CAPITULO 18

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Tres  meses habían pasado en los que Rania estaba viviendo en Bora Bora. Cinco meses tenía Rania de embarazo y en los que había establecido una gran amistad entre ella, Bruno, y Hanna, en dónde  compartían momentos como una familia.
Rania sonreía, al mirar el monitor mientras Elián Rogers pasaba el transductor por su vientre.
—Muy bien señora mamá...aquí está. ¿Que deseas. Un niño o una niña? Por lo general las mamás desean su primer hijo hombre. —expresó Elián con una sonrisa.
—Pues deseo que venga sano, lo amaría igual si es niña o niño.
—Pues aquí te presento al hombre de tu vida, es un niño. —rebeló el Galeno mientras Rania reía con lágrimas en los ojos.
Recibió la noticia de que sería un niño y volvieron a casa luego de recibir la nuevas indicaciones.
Rania se tía estrujar su corazón, tenía sentimientos encontrados, sus días los pasaba entre compartir con su nueva familia, pero en sus noches,  sus pensamientos y anhelos eran para Jhon, aún sabiendo que el jamás se dió la oportunidad de conocerla. Ahí sentada frente al espejo peinando su cabello sonreía con una mezcla felicidad y tristeza,  en esos momentos mientras acariciaba su vientre.
—Mi amor, será hoy, hoy te tendré entre mis brazos voy a conocerte y no sabes lo feliz que estoy, te amo mi pedacito de cielo, mi vida. —expresó Rania sintiendo desbordar su pecho de amor por el fruto de su amor. Había valido la pena estar todos esos meses entre una silla y la cama, ahora estaba ahí lista para ir al hospital...dos meses más habían pasado.
—Niña...¿Estás lista? —entró Tifa para llevarla al ascensor.
—Mas que lista Tifa, Estoy nerviosa Pero feliz. —respondió Rania Miranda Tifa a través del espejo.
—Todo saldrá bien cariño, al final del día estaras lista para recibir a tu pequeño Jhon.
Rania cerró los ojos, y  asintió, Tifa empujó la silla, entraron al ascensor y bajaron.
Ya en la sala estaba Rita y Hanna, al igual que Bruno esperando por ella.
—¿Lista? —preguntó Bruno acercándose  a ella.
—Mas que lista...pero nerviosa —respondió asintiendo.
—Todo saldrá bien querida...aquí estaremos pidiendo a dios por ti y el bebé. —la reconfortaba Rita.
—Si..yo le pediré a mamita que te cuide mucho y no pase lo mismo que ella y yo. —habló Hanna en su inocencia.
—Hanna..cariño ve por tu muñeca...esa que le darás a la tia. —la interrumpió Bruno y ella lo notó.
—Lo siento mucho Rania...no quise decir eso.
—Tranquila mi amor. Yo voy a regresar con Jhon y tú me ayudarás a cuidarlo. ¿Cierto?
—Sii.—respindió Hanna dando brincos de felicidad.
Bruno ayudó a Rania a subir al auto y salieron con destino al hospital.
Una hora después estaba siendo atendida y preparada para realizar la cirugía de cesárea.
—No estés nerviosa niña, todo estará bien. —Tifa trataba de  calmar sus nervios.
—Lo Estoy Tifa...lo Estoy, es solo que me hubiera gustado que las cosas hubieran sido de otra manera.
—Lo se niña pero el destino así lo quiso, y contra eso no podemos hacer nada, Solo aceptar los designios de Alá
—Muy bien señora Rania Al-khalifa, es hora. —dijo la enfermera  entrando a la habitación para llevarla al área de preparación.
—Aláh este contigo mi niña. —expresó Tifa dejando un beso en su frente.
Los auxiliares empujaron las camilla por los blancos pasillo que se perdió tras las puertas con letreros de restricción.
Tifa se sentó junto a Bruno y este la miró.
—Tranquilo Tifa, todo estará bien, tendremos a  Rania y el bebé en casa.
— Es lo que más deseo, mi niña aunque no lo demuestre ella sufre en silencio, ese de5graciad0  de Jhon no se merece el amor de mi niña.
—Todos cometemos errores Tifa, y frente a ti tie nes otra versión de Jhon.
Para pasar el momento de nerviosismo, Bruno contó su amarga experiencia de su vida junto a Luiginna a Tifa. Ella lo miró fijamente en completo silencio, no alcanzaba a imaginar la magnitud del sufrimiento de aquella joven.
—Lo siento mucho por ella, que en sus últimos dias de vida deseaba sentir que era correspondida en el amor, y cuando lo aceptaste ya era muy tarde. Yo solo deseo que mi niña sea feliz y que encuentre un hombre que la ame, pero aquí, ya que en nuestro país eso sería imposible.
—Estoy seguro de que Jhon recapacitará y.....
—Y nada Bruno...si consideras amiga a mi niña, no le vas a decir nada a ese hombre, el tuvo mucho tiempo para tratar a mi señora. —advirtió muy seria Tifa.
—No...no..no nunca voy  traicionar la confianza de Rania, despreocúpate Tifa..
—De pronto creí que corregirías tu error delatando a mi niña.
—Noo. Jamás lo haría, es su decisión.
Dos horas después .
El Galeno estaba saliendo del área restringida.
—Señoras, todo fue un éxito, Rania y el pequeño Jhon se encuentran en dala de recuperación.
Tifa como impulsada por un resorte se puso de pie y caminó a acercándose a Elián y escuchando sus palabras cubrió su boca para no dar un grito de Felicidad, Pero en cambio no pudo aguantarse el impulso de saltar a los brazos de Elián.
