CAPITULO 23

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Mustafá no comprendía todas las que para él, eran incoherencias.
-¿Odias a tu esposa? Pero no comprendo Cómo es que está esperando un hijo tuyo. ¿De que me perdí? -preguntó Mustafá confuso.
Jhon estaba completa mente ebrio, en su mente estaban los recuerdos de reproche hacia Rania, y no podía con el cargo de conciencia.
Frente a ella siempre fue un hombre cruel, despreciando la, y comprobando que había Sido infiel en su primera noche de bodas.
-No...no fui infiel...era ella. -se decía.
"Y sino hubiera Sido ella, y si hubiera Sido otra mujer.... igualmente la hubiera traicionado..la intención es la que cuenta. -su conciencia era implacable con él, dolía...dolía tanto saber que perdio la posibilidad de ver crecer a su hijo y consentir a su mujer.
-Ya amigo...ya no te castigues así, la encontrarás y verás crecer a tu hijo y serás feliz junto a tu familia.
-No tengo familia Mustafá...soy un completo imbécil.
Jhon bebió hasta perder la razón, quería anestesiar ese dolor que le carcomía el alma, y terminó completa mente dormido.
Mustafá estuvo todo el tiempo pendiente de él, y el amanecer llegó.
Los rayos del sol filtraban las cortinas y Jhon se removió en su lugar y no soportando el dolor de cabeza que sentía.
-¡Carajo! Este dolor de cabeza es insoportable. -se quejó y abrió los ojos viendo a Mustafá entregar un analgésico.
-Con esto te pasará, ahora te vas y te duchas, que tenemos mucho que hacer.
-No tengo nada que hacer Mustafá.
-¿No buscarás a tu mujer? Creí que esa era tu prioridad ahora.
-Para Eso hay detectives Mustafá. -dijo Jhon poniéndose de pie y subiendo las escaleras para ir a su habitación.
-Lo se, Pero mientras ellos buscan nosotros lo haremos por nuestra cuenta también. Tengo que encontrar a Tifa.
-¿Tifa? -preguntó algo sorprendido, Jhon.
-Si.. Tifa, ella desapareció sin siquiera saber que yo la amaba en secreto. -respondió Mustafá
Jhon entró a su habitación y fue directamente al baño, y ahí bajo la lluvia artificial los recuerdos de Ainar martillaban en su mente.
-Maldit4 sea. ¿Cómo fui capaz? -se dijo dando un fuerte golpe sobre la baldosa partiendo sus nudillos que sangraban.
-Rania no me perdonarás esta traición, y claro que fue una traición, se presentó como otra mujer y yo caí -Jhon no dejaba de recriminar su intención de ser infiel.
Salió del baño, se cambió y bajó nuevamente a la sala donde estaba Mustafá.
-Llame a una agencia de detectives y ya están viniendo Jhon. -dijo Mustafá adelantándose y sirviendo una taza de café a Jhon.
-Gracias amigo...
-Para Eso somos los amigos Jhon....no solo para momento de diversión.
Una hora después el detective llegó... Jhon dió todas los requisitos que el agente pidió .
-Muy bien señor Maxwell, cuando tenga noticias se las haré saber.
-Solo espero que no hayan salido del país....-dijo Mustafá y Jhon lo miró.
-También lo sabremos señor. -respondió el agente.
-Khalid Al-khalifa no permitiría que su hija salga del país. -dijo Mustafá.
-Claro...y por eso me liberó a mi del contrato para que sea yo quien lo haga, sea yo quien presente la demanda de divorcio.
-Por que ella vuelve a estar bajo su dominio una vez divorciada. -terminó Mustafá la frase.
-Todo es posible señores, y el señor Mustafá tiene razón, será muy difícil para ella volver a comprometerse en matrimonio, los hombre aqui son mucho más machistas que en occidente...para ellos no es facil tomar como esposa a una mujer divorciada. -aclaró el detective, haciendo que esas palabras fueran un puñal en el pecho de Jhon. Ahora comprendía el por qué Rania necesitaba que su matrimonio funcione y evitar a toda costa el divorcio.
-Tiene que encontrarla señor agente...por favor se lo pido. -pidió Jhon y salieron del departamento para realizar sus día a día.
Las semanas pasaron y Jhon no tenía noticias del paradero de Rania.
-Si ya investigó que no salió del país, entonces tiene que estar en algún lado.
-Todo indica que salieron de la ciudad señor , Pero los boletos no dan destino acertado de a donde se fueron. -indicó el detective.
Jhon estrelló el teléfono en la pared de su oficina. Ocho semanas y no sabía nada de Rania.
En los meses siguientes, la respuesta no variaba en nada.
-Nadie desaparece de la fas de la tierra sin dejar rastros. -dijo muy molesto Jhon, tomó su chaqueta las llaves, del auto y salió de la oficina para ir a la residencia de Khalid Al-khalifa. Se presentó ante los guardias y siguió su camino.
Estacionó el auto y bajó, entró a la residencia sin pedir permiso.
-Khalid Al-khalifa. ¿Dónde está mi mujer? -preguntó sin dejar de mirarlo, Khalid lo miró fijamente y torció una sonrisa.
-¿Y que te hace pensar que yo ayudé a esa mal agradecida? Si una vez más deshonró mi casa. -aseveró muy furioso.
-Por el echo de ser su padre. Creo tiene que saber el destino de su hija. ¿O acaso no le interesa saber que Rania está desaparecida? -respondió Jhon mirando a Fátima.
