Jhon y Rania llegaron a una cafetería del pueblo que estaba lleno de turistas. Estaban entrando a la cafetería cuando una voz muy conocida se escuchó tras de ellos.
—No lo puedo creer, mira que hermosa estás. —dijo Elian en el momento en que Rania se giró.
—¡Elián! Elián Rogers que bueno que estés aquí, porqué no me avisaste que vendrías
—Bruno me invitó a la feria de este pueblo y vaya que es hermosa, ya me indicó dónde están y voy para allá. Dime dónde está mi hermosa....
—Está com Bruno...ve con el que ella está ahí con el niño. Ya te alcanzo. —lo interrumpió Rania mientras Jhon sonreía discretamente viendo el esfuerzo de Rania por ocultar su identidad.
—¿Vamos? —dijo Jhon señalando la mesa donde estarían.
La anfitriona los atendió y su teléfono sonó. Lo miró y era Mustafá.
—Un momento por favor. —pidió poniéndose de pie y salir a contestar.
—Hermano..¿Cómo estás cuando regresas?.
—Mustafa... tienes que viajar pronto a Florencia, encontré a Rania.
—Que bueno por ti hermano.
—Si, y sino vienes un tal elian te ganará el amor de Tifa. Quedas avisado, por qué no pienso cuidar tus borracheras por desamor. —respondió y colgó la llamada.
Jhon volvió a la mesa donde Rania y se miraron fijamente.
—Bien..te escucho. —dijo Rania.
Jhon tragó grueso esperando entienda la intensión de todo aquellos encuentros con Ainar y el desprecio a Rania. Y empezó... Rania escuchó atenta a cada palabra y tratando de entender.
—Jhon, el hecho es que tú nunca le diste una oportunidad a Rania, y contrario eso, te refugiaibas en los brazos de Ainar. ¿Te imaginas si Rania se hubiera refugiado en los brazos de otro, y ella con justa razón...tu la despreciabas. Pero aún así no lo hizo.
—Lo se.. y fui un imbécil,
—Es comprensible...tu matrimonio fue forzado.
—pero eso no lo justifica...no justifica mi mala intención.
—Yo viajé a Nueva York, tenía proyectos pendientes y me llevó más tiempo del que creía y cuando volví al departamento...—dijo Jhon dispuesto a decir su verdad.
—¿Que pasó cuándo volviste al departamento Jhon? —preguntó Rania segura de que el no la había descubierto.
Jhon la miró fijamente, luego cerró los ojos y tomó sus manos.
" Perdóname Rania, mi esposa despreciada... perdóname por ser el imbécil que fuí contigo.' —se imaginó decir esas palabras, no sabía si descubrirse ante ella y esperar a que ella lo hiciera.
—¿Que pasó con tu esposa Jhon? —insistió Rania y se adelantó a responder por el.
—Déjame responderte....llegaste de viaje y te dedicaste a ignorarla como siempre me dijiste lo hacías. —Jhon sintió un estrujón en su corazón, deseaba gritarle a la cara que sabía que era ella su esposa Pero tenía que ser muy sutil en el proceso.
—El que me hayas buscado significa que nunca jamás armaste a tu esposa, y que sentiste y tuviste sentimientos por la que fue tu amante...osea yo.
—No...no..claro que no, cuando desaparecí todo ese tiempo, nunca envié mensajes a mi amante ni a mi esposa, quería estar seguro de que cuando volviera a estar frente a ella, estaría seguro de que era para darle una oportunidad a nuestro matrimonio, y me di cuenta de que Ainar no pudo tanto como creía, cuando volví, me encontré con mi esposa muy delicada de salud, no podía darle emociones fuertes, y me dediqué a cuidar de su sueños, cada noche llegaba muy tarde y me escurría en su habitación para velar su sueño, y al amanecer dejaba un delicado beso en sus labios, y siempre le decía lo hermosa que era, aunque se, se que no me escuchaba...Pero se lo susurraba al oído y salía al amanecer, le envié flores y ella ordenó lanzar las a la basura, y el día del ultrasonido, cuando escuché los latidos del corazón de nuestro hijo..supe que amaba a esa mujer, la escuché decir que iría a la playa y compré chocolates y lirios, y la esperé, y mientras la esperaba me decía miles de diálogos en la cabeza de cómo le diría que amaba a mi esposa, y no a mi amante, pero ella simplemente desapareció... la busqué.. la busqué por mucho tiempo... con muchos años y puse en evidencia laa mujer que perjudicó su reputación ante todos y toda su familia, y no sabes cómo anhelaba volver a verlos, a ella...a mi hijo. Rania, perdóname, perdóname por favor. Fui un imbécil...no.. no lo fui, soy un completo imbécil. —dijo Jhon, mientras Rania lo escuchó sintiendo estrujar su corazón y recordar cada cosa que creyó soñar, no lo interrumpió, lo escuchó en completo silencio mientras su corazón quería salir de su pecho, y reprimía las ganas de correr a sus brazos.
