Close Friends - Junior H

26

—¿Ya podemos hablar? llevas evitando el tema por días, Antonio. —Estaban cenando y hablaban normal, pero llevaba días que Antonio no hablaba del tema.

—Estamos cenando.

—Por favor, Antonio, ya no aguanto estar así.— Dijo Sofía tomando sus manos algo desesperada.

La mirada de Sofía hacía vulnerable a Antonio.

—Es que no me explico porqué lo seguiste, Sofía, ¿Te gusta? —Pregunto Antonio a lo que Sofía negó.

—No, amor, te he dejado muy en claro que el único que me gusta eres tú.

—Pues no lo parece, Sofía, a todo lo que los weyes esos te dicen tu vas y dices que si, ah pero cuando yo te dije que me encantabas vas y huyes de mi, yo creo que al chile no estoy ni cerca de gustarte, porque si fuera así, me hubieras dicho que si desde un pinché inicio.

Sofía guardó silencio, aun que no quisiera admitirlo sus palabras la dolieron un buen.

—Yo creo que lo que tenemos ya valió pura verga y así es mejor.

—Antonio, no, lo voy dejar de seguir.

—No, Sofia, al chile es cansado ver cómo la que te gusta solo está jugando contigo.

—Pero yo no juego contigo, Antonio, jamás he hecho algo así y menos a ti.

—Pues tus acciones dicen otra cosa, Sofi, no éramos nada pero lo que sea que tuvimos ya acabo. —Antonio se levantó de la mesa dejando a Sofía sin saber que hacer. —Ya te había dicho que no te sacaría de mi casa, quédate el tiempo que sea necesario.

Antonio salió del comedor y Sofía quería llorar, pero se limitó a recoger su plato que estaba casi lleno, había perdido todo el apetito.

Ya no sabía si lo que dijo Antonio hace un momento se trató de un impulso o de que en realidad ya no habría nada entre ellos, quería desaparecer, se sentía como un asco de persona y no entendía que había hecho mal si ella jamás miró a nadie más que a Antonio.

Sofía subió a su habitación, afortunadamente tenía habitación porque si no lloraría a lado de Antonio.

Saco su celular y llamo al único que podría sacarla de  esa casa.

—¿Sofi?, ¿Y ese milagro que marcas?

—Gabriel, ven por mi. —pidió Sofía aguantando el llanto.

—¿A donde? ¿Estas bien? ¿Que paso, Sofia?, me asustas.

—Ahorita te cuento, ven por mi a casa de Antonio, por fa.

—En diez minutos llegó.

Gabriel como dijo llegó en diez minutos, Sofía sacó parte de su ropa para quedarse en casa de Gabriel, no quería estar en casa de Antonio, al menos hasta que ya no se sintiera mal, y mientras más rápido buscara un apartamento mejor.

—¿Que paso, chula?

—Antonio ya no quiere nada conmigo. —Dijo Sofía apuntó de llorar.

—¿Qué? ¿Por qué?

Antes de poder hablar Sofía no pudo contener las lágrimas y comenzó a llorar.

—Porque el cree que no me gusta, le dije que al único que miro es el, pero me dijo que no parecía y que lo que sea que tuviéramos ya no sería.

—Ay, Sofi, lo siento muchísimo. —Dijo Gabriel abrazando a Sofía. 

Sofía cuando sintió el abrazo comenzó a llorar.