apoderar de mi, me sacan de la habitación,
"Aria tranquila, deja que te lleven"
Escucho a Alex hablar por el comunicador.
Reconozco a Lixon, me están sacando de la mansión.
No voy a negarlo, creo que se me va a salir el corazón por la boca, me retumba con tanta fuerza que me está empezando a doler.
El hombre que me sostenía me tira al suelo, ya no sé ni dónde estoy.
Solo veo a Lixon abalanzarse contra mi.
"No puede ser, otro puto pedófilo"
Me besa el cuello mientras intenta quitarme la parte de arriba del traje, me resisto activamente, pero sirve de poco, me bloquea con todo el peso de su cuerpo.
Escucho disparos pero yo solo estoy concentranda en que este pedazo de cerdo no me viole.
Todo pasa muy rápido, alguien me quita de encima a Lixon y tiran de mi brazo con fuerza.
Puedo reconocer quien es el que me está arrastrando hasta un coche, Víktor abre la puerta y me mete.
Va a cerrar la puerta pero se detiene, me mira
–¿Estas bien?
No lo sé, sinceramente no lo sé.
Al ver que no va a recibir respuesta de mi parte cierra la puerta.
Veo a los demás correr hacia el coche, suben y Apolo empieza a conducir.
Cuando llevamos unos diez minutos se escucha una gran explosión.
El coche se para, me bajo rápidamente y miro hacia todos lados.
Necesito ver qué Ares está bien.
Veo que Ares se acerca a mí, me abraza casi estrangulandome.
–¿Estás bien?
–Si si tranquilo –Digo intentando tranquilizarle.
Asiente, volvemos a meternos en el coche, doy un vistazo a lo que ha quedado de la mansión.
Un montón de escombros, es lo único que hay.
Llegamos a casa, me subo directamente a la habitación.
Ares me sigue, me agarra del brazo y con cuidado me sienta en la cama.
–Perdoname –Dice mientras pone su mano en mi mejilla.
–¿Por qué?
–Porque te he expuesto demasiado, si no llego ese hijo de perra te hubiera violado.
–No pasa nada amor, has llegado y eso es lo que importa, si nos centramos en lo que hubiera pasado o lo que pasaría nunca lograremos cogerles.
Asiente mientras me sonríe, me besa poniendo la mano en mi nuca.
