Jhon, estaba desesperado, daba vueltas en esa sala como un león enjaulado, salió al jardín para tomar un poco de aire fresco, por que sentía, que se asfixiaba, parado mirando al oscuro cielo, y con los pensamientos puestos en un lejano recuerdo.
—Arielle, mi Ari, no...no eres mia.. nunca lo fuiste y jamás lo serás. —se dijo mentalmente, cuando sintió unos pasos acercarse, deduciendo que eran los guardias.
—Seguramente estas pensando en algún amor, con el cuál no podrás estar porque serás mi esposo. —siceó con burla la mujer con el rostro cubierto, Jhon se giró y la fulminó con la mirada deduciendo que era la mujer con la que se casaría por las palabras que dijo, dio un paso y estuvo tan cerca de ella, miró sus ojos destellantes de burla, e imaginó su sardónica sonrisa, y no tuvo más que apretar sus puños y dientes tan fuertes.
—No entiendo tu capricho mujer,....tu sabes que nunca pasó nada entre nosotros, que jamás te violenté, y tú me arruinas mi vida forzando me a un maltit0 matrimonio por capricho, además amo a otra mujer, ¿Entiendes? Amo a otra mujer y jamás te amaría a ti. —sentenció furiosamente.
Fátima se carcajeo caminando a su alrededor, se paró a su espaldas y respondió.
—¿Y crees que eso me importa? No fíjate...no me importa tu amor..no me importa nada de ti, lo único que me importa es el resultado de todo esto nada más. Por mi... jodete con tu ridículo amor....americano. —habló con sorna y sonriendo, Jhon intentó agarrarla del brazo cuando se encaminó a la salida, siendo detenido por los guardias, Fátima se detuvo lo miró por última vez, caminó unos pasos hacia el y lo miró fijamente.
—¿Sabes quién viene por mi? Alih, mi ex prometido, y ahora prometido de la pobre e inocente Fátima, no tiene idea de que pasaré la noche con él.
—Eres una desvergonzada, no entiendo tu capricho conmigo. ¿Porqué te has encaprichado conmigo?
—No eres mi capricho, y nunca sabrás las razones. —dijo y se subió al auto y se alejó.
Jhon la miró alejarse sin entender el por que era objetivo de una loca que lo forzaba a casarse con el.
—¡Suelten me! ¿Alguien me puede decir que clase de brom es ésta? —preguntó intentando entender.
De pronto sintió la presencia de alguien tras de el. La miró fijamente a los ojos, y de pronto sintió la sensación de que esos ojos ya los había visto antes.
El cruce de palabras entre ellos fue interrumpido por otra mujer desconocida, la vio alejarse y caminó al interior de la sala, sirvió una copa de vino y la bebió toda de un solo sorbo, bebió uno luego otro y otro hasta perder la razón.
Mientras Jhon bebía, Fátima se alejaba descubriéndose ante Alih.
—¿Que carajos haces aquí Fátima? ¿Dónde está Rania? —preguntó furioso frenando el auto de una.
—Está con su prometido, el americano...no entiendo por qué te citó si se fue con el.
—Baja....debo volver, necesito una explicación. —dijo Alih encendiendo el auto y regresando para encontrarse con Rania, Fátima bajó del auto y desapareció en los caminos que daban al jardín de la mansión de su padre.
Alih regresó y vio a lo lejos a Rania en compañía de Jhon y simplemente se alejó creyendo todo el malentendido que Fátima había causado ante Alih y Khalid, haciendo quedar en mala posición a Rania, hasta ahora.
Las horas pasaron y Jhon estaba perdido en alcohol, los guardias lo llevaron a la habitación para meterlo al baño mientras otro preparaba café para tratar de reanimarlo. Lo vistieron y una hora después estaba un poco más sobrio. Lo encaminaron al auto para llevarlo al ayuntamiento donde se celebraría la boda.
Ahora estaba ahí somnoliento esperando a la mujer que se convertiría en su esposa despreciada.
La vio acercarse a paso lento, sintió su corazón acelerarse, tenía sentimientos encontrados, esos ojos le inspiraban paz, Pero, al verla completamente cubierta, sin poder ver su rostro, y recordar las palabras que había escuchado decir y verla marcharse en el auto de su ex prometido, le causaba un tremendo enojo y repulsión.
—Me casaré contigo, pero vas a conocer el lado oscuro de tu capricho mujercita. —se dijo mentalmente y mirándola fijamente sin parpadear.Cuando Rania llegó, con su sencillo vestido de novia, muy impecable, Jhon la recibió con una sonrisa falsa en el rostro, Rania sintió un frío intenso recorrer su cuerpo. Se acercó a él, y jhon la recibió con aire de superioridad, como confirmando el trato que recibiría de su parte. Rania tragó saliva y se obligó a mantener la compostura, aunque por dentro se sentía al borde del colapso.
—Dios...que esto sea todo producto de mi imaginación, solo deseo explicarle que todo es un mal entendido, que no era yo. —se consolaba así misma mentalmente.
Y la ceremonia se llevó a cabo según las tradiciones ancestrales de la región. Rania fue llevada al lado de jhon, donde recitó sus votos con la voz temblorosa. Su padre no sonreía, su orgullo era más fuerte que cualquier sentimiento de amor por su hija, ignorando la angustiosa mirada en los ojos de ella. Para el, esta boda era una solución para limpiar la deshonra de su hija.
Pero justo cuando el imán estaba a punto de declarar a Rania y a Jhon marido y mujer, ella sintió un fuerte temblor en su cuerpo que se tambaleó, siendo sostenida por Tifa.
—Tranquila señora, todo estará bien, —le susurró al oído. Rania apretó su mano y logró estabilizarse un poco y la ceremonia continuó bajo los murmullos de los pocos presente.
—Continúe. —ordenó Khalid con voz de autoridad, el silencio se apoderó del salón, mientras todos miraban atónitos a Rania...pues todo indicaba que estaba embarazada, según las palabras de Fátima a su padre.
—Tranquila esposa, entiendo que estés nerviosa por nuestra unión. —expresó Jhon, Rania sintió un rayo de esperanza nacer en su pecho, mientras Jhon habló, y la tomaba de la mano con gesto amable.
Fátima los miraban con incredulidad, no creía que Jhon la tratara así después de todo lo que ella hizo para dejarla mal ante el.
La ceremonia continuó y al fin Rania y jhon fueron declarados marido y mujer. Todos se retiraron del ayuntamiento sin demostrar un gesto de cariño, o una simple palabra.
Rania sonrió tristemente, nadie podía ver la tristeza que ocultaba su velo, miró a Jhon parado de espalda a ella.
—Ve con tu esposo mi niña, y recuerda que yo siempre estaré cuando necesites de una amiga. —dijo Tifa abrazando se a Rania, dando una palabra de aliento.
—Muchas gracias Tifa... cuando ya esté instalada y se hayan aclarado mis malos entendidos con Jhon, enviaré por ti.
—Estaré esperando mi niña. Ahora ve con tu marido.
Tifa se despidió de Rania y salió dejándola sola con Jhon. Rania sonrió y se acercó a el, sentía que era el momento de aclarar las cosas y empezar su nueva vida.
Con decisión, Rania caminó y miró a Jhon a los ojos, sin imaginar las palabras que le diría.
—No me casé contigo, para ser el marido cariñoso lo sabes muy bien. ¿Cierto?. —dijo con voz firme, y continuó. —Mi corazón no te pertenece, ni mi vida. Estoy decidido a seguir mi propio camino, aunque eso signifique dejar atrás todo este absurdo matrimonio, sigue tu vida como quieras...no me importa lo que hagas o dejes de hacer, no me interesa saber nada de ti. —aseveró fríamente. Rania lo miraba con incredulidad, podía comprender la posición de Jhon, estaba siendo obligado a casarse por algo que no cometió.
—Jhon...por favor necesito hablar contigo, escúchame, déjame explicarte, o más bien aclararte algo que tienes que saber. —pidió Rania sin ser escuchada. Jhon la miró fijamente agarrando sus muñecas.
—¿Acaso no me entendiste? Lo que escuchaste fueron mis últimas palabras, no quiero saber nada. —habló con desprecio, tirando sus mano y haciendo que Rania cayera al suelo. Jhon la miró fríamente, mientras ella miraba sus manos lastimada, caminó a paso largo y salió del ayuntamiento dejando a Rania sola y llorando.
Rania lo miró salir, sentía el corazón roto en mil pedazos, sentía morir lentamente, sentía su garganta cerrarse al punto de sentir asfixia, alzó la mirada sintiendo una fuerte presión en su pecho y un grito desgarrador salió con todas las fuerzas de su ser.
—¡Aaaaaaah! ¡Porque yo.....!Por qué..por qué a mí....Alá. ¿Acaso este es mi castigo por amar? Ser despreciada por el hombre que amo. —expresó con dolor sus sollozos eran tan fuertes que sacudían su cuerpo.
Se puso de pie, quitó su velo y rasgó su vestido quedando solamente en ropa interior, tomó fuego de las pequeñas antorchas y quemó los restos de su ropa que tenía, caminó sin saber dónde ir, Tifa la vio caminar como un zombie y sintió pesar en su corazón...no se merecía tanto sufrimiento. Pero ahí estaba, sufriendo el rechazo del hombre que estaba amando con toda su alma.
—Niña....ni niña. ¿Que te sucedió? —preguntó Tifa cubriendo su cuerpo con una manta.
Rania la miró, no podía pronunciar palabras, su pecho subía y bajaba por los sollozos, Tifa la abrazó fuerte al momento de sentir que Rania se desvanecía en sus brazos.
—¡Por Alá! Señora, no desmayes por favor. —siceaba temerosa por el estado de Rania.
—Vamos al hospital... pronto. —ordenó al chófer y este salió tan de prisa que quince minutos después estaban con Rania en una sala de emergencias.
Tifa daba vueltas sin saber que hacer, sabía que no podía llamar a Khalid y mucho menos a Jhon.
Poco faltaba para hacer surcos en el suelo de tanto caminar de un lado a otro.
—Familiares de la señora Rania Al-khalifa. —un médico llamó su atención.
—Soy yo, doctor.. dígame qué tiene mi niña por favor. —preguntó con desespero y preocupación.
—La paciente está estable....Solo fue una baja de presión, pero pronto estará completamente recuperada.
—Gracias a Alá, yo. ¿Puedo pasar a verla? —pidió...y el Galeno indicó la habitación donde estaba Rania.
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LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.
RomanceRania Al-khalifa, era una mujer inteligente, y hermosa, Había crecido en un hogar en dónde las costumbre y tradiciones eran inquebrantables. Estaba comprometida Desde muy pequeña con la familia Al-Rashid. Obligada a casarse con Alih Al-Rashid, y un...