Rania y Tifa lograron escapar de los hombres de seguridad de Alih, subieron a un Uber, sentía su corazón latir tan fuerte que se escuchaba ella misma, dió la dirección al chófer y regresaron a la mansión, sigilosamente entraron por la puerta secreta que solo Tifa y ella conocían, llegó a su habitación, se cambió y fueron al jardín donde siempre se quedaban para que todos creyeran que era ahi que pasaba la tarde, luego de un corto tiempo fueron nuevamente a la habitación, y Rania fue directo al baño.
—Voy a refrescarme un poco Tifa, necesito poner en orden mis ideas. —dijo Rania y Tifa entendió mirando un brillo diferente en sus mirada.
—Ve mi niña.
Rania entró al baño, quitó su ropa y se metió bajo la lluvia artificial, recordó, la intensa mirada de Jhon, y una sutil sonrisa se dibujó en sus labios.
Suspiró profundo, cerró los ojos desechando ese pensamiento haciendo un gesto de negación.
—No...no debo pensar en otro hombre, eso no es de una mujer decente.....decente. si nunca conocí a otro, solo me impusieron en un compromiso que no busqué, no me dieron la oportunidad de escoger, ...dios que estoy pensando.. me casaré con Alih y ya..ese es mi destino, mi destino. —se dijo cerrando los ojos.
Y es que hasta el momento antes de salir clandestinamente, estaba segura de que amaba a Alih, había aceptado su destino sin antes conocer y mucho menos tratar a otro hombre, Jhon era al primero que trataba y sobretodo, era el primero en ver lo hermosa que era ella.
Salió del baño se .igual espejo miró sus ojos y vil reflejada la mirada de Jhon, apretó sus labios formando una fina línea en ellos.
—Si nos hubiéramos conocido antes de.....¿Antes de que? Si siempre estuve comprometida con Alih, no hay ante para mí. —se dijo mentalmente y salió del baño, fue al vestidor, se colocó un pijama, y mientras sacaba su cabello, nuevamente Jhon llegó a su mente.
—¿Niña, me estás escuchando? —Tifa le llamó la atención.
—¡Eh! Si..si dime Tifa. ¿Que sucede?
Tifa la miró y sonrió.
—Dime qué te hace brillar esos lindos ojos y te roba sonrisas inconsciente, mi niña. —preguntó Tifa sabiendo y estando segura de su respuesta.
—Mi boda Tifa..mi boda con...con Alih.. —dijo intentando sonar alegre su expresión.
—Pues veo que me mientes, porque dices boda y ese brillo se apaga en tus ojos. —dijo Tifa mirando la a través del espejo, Rania dejo el cepillo sobre el tocador y se giró para ver de frente a Tifa.
—Si pudieras ver la melancolía en ellos como yo niña. ¿No eres feliz? —preguntó Tifa sintiendo pesar en su corazón.
—Esta mañana desperté segura de que casarme con Alih era la razón más que suficiente para estar feliz, nunca antes traté con ningún otro hombre Tifa..y de pronto choco contra uno con los ojos azules como el cielo, esa voz tan ronca y...y..—Rania apretó sus labios para no decir la palabra.
—Seductora..niña, esa es la palabra. ¿Cierto? —dijo Tifa sonriendo.
Rania suspiró profundo y respondió.
—Si Tifa...ese hombre tiene una voz que solo de recordar no se que me da .ese acento de voz, sus ojos tristes. Es....es lindo, maravilloso, guapo, el hombre más guapo que ví. Y me siento una mujer sin moral Tifa, no debería pensar esas cosas. —pronunció sintiendo su corazón tan acelerado que retumbaba en su pecho, apretó sus labios y cerró los ojos.
—Mi niña, es natural, estás viva, sientes, y no sientes amor por Alih, te impusieron un compromiso desde muy pequeña, no pudiste elegir, ahora ves a ese hombre y es el primero en ver tu rostro.
—Esa es una señal Tifa. ¿No lo crees? —Puede ser mi niña...puede ser. —dijo Tifa abrazando a Rania mientras ella aguantaba las lágrimas para no dejarlas rodar por su rostro.
Se pudo de pie, y sin pronunciar palabras fue a su cama, se acostó y trató de dormir.
Cerró los ojos con la imagen de Jhon en su mente.
Al día siguiente
Jhon se removió en su lugar, abrió los ojos sintiendo se aún cansando, se fue al baño, se duchó, vistio y salió a reunirse con el jeque para iniciar el proyecto.
Jhon se vistió adecuadamente, desayunó, bajo dfl hotel, subió a su auto, manejo en la dirección , que tenía en sus soy yes, llegó media hora después, bajó tomó el ascensor y subió al piso donde se presentó en la oficina del hombre más rico y poderoso de Dubai, para iniciar la construcción del Palacete que sería el regaló de bodas de su hija mayor.
Los días continuaron pasando y Jhon se había hecho una rutina de ir y venir del trabajo al hotel donde se quedaba. Una semana pasó entre ir y venir, y no volvió a recordar a la mujer de ojos lindos.
La noche llegó, estaba acostado en su cama, tomo en teléfono y mito, fotos de Arielle, de los niños, de todos ellos juntos como familia, deseo borrar todo y encontró una donde estaban los dos, la miró y cerró los ojos.
Buscó el número de teléfono para eliminar y encontró el nombre del contacto guardado, como ojos lindos.
—Nunca me enviaste las direcciones ojos lindos. —se dijo y decidió escribir.
—¡Hola!Soy Jhon. ¿Me recuerdas? —envió el mensaje y tres minutos después recibió respuesta.
—¡Hola! Si.. claro que te recuerdo, atrapaste mi velo.
—Velo travieso, no quería seguir ocultando la belleza de su dueña.
Rania sonrió y respondió.
—Jajaja, tendría que haberse quedado en su sitio.
—Y entonces jamás te hubiera conocido,. ¿Has vuelto a la playa? O tu prometido no lo permite.
—No, el no tiene idea de que salgo a dar esos paseos.
—¡Mmm! Niña traviesa, seguro serás castigada si te descubre.
Rania sintió temblar su cuerpo, y cayó en cuenta que lo que decía Jhon era una gran verdad, que no sería un simple castigo. Jhon a pesar de estar al otro lado de la línea sintió la tensión en ese silencio.
—¿Aún estás ahí? Lo siento, no quise preocuparte, fue una broma...al parecer de mal gusto. Perdóname.
Los vistos marcaron azules, señales de haber leído el mensaje del cual no recibió respuesta.
—¡Hola!
Volvió a enviar visualizando la hora de la última vez, se había conectado y no respondió el mensaje.
—¿Que hice? Ya no se ni que hago, será mejor dejarlo asi. —se dijo, suspiró 6, apretó sus ojos con sus dedos sintiendo una gran frustración.
Jhon dejó el teléfono y no insistió por el momento, sirvió un vaso de agua lo bebió y se acostó.
Sentía inquietud, no podía conciliar el sueño, daba vueltas en esa habitación, hasta que escuchó el sonido del su teléfono.
Miró a leyó las direcciones que le había enviado Rania con un simple.
—Servido, espero le ayude en algo.
—¿Se enojó? —se preguntó y marcó el número de Rania sin recibir respuesta.
"Si te ofendí en algo perdóname, no fue mi intención. " ME.
Los vistos se marcaron azules, y la frase escribiendo, pero nunca llegó el mensaje.
Jhon dejó el teléfono nuevamente y se dispuso a dormir.
Rania pasó la semana sonriendo tarareando canciones y mirando el teléfono, siempre esperando un mensaje de ese desconocido de la playa.
—Niña, te he visto sonreír estos últimos días. —dijo Tifa entregando el velo a Rania, ese velo que era su favorito.
—Tifa, tenemos que volver a la playa.
—No niña, su padre está aquí está semana, es muy arriesgado. Además el no te escribió.
—Debe estar ocupado con su trabajo Tifa.
Una semana más pasó, y Rania volvió a ser la misma chica sombría de siempre,
—Mi niña, no estés triste, ya tu padre se irá de viajes de negocios y entonces podrás ir a dar tus paseos de siempre.
—Si Tifa, iremos a la playa.
—Claro, y si tienes suerte te encuentras al hombre guapo.
—Eso espeto Tifa...eso espero. —dijo
Rania, y sonrió sintiendo su corazón latir con emoción y de pronto un mensaje llegó a su celular.
Rania miró a Tifa llevándose la mano a cubrir su gran sonrisa sintiendo su corazón desbocado.
—Me escribió Tifa, si se acordó de mi.
—Responde niña, yo estaré fuera.
Rania empezó a responder los mensajes y a reír, cuando de pronto entró Fátima y su seriedad se marco df inmediato.
—El que solo se ríe..de sus picardías Se acuerdo. —hablò Fátima con sarcasmo.
Rania sintiendo culpa y temor por lo que hacia, parpadeo y se llevó las manos a su espalda escondiéndo el teléfono.
—¿Que escondes hermanita? Parece que hiciste algo malo.
—Que dices Fátima. ¿Que malo puedo hacer, estoy escribirnfome con Alih. ¿Acaso no puedo.?
—Si claro. ¿Y que te dice? —interrogó curiosamente. Rania la miró extrañada por su comportamiento y sonrió.
—Son cosas privadas entre mi prometido y yo Fátima..no creo que tú debes saberlo. —respondió Rania invitándolos a salir.
Fátima al no recibir la respuesta que tanto deseaba escuchar no la tuvo, salió de la habitación y entonces entró Tifa. Mientras Rania leyó el mensaje.
"¡Mmm! Niña traviesa, seguro serás castigada si te descubre."
—Tienes razón Jhon, si me descubren seré castigada. —se dijo mirando el teléfono.
—¿Que sucedió niña? ¿Cómo es eso de que si te descubren?
—Tifa, escribirme con un hombre estando comprometida con otro es una traición...y yo no soy así.
Se dijo tirando el celular sobre el tocador.
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LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.
RomanceRania Al-khalifa, era una mujer inteligente, y hermosa, Había crecido en un hogar en dónde las costumbre y tradiciones eran inquebrantables. Estaba comprometida Desde muy pequeña con la familia Al-Rashid. Obligada a casarse con Alih Al-Rashid, y un...