Jhon por fin había dicho todo lo que deseaba decir, ahora estaba seguro de que no sería fácil reconquistar su corazón. Por el simple hecho de que la intención es la que cuenta. Y él había sido infiel intencionalmente en aquella primera noche.
—Jhon.... No tienes idea de cuánto deseaba oir todo lo que me estás diciendo ahora, pero ya han pasado muchos años, tú tienes una vida...y tengo la mía.
—No..no Rania...no tengo una vida sin ti y sin nuestro hijo. Y no se cómo pudiste casarte si yo jamás firmé los documentos del divorcio. —informó Jhon y Rania sintió acelerar su corazón, ocultando la felicidad que esas palabras le producían.
Parpadeó, tragó el nudo en su garganta y pudo pronunciar palabras.
—Pues tendrás que firmar esos papeles Jhon, y lo siento por ti que no hayas continuado con tu vida... Pero yo sí seguí con la mía. Por favor firma esos documentos lo más pronto posible.
—Rania, ahora soy yo quien pide una oportunidad a nuestro matrimonio, y no..no voy a firmar esos documentos por qué no me voy a divorciar de tí. Y si tengo que seguirte día y noche para obtener tu perdón ten por seguro que lo haré, y así pasen seis años más... Te seguiré hasta que me perdones. —dijo Jhon intentando tocar sus manos y Rania evitando su roce.
—Muy tu problema Jhónathan Maxwell, yo hace años tomé mi decisión. —habló con aparente seguridad y tomando su cartera para salir de ahí.
Jhon intentó seguirla pero ella lo detuvo.
—Por favor Jhon, no insistas en algo que ya no tiene futuro. Serás el padre de Jhon, puedes verlo cuando desees, no voy a imponerte visitas a través de la ley, Pero recuerda, tu y yo seremos solamente los padres de Jhonathan. —dijo Rania con una seriedad muy convencida ante Jhon y subió al Uber para volver a la hacienda Ferrer.
Jhon la miró salir en completo silencio, se negaba a aceptar ser una horas compartida para su hijo,
—Jhonathan, mi hijo lleva mi nombre, eso significa que voy a luchar por ti Rania. Tú volverás conmigo así tenga que empezar Desde cero....si eso es....
Jhon sonrió pagó la cuenta y salió de la cafetería sonriendo, subió a la camioneta y fue a la feria donde se encontraba Gabriell y su pequeño Jhon. Su corazón latía tan fuerte y una sonrisa se dibujó en su rostro al pensar en su pequeño.
Llegó a la feria y a lo lejos miró a Gabriell con los pequeños y se acercó.
—Niños, llegó el tío Jhon. —habló Gabriell llamando la atención de Jhon jr.
—¿Tú también eres mi tío? —preguntó acercando se a Jhon el pequeño Jhon,
Jhon se puso a su altura y se vio en sus ojos... sonrió sintiendo un torbellino de emoción reprimida deseando tomarlo en sus brazos y decirle soy papá.
—Si mi campeón, puedes decirme tío.
—respondió Jhon tomando sus manos.
—¿Te gustan los caballos? Vamos a montar, a mi me encantan. —invitó Jhon y el pequeño miró a Gabriell y a Bruno esperando su permiso.
—Ve, mi pequeño jinete, no temas, has de cuenta que estás con papá. —respondió Bruno poniéndose a su altura.
—¿Tienes un hijo? —preguntó mirando a todos lados buscando lo.
—Si....y tiene tu misma edad y se llama como yo, Jhonathan.
—¿Sabías que mi nombre también es Jhonathan Al-khalifa y me dicen Jhon. —respondió el pequeño muy serio.
—Mucho gusto Jhonathan Al-khalifa, soy Jhonathan Maxwell....y siempre puedes contar conmigo.
—Está bien, vamos con los caballos, me gustan mucho, cuando venimos aquí, el tío Gabriell me prepara uno muy manzo. Y también me regaló una yegua...y será mamá, por eso está descansando...¿Verdad tío? —preguntó mientras Gabriell respondía muy atento a su conversación.
—Así es, cuando tenga a su cria, entonces podrás montarla.
—Y tu me ayudarás a domar al potro cierto. —preguntó el pequeño Jhon a su nuevo tío.
—Por su puesto que si... siempre puedes contar conmigo.
Jhon montó al pequeño Jhon en el caballo y luego lo hizo él, iniciaron nuevamente la cabalgata y está ves era de padres e hijos.
Rania en la confusión que tenía, se regresó de la hacienda y fue a la cabalgata, se acercó lo más que puso y ocultándose entre las personas pudo ver de lejos la escena que le estrujó su corazón, ver a su hijo compartir con su padre en la cabalgata de padres e hijos, sus lágrimas rodaron y dejó que su pequeño disfrutara del día junto a su padre.
Suspiró profundo y empezó a idear la forma de decirle al pequeño Jhon sobre su padre.
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LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.
RomanceRania Al-khalifa, era una mujer inteligente, y hermosa, Había crecido en un hogar en dónde las costumbre y tradiciones eran inquebrantables. Estaba comprometida Desde muy pequeña con la familia Al-Rashid. Obligada a casarse con Alih Al-Rashid, y un...