—Gracias... gracias.. gracias. Después de Aláh la salud de Rania estaba en tus manos. —expresó con una enorme sonrisa. Y percatado se del espectáculo que estaba dando.
—Perdón..me ganó la emoción de la noticia. —se excusó. Elián sonrió cerrando los ojos y susurrando a su oído
—Que abrao más dulce por dios. —Tifa lo miró con sus mejillas teñidas de un rosa intenso.
Bruno sonreía discretamente con los brazos cruzados viendo la escena y el amor en la mirada de esos dos que se negaban a reconocer. Bruno les llamó la atención aclarando su garganta.
—¿En cuanto tiempo podemos pasar a verla? —preguntó mirando a Tifa un poco avergonzada.
—Estará en recuperación y observación hasta mañana, ya después sera trasladada a una habitación normal, el bebé estará en el área de  neonatología hasta completar su tiempo.
—¿Dos meses? ¿Dos meses sin poder ver a mi pequeño?  —preguntó Tifa decepcionada por no poder ver al bebé tan pronto.
—Pueden verlo ahora pero no tocarlo, está en un sre especial, lo pueden ver a través del cristal que lo protege.
—Por favor...¿Puedo ahora?
—No mi señora impaciente, será hasta mañana. —respondió Elián haciendo sentir una revolución en el interior de Tifa.
El Galeno volvió a sus labores, mientras Bruno y Tifa pasaron la noche entera en una habitación,  a espera de cualquier novedad.
Las horas pasaron y el amanecer llegó, Tifa despertó un poco desorientada, se arregló y salió encontrándose con Bruno en el pasillo.
—Buenos días Tifa...¿dormiste bien?
—Buenos días Bruno... estuve un poco preocupada, Pero gracias a Aláh amanecimos sin novedad. Espero ver a Rania muy temprano.
Una hora después, estaban caminando tras la enfermera que los llevaría al área de neonatología para ver al pequeño Jhon.
—Aláh...que hermoso es mi pequeño, y tan frágil a la vez, solo espero pase pronto estos dos meses y poder tenerlo en mis brazos. —Tifa expresó tanta ternura.
Bruno lo observó por mucho tiempo y una rebelde lágrimas rodó por sus mejillas, estaba viviendo lo que alguna vez no vivió con su esposa fallecida, se imaginó que tocó aquello lo que vivió los últimos momentos de su vida y el no estuvo presente. Apretó sus puños y salió sin decir nada. Tifa lo miró salir y corrió tras de él.
—Bruno.... Bruno espera..
—Tifa, esto es una prueba muy dura para mí, ver a Rania luchar por la vida de su hijo, me revolve mis entrañas al imaginar que mi Lui luchaba cada día, por mantener la vida de su hija, entregando la suya. Eso para mí es morir lentamente está agonía. —expresó sintiendo doler su corazón y reflejando el dolor en sus ojos.
—Bruno...ya.. déjala ir, te estás castigando, perdonarte....perdonarte y vive..vive un nuevo amor.
—No....no Tifa eso nunca...nunca traicionaré a mi Lui.
—Bruno..ella no querría esto para ti, que vivas atormentado por la culpa.
—No la vi...estaba ciego por el coraje y ella me estaba dando los últimos momentos de su vida.
—Bruno...si tú no eres feliz ella no descansa. Busca ayuda profesional, tu solo no puedes. —Bruno miró fijamente a Tifa y de negó
—Volveré en unas hora, voy a casa, y de paso a la oficina, cualquier novedad,..por favor me llamas de inmediato. —habló en automático y salió del hospital. Tifa no pronunció palabras y lo miró salir por el pasillo.
Cerró los ojos sintiendo pesar por su amigo.
—Señora...por favor puede acompañarme a la sala de desinfección y podrá pasar a ver a la señora.
Tifa miró por última vez en dirección donde desapareció Bruno y siguió a la enfermera. Y quince minutos después, estaba en la habitación de Rania.
—Cariño, felicidades mi niña..nuestro pequeño es hermoso. —Expresó Tifa abrazando a Rania.
—Ya quiero salir de aquí y ver a mi hijo ya quiero tenerlo en mis brazos.
—Ya habrá tiempo Rania, tendremos el tiempo del mundo para ver crecer a nuestro terroncito de azúcar
Tifa paso todo el tiempo que Rania estuvo en el hospital, Bruno cada día las visitaba al igual que Rita.
Un mes había pasado y Rania se había instalado en el hospital general LUHAN, para no dejar solo al pequeño Jhon.
—Tifa, mi bebé come un poquito más, ya deseo pase este mes tan pronto ya deseo tenerlo todo el tiempo conmigo.
—Ya pasará cariño, ya pasará.
Tifa, acompañó a Rania cada día que estuvo en el hospital, dos meses seguidos.
Ahora estaban a la espera de Jhon que sería retirado del área de neonatología para ser llevado a los cuneros.
Rania sentía los nervios a flor de piel.
—¿Llegué a tiempo? —se escuchó tras de ella la vos varonil de Bruno. Rania se giró y sonrió.
—Claro que sí, ya mismo lo traen.
—Señora Rania...su hijo ya no es un paciente del hospital. —dijo la enfermera dejando a Jhon en una cuna normal.
Rania sintió acelerar su corazón, escuchar el llanto fuerte de su hijo era el triunfo más grande  que sentía haber logrado.
—Mi hijo Tifa.. pronto estaremos juntos para siempre.
—Así es mi niña, lo llevaremos a casa.
Tres días después todos los preparativos de bienvenida estaban listos en la mansión Ferrer.
—Bien venidos a casa tía Rania. —dijo Hanna corriendo al encuentro de Bruno, Tifa, Rania y el pequeño Jhon.

LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora