Mi Reina (2° libro de la Trilogía Mia)

Billar y...

Narra Aria.

Voy al minibar y me cojo una botella de agua, cuando vuelvo ya están preparados los cuatro para empezar.

Me siento en una silla y me apoyo en el borde de la mesa de billar.

Elisa, Viktor y los otros dos se levantan para ver la competición de tontos, digo de billar.

No entiendo ni una puta mierda.

–Es que a Ares se le da muy bien meter las bolas en sitios –Me mira Apolo.

–Perdona pero a mí tú hermano nunca me ha metido ninguna bola en ningún sitio.

–De momento –Dice Ares en voz baja pero otra vez se vuelven a callar y todos le escuchamos.

Le miro con los ojos muy abiertos y el me guiña el ojo con seducción.

–Hay que probar cosas nuevas.

Viktor mira mal a su hijo y el solo se ríe.

Empieza a sonar música.

Hasta que dios diga.

Los cuatro empiezan a mover la cabeza de arriba a abajo al ritmo de la música.

–Aria ven –Me levanto de la silla y me acerco a Ares.

Me pone delante de el contra la mesa de billar, pero no como estais pensando. Pervertidos.

–¿Quieres aprender a jugar?

Asiento sonriendo, me encanta que me enseñe cosas.

Me da instrucciones y me dice lo que tengo que hacer.

Cuando llega nuestro turno, pongo las manos en el palo y el las pone encima de las mías corrigiendome y dirigiendo el golpe.

Estamos casi tumbados en la mesa, el palo choca despacio con la bola.

Sonrío, ya no tengo frío.

Los siguientes toques los soy sola, Ares solo pone sus manos en mi cintura y me guía.

Cuando doy mi toque, miro hacia atrás y veo a Ares mirarme muy discretamente el culo.

Me pongo recta y el se aprieta más contra mi.

–Te vou dar hasta que dios diga –Susurra en mi oído.

Ya empiezo a sentir el bulto.

Y de lejos se nota como me han afectado esas palabras, mis bragas lo saben bien.

Casi una hora después, Ares me ayuda a dar otro toque pero resulta que he ganado sin darme cuenta.

–Muy bien –Me aplaude, abro la boca sorprendida y me abraza.

–Que pegajoso está hoy, algo quiere –Dice Apolo.

–Uy si yo ge contara todo lo que quiero ahora mismo de ella –Dice mirando a su hermana.

–Y eso es real, es real hasta la muerte –Cantan los dos hermanos señalándose el uno al otro.

–Que bien os lo pasáis eh –Entra Alex con el móvil en la mano.

–No te pongas celosa –Dice Ares acercandose.

Le miro, me ha soltado para ir a abrazar a su amigo, pongo una cara de asco y doy unos pasos.

Una... Dos... Tres...

Siento unos brazos tirar de mi, levantarme y abrazarme, nunca falla.

–No te enfades mujer, el nunca recibirá de mi lo que tú recibes –Dice con tono burlón.