CAPITULO 24

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Arielle y Jhon fueron a un restaurante, la hora de la comida pasó en contarse parte de sus vidas.
—Me hace feliz saberte feliz, sabía que no me equivocaba. —dijo Jhon sonriendo, luego salieron del restaurante, fueron a la obra y  pasaron el resto de la tarde en la inspección, y haciendo unos pequeños cambios y ajustes en las áreas que lo requerían.
—Creo que suficiente por hoy de trabajo,ven vamos a casa mandé a preparar una cena de bienvenida.
—Creí que vivías en Florencia.
—Si.... allá estoy radicada, Pero por cuestiones de trabajo estoy aquí y allá.
—Me alegra que sigas con tus sueños.
—Jhon...hablamos de todo menos de un amor...¿Acaso no tienes uno? —preguntó Arielle sintiendo curiosidad.
—No tuve suerte en el amor......—respondió y Jhon contó desde el momento en que llegó a Dubai el cambio radical que dió su vida con un matrimonio obligado.
—No lo creo, cuando descubriste que....espera un momento. Rania y Ainar ...que extraño. —dijo Arielle recordando el nombre de la esposa de Bruno.
—¿A qué te refieres con extraño? —preguntó Jhon mirándola fijamente.
—¿Tienes una fotografía de ella?
—No...solo la recuerdo con sus cabellos negro. ¿A qué viene lo de la foto?
—Solo deseo conocer a la mujer más inteligente que mi amigo. —respondió sonriendo pero llena de dudas.
Llegaron a la mansión Alighieri y fueron recibidos por el Gianni Gabriell, Marco Aurelius,  Carmine Julianne,  Demi y el pequeño Augusto de apenas un año de edad.
—Por lo visto la familia creció. —expresó Jhon con una sonrisa al verlos ya casi adolescente a los que él en un tiempo atrás cargó en sus brazos.
La tarde pasó y la noche llegó, Gabriell y Arielle despedían a Jhon que no aceptó ser huéspedes de ellos.
—Muchas gracias por la velada.
—Tio. ¿Cuando vendrás a la hacienda? Nosotros regresamos mañana. —habló Marcos Aurelius invitándolo.
Jhon intentó negarse pero Carmine insistió.
—Por favor tío Jhon, ven una temporada a Florencia, serán las fiestas del pueblo, y siempre las organizan mi madre y la tía Arielle.
—Está bien cariño, Pero será dentro de dos días, aún tengo algo que hacer. —respondió Jhon despidiéndose  y salió para ir a su hotel y llamar a dora su madre y pedirle que viaje a Italia..
Dos días después Jhon estaba recibiendo a Dora.
—Hijo mío, cuánto tiempo sin verte.
—Madre, que bueno que no hubo contratiempos, de aquí nos vamos directo a Florencia.
—Años sin ver a mis niños, deben ser unos adolescentes ya..
—Asi es madre, y nos esperan mañana Pero les daremos la sorpresa hoy.
Jhon y Dora, subieron al Jets privado que los  llevaría a Florencia y una hora después estaban aterrizando en el aeropuerto y viajando al helipuerto para tomar un helicóptero y viajar a la hacienda.
Tres horas después estaban aterrizando en el helipuerto de los Alighieri y fue sorpresa y bien recibidos por todos.
La tarde y noche pasó entre conversas, compartir y disfrutar del folklore delas fiestas del pueblo, tres días tenían dónde Jhon participaba de las cabalgatas.
—Hola señor Maxwell, soy Irina, asistente de la señora Arielle, si se le ofrece algo no dude en pedirlo. —habló con voz chillona y melosa.
—Gracias... pero a quien le recomiendo esté pendiente es de mi madre, por favor no la deje mucho tiempo sola en este lugar. —habló fríamente y continuó en la cabalgata.
El día terminó con sus respectivos programas, y todos volvieron a la hacienda.
—Por favor mamá Dora....ya ve a descansar, fue un día muy agitado. —sugirió Arielle.
—Si hija, y me encanta este lugar, tenía años en no venir de vacaciones.
Mientras Arielle hablaba con dora... Jhon y Gabriell compartían una copa de vino en el jardín.
Y entre conversas triviales llegó Arielle con una botella de champagne y las copas.
—Este lugar da paz y  tranquilidad, viviría aquí sin pensarlo dos veces. —dijo Jhon con una melancolía en su corazón.
—Vamos a brindar por eso, por la amistad, por el amor, y por tí Jhon, quiero brindar por mi amigo y desearle que pronto re encuentres  a tu esposa.
—Han pasado años Arielle, años, mi hijo ya debe estar en sus días de clases. —habló Jhon mirando el contenido en su copa.
—No se porqué carajos nos perdemos los primeros años de nuestros hijos, por simples malos entendidos, que en su momento parecían no tener solución y que después lo ves y te dices, Pero por qué no paré un momento y lo aclaramos, y no nos hubiéramos perdido de tanto. —dijo Gabriell recordando que los primeros años de sus pequeños los vivió Jhon. Y sin darse cuenta el había compartido con el hijo de Rania todos esos años.
—Bueno, lo importante es que al final el destino te lleva a su vida nuevamente, si estás destinado así será. —habló Arielle sintiendo un nudo en su garganta. Deseaba ver feliz a su amigo.
—¡Destinados! Eso fue lo que Rania dijo alguna ves y desapareció.
—¿Sabías que tengo una socia igualitaria en el nuevo proyecto de hoteles ? Y que su nombre es Ainar...Ainar Ferrer, esposa o novia..la verdad no entiendo esa relación entre ellos. —habló Arielle y Jhon la miró achicando los ojos.
—¿Es tu socia? ¿De dónde es?
—Si....ellos vienen y compartimos mucho incluso en vacaciones suelen pasar aquí en este lugar, tienen una hacienda y los pequeños comparten la mayor parte del tiempo.
—Ainar... Rania..será posible..dame su dirección, necesito saber si es ella.
—Te la doy...Pero viajaras mañana ya es tarde y no creo sea buena idea arriesgarte.
—Mañana saldré a primeras horas necesito saber si esa mujer es mi mujer. —habló Jhon sintiendo una esperanza de que por fin encontraría a su hijo y a Rania.
La noche se hizo más oscura y aún Jhon no podía conciliar el sueño, imaginaba una y mil escenas frente a esa posibilidad de estar frente a Rania.
El amanecer llegó y todos en el jardín desayunando y conversando cuando Enmanuell y Arielle su esposa llegaron.
—¿Están listo para el rodeo de hoy.? —entró Enmanuell muy animado y reencontrándose con Jhon.
—Amigo... tiempo sin verte. —saludó Enmanuell a Jhon con un abrazo.
—Viajes de negocios, pero ya estoy casi de salida, mi madre se quedará disfrutando de las festividades.
—Que mal que tengas que irte..Pero bueno en otra ocasión será.—fijo Enmanuell, Todos compartiendo cuando una de las muchachas de servicio se acercó a Arielle
—Señora...tiene visita. —habló por lo bajo y Arielle salió a recibir la inesperada visita.
Arielle llegó a la sala donde estaban Ainar junto a su pequeño.
—Ainar...que hermosa sorpresa. ¿Por qué no me dijiste que vendrían?
—Cuando tienes un pequeño ansioso de disfrutar de sus vacaciones toca correr. —respondió Rania mirando a Jhon y sonriendo.
—Hola tia Arielle, vengo a pasar mis vacaciones con mis primos.
—Hola cariño, y eres bien recibido siempre, y lo sabes. Vamos estamos en el jardín, hoy es día de visitas.
—Me disculpo un momento, voy a dejar esto en la habitación de siempre y los alcanzo. —se excusó Tifa subiendo a la habitación de huéspedes.
Rania y Arielle, pasaron al jardín y Jhon corrió delante de ellas.
Llegaron al jardín donde estaba Gabriell junto a Enmanuell y la reciente visita.
—Amor..mira a quien tenemos aquí. —dijo Arielle, y Gabriell, Jhon y Enmanuell,  se giraron y quedaron frente a Rania y a Arielle.
Rania sintió su mundo estremecer, miró a Arielle y luego a Jhon sin pronunciar palabras,.
El mundo a su alrededor quedó estático,  Jhon miró al pequeño Jhon correr a los brazos de Gabriell.
—Tío, hoy montaré a caballo contigo. ¿Verdad que si? —dijo Jhon y Gabriell recibiendo lo en sus brazos.
—Claro que sí campeón. —respondió mirando a Jhon y a Rania.
—Jhon..te presento a Ainar Ferrer. —dijo Arielle mirando la intensidad de esas miradas entre ellos.
Rania sentía la lengua dormida, un nudo en la garganta, simplemente las palabras no fluyen.
—Mucho gusto Ainar. —respondió Jhon acercándose un poco más y Rania dando un paso atrás.
—Jhon . —pronunció en un susurro.
—Jamás creí encontrarte aquí Ainar. —dijo Jhon...todos se miraron entre si y comprendieron que ella era la mujer que Jhon buscaba.
—Bien campeón...vamos a las caballerizas . —dijo Gabriell.
—Nosotros nos adelantamos. —dijo Enmanuell y Arielle.
—Yo voy a preparar todo ? Me acompañas mamá Dora? —dijo Arielle llevando a Dora al interior de la hacienda para dejar solos a Rania y Jhon.
Rania sentía temblar su cuerpo, y Jhon no estaba diferente,
Cómo empezar ha hablar con ella, decirle que sabía que era su esposa o continuar con el juego de personalidades.
Sus miradas se intensificaron y fue Jhon quien habló y rompió el silencio entre ellos.
—Jamás creí encontrarte aquí Ainar. ¿Ferrer?  —preguntó curioso de su apellido.
—Yo....yo...Te dije que era casada y que lo intentaría con mi esposo, así que no veo que tengamos que hablar., ¿Recuerdas lo que hablamos aquella noche en la playa? No iba a interferir más en tu vida, y lo cumplí. —respondió Rania dando la vuelta para salir de ahí.
—Quise intentarlo, Pero los malos entendidos me alejaron de mi esposa, y la perdí. —respondió Jhon y Rania se detuvo en seco, se giró lentamente y recordó cuando lanzó las flores por sus pies.
—Ese no es mi problema Jhon...yo si hice mi vida y créeme que lamentó tus malos entendidos. Tú y yo no tenemos nada.. escúchame bien Jhon Maxwell, nada de que hablar, eres mi pasado y ahí te quedas.
Rania salió a paso largo y con la mente en blanco, subió a la camioneta y salió de la hacienda a toda prisa, sus ojos estaban llenos de lágrimas, su corazón roto en mil pedazos y su confusión era tanta que no entendía que hacía Jhon en casa de la mujer del portaretratos que el tenía en su oficina.
—¿Sino pensó encontrarme, entonces por qué está aquí.? ¿Está aquí por ella? ¿Acaso no le importa que esté casada? No...no le importa eso, se metió con Ainar sabiendo que era casada, ¡Aaaaahg! ¿Porque? ¿Aláh, por qué?  Jhon, mi hijo no...no pude ver a Jhon. —pensaba, se cuestionaba, su mente era un completo caos que no podía hilar sus ideas y pensamientos.

LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora