Inuyasha
Salimos del consultorio de la doctora con una orden para que Kikyo se realizara la primera ecografía. No podía mentir, me sentía feliz al saber que todo estaba bien, pero sobre todo estaba sorprendiendo de aquella sensación que me había atravesado al escuchar por primera vez los latidos de mi hijo. La mera idea de ser padre me generaba una calidez indescriptible.
Como si ya estuviera amando esta pequeña vida aún sin siquiera haber visto nada de él o ella.
Miré a Kikyo y podía notar como sus ojos seguían cristalizados por la emoción, algo que me generaba demasiada ternura. Tenía la esperanza de que, a pesar de que no íbamos a estar juntos, nuestro vínculo iba a ser el más saludable por nuestro hijo y presentía que ella iba a ser una buena madre, algo que me dejaba bastante tranquilo.
Ingresamos al auto y ya no pude sostener el silencio.
- ¿Estas contenta? - pregunté, abrochándome el cinturón.
- Estoy feliz. - respondió, observando la orden entre sus manos. - Por momentos siento que estoy viviendo un sueño.
- ¿Deseabas ser madre? - arranqué y salimos.
- Si... siempre me imaginé formando una hermosa familia. - murmuró. - ¿Qué crees que será?.
- ¿He? - aquello me tomó por sorpresa. - ¿Te refieres a si será niño o niña? - asintió. - Bueno... no he pensado en eso aún.
De hecho, si debo ser honesto, en lo último que he pensado es en esta situación.
- Desearía que fuera una niña. - miró hacia afuera. - ¿Hay... algún nombre que te guste para una niña?.
Moroha.
Por alguna razón aquel nombre atravesó mi mente y una sonrisa se formó en mis labios, ya que me parecía extremadamente bello, sin embargo por alguna razón, me quedé callado.
- No... debería contemplar algunas opciones, ¿Y tú?
- Asuka.
- ¿Asuka? ¿Qué significa?.
- Volar. - sonrió. - Volar... libre. - me miró. - Quizás porque su significado me lleva a esa palabra: Libertad. - miró su vientre. - Y no hay nada que desearía más, que mi niña fuese una mujer libre para siempre.
Noté que sus ojos se cristalizaron ante aquellas palabras y no comprendí bien el porque, pero decidí no preguntar, quizás sólo se trataba del cambio hormonal. El resto del camino lo realizamos en silencio hasta que llegamos al restaurante, en donde ingresamos y rápidamente tomamos una mesa.
- ¿De que querías hablar? - me preguntó luego de que el mesero tomara nuestras órdenes y se alejara.
- Bueno... - antes de que pudiese seguir hablando, mi celular sonó. - Disculpa. - lo tomé y vi el mensaje.
¿Vendrás?
Kagome...
Si, iré en unas horas.
Envié mi respuesta y volví a mirarla. Hasta ese momento no había sido consciente de que debía revelarle mi lado demoníaco a alguien que apenas conocía y por obligación. En ese instante el rostro de Miroku pasó por mi mente y comencé a preguntarme si estaba por hacer lo correcto, después de todo, seguramente que ella comenzaría a preguntarme demasiadas cosas.
Supongo que, esté o no al lado de Kikyo, lo mejor será que me aleje de SexPlay de una vez por todas... si, será lo mejor para todos.
- Hay algunas cosas que tienes que saber con respecto a mi y bueno... nuestro hijo.
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Secreto
Mystery / ThrillerUn inusual regalo de cumpleaños se convertirá en un fogoso encuentro que amenazará con poner de cabeza sus mundos. Un mar de secretos que se interpondrán entre los dos, ¿serán capaces de volver a verse? *Disclaimer: Los personajes no me pertenecen...