-¿Cómo que desaparecida? Si el último escándalo de perseguir al príncipe Alih está en redes sociales, y por ende en boca de todos.
Jhon miró fijamente a Fátima, y notó su nerviosismo, se acercó a ella muy despacio y quedó de frente , miró a su amigo.
-Mustafá, ¿Acaso no fue ella la mujer que nos atendió en el club? -preguntó arrancando el velo del rostro de Fátima.
Tanto Mustafá como Khalid Al-khalifa estaban en shock. Mustafá por ver de quien era la mujer que bailaba en un club para hombre y Khalid al no poder creer lo que se decía en ese momento de ella. Jhon miró a Khalid y luego a Mustafá.
-Si...es ella. -respondió algo nervioso Mustafá.
-Eso no es verdad, ustedes me están confundiendo con otra mujer..yo no soy...-trató de defenderse.
-Eres, tengo un detective buscando a Rania y el descubrió que eres tu y no Rania quien acosa a Alih, y el lo sabe, el sabe que eres tú y ahora ya sabe lo que haces en las noches que te escapas.
Khalid Al-khalifa no podía creer lo que escuchaba de su hija predilecta.
-Esa mujer es Rania.
-No...no lo es, ella espera un hijo mío, y a este tiempo su vientre está muy abultado, además está muy delicada y no pondría en peligro la vida de nuestro hijo.
Khalid Al-khalifa abrió los ojos mirando a Fátima y luego a Jhon.
-Señor Al-khalifa, esta mujer es la causante de todo este enredo, es por ella que Jhon y Rania no pudieron aclarar sus asuntos. -confirmó Mustafá.
Jhon pudo ver que Khalid Al-khalifa no tenía idea del paradero de Rania, salió de la oficina seguido por Mustafá.
-Jhon espera... Khalid Al-khalifa puede...-habló y fue i interrumpido.
-No puede por qué ni el sabe de su hija Mustafá, Rania recibió ayuda de alguien muy poderoso en el campo de la seguridad, salió del país sin dejar rastros.
-No puede ser Jhon, ella no puede salir ...
-Lo hizo Mustafá, Rania no está aquí.
Jhon llegó a la oficina cuendo recibió los documentos de divorcio firmados por Rania Al-khalifa.
-Nueva York... Remitentes de Nueva York, Lous ...prepara un vuelo a Nueva York, pero para ayer es tarde. -ordenó saliendo para ir al aeropuerto privado
Dos horas después Jhon estaba de regreso a Nueva York junto a Mustafá. Y dos días después estaba nuevamente de regreso a su departamento.
Solicitó todas las agencias de investigación para encontrar a Rania sin tener resultados.
Los meses seguían pasando y para la fecha esa era el tiempo del nacimiento del pequeño.
-Mi hijo debe haber nacido a este tiempo, los perdí, perdí a mi mujer y a mi hijo. -se lamentó, Jhon continuó trabajando en sus proyectos en Nueva York, los meses pasaron y seguian pasando convirtiéndose en años. Cuatro años pasarin y no daban con la ubicación de Rania. Jhon se volvió un hombre arrogante y déspota por su amargura de no poder encontrar a su esposa y a su pequeño hijo.
-¿¡Acaso no entendiste lo que te pedí!? Quiero los planos de los condominios en Roma. -gritó dando golpes en el escritorio haciendo que su asistente de un paso atrás del susto.
-Lo siento señor, creí eran esos lo que pidió. -se excusó saliendo de la oficina.
Jhon cerró los ojos recostando su cabezas sobre el respaldo del sillón mirando a la nada, y pensando en Rania.
El proyecto de Roma empezó a ejecutarse y ya eran dos años más que habían pasado, tenía que viajar para inspeccionar el avance de la obra.
-Mustafá, te quedas a cargo de todo aquí rn Nueva York, viajaré a Italia para ver los avances de la obra y tengo unos proyectos pendientes con Arielle.
-Tranquilo hermano, ve tranquilo que yo me hago cargo.
Tres días después Jhon viajó a Roma, el avión aterrizó y Arielle L'Blank lo esperaba después de muchos años sin verlo.
Caminó sin esperar esa sorpresa que lo esperaba en la sala de espera de los pasajeros.
Jhon caminó desprevenido cuando una voz llamó su atención, su corazón se paralizó por un momento, una cosa era imaginar el encuentro diciendo y creyendo haber superado el pasado, a tenerlo ahí, que al momento de girarse lo tendría frente a él.
-Jhon... Jhon Maxwell, bienvenido a Roma. -escuchó su nombre en esa voz que ya era casi olvidada para el. Se giro mó lentamente y quedó frente a ella, sus miradas se encontraron y ahora ya no vio el rostro del amor en esa mujer frente a él.
-Arielle. -pronunció en un susurro.
Arielle sonrió y a paso lento se acercó a el.
-Jhon...cuánto tiempo.
-El suficiente como para estar frente a ti, y ver a una amiga que seguramente es feliz en su vida de casada.
-Mucho Jhon....muy feliz. -respondió sonriendo
-Venga un abrazo entonces. -dijo Jhon alzando la y dando unas vueltas con ella.
Arielle reía a carcajadas.
-Ya Jhon.. bájame. -pidió. Jhon la dejó en el suelo y acunó su rostro entre sus manos.
-Al menos se que valió la pena.
-Y espero que en ti también.
Jhon sonrió tomó nuevamente la maleta y caminaron sin él responder lo que Arielle insinuó.

LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora