CAPITULO 19

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La pequeña reunión de bienvenida terminó, Rania muy despacio caminó y entró al ascensor y fue a la habitación.
—Espera...aún queda otra sorpresa . —dijo Bruno llamando su atención.
—¿Otra sorpresa? —preguntó Rania girando se y mirando a Bruno junto a Hanna.
—Si....ven.  —extendió su mano para guiarla mientras Hanna empujaba el coche de Jhon.
—Entra y mira.. esta será la habitación de Jhon. —dijo abriendo la puerta y dejando al descubierto la exquisita y delicada decoración que había ahí dentro.
—Bruno...es hermoso, de verdad gracias... gracias por todo.
—Son mis invitados y merecen lo mejor. —expresó sintiendo.
Los días seguían pasando, un mes había transcurrido, y todos estaban reunidos en el jardín.
—Bruno, creo, voy a necesitar comprar una propiedad. ¿Me ayudas por favor? —pidió Rania y Hanna la miró.
—¿Te irás de casa? —preguntó algo triste. Bruno alternó la mirada entre ellas.
—Cariño, estoy muy agradecida por todo el amor que me brindas a mi, a mi hijo, a Tifa, no tengo palabras para agradecer toda la amabilidad recibida.
—¿Entonces porque deseas marcharte?
—Mi vida...
—Papi pídele que no se vaya..por favor. —Hanna interrumpió a Rania pidiendo a Bruno que la detenga.
Bruno tragó grueso, Pero aún así no podía cumplir su petición.
Miró a Rania y sonrió.
—¿Dónde deseas vivir? Aquí en Bora Bora o en otro lugar? —preguntó Bruno mirando a Hanna salir de la mesa.
Rania vio  alejarse a Hanna, cerró los ojos sintiendo un estrujón en su corazón.
—Deseo invertir, algo que genere ingresos, deseo estudiar una carrera, estar fuera de mi país me brinda muchas posibilidades de crecer como persona.
—Me parece muy bien...Rania, puedes invertir en un proyecto de una cadena hotejera, te puedo contactar con la jefa del grupo, la arquitecta en jefe, es ...es prima de mi esposa.
—¿Y  que hago yo ahí.? No soy arquitecto.
—Socia inversionista, tu aportas con el capital. Y asi ganas mientras estudias lo que deseas.
—Quiero ser abogado, y así poder ayudar a muchas mujeres que estuvieron en mi situación.
—Puedes hacerlo. Y para ello puedes escoger estudiar aquí o en cualquier lugar que desees. ¿Sabes que cuentas con mi ayuda... cierto?
—Y te lo agradezco mucho...me gustaría que me asesores sobre la inversión.
—Para eso tenemos que viajar a Florencia Italia.
—No sé diga más, estaré lista cuando lo creas conveniente.
—Arreglo todo aquí y viajamos en una semana.
—Gracias Bruno...y puedes decirle a Hanna que estaré con ustedes un poco más.
—Muchas gracias Rania. Hablaré con mi hija.
Bruno sonrió al igual que Rania y terminaron su hora de la comida.
La noche llegó y Hanna estaba en su habitación.
—¿Puedo pasar hija? —preguntó Bruno golpeando la puerta.
—Estoy dormida papá. —respondió y Bruno sonrió haciendo un gesto de negación.
—Bueno, no importa que estes dormida no puedo esperar hasta mañana, la noticia que tengo es muy importante, y se que aún ahí dormida te alegraras. Rania se quedará a vivir con nosotros, nunca tuvo la intención de irse. —susurró muy despacio, Hanna abrió los ojos y dió un salto abrazando a su padre.
—¿De verdad Rania no se irá?
—Mmm no, no se irá.
—¡Yupiiiii! Voy a verla papi. —gritó muy emocionada y salió corriendo sin darle tiempo a detenerla.
—Espera cariño......Que niña esta...por dios. —dijo sonriendo y haciendo un gesto de negación y saliendo tras de ella.
Hanna corrió a la habitación de Rania y se lanzó sobre la cama.
—Papi dijo que no te irás de aquí.
—Así es, no me iré de aquí, nos iremos todos a Italia. ¿Te parece? —respondió Rania abrazando a Hanna.
—¡Siii! Nos vamos de vacaciones todos. —expresó la pequeña con mucho entusiasmo.
—Te voy a presentar a los abuelos, tu les gustarás estoy segura.
Bruno parado en la puerta con los brazos cruzados y sonriendo, anheló tanto una familia, y nuevamente se castigaba mentalmente sintiendo culpa.
Los días pasaban convirtiéndose en semanas y estos en meses, tres meses habían pasado y estaban listos para viajar a Italia.
Abordaron el avión y entre escalas y largas horas de vuelo estaban aterrizando en el aeropuerto privado de Roma.
Subieron a la limusina dónde cabían todos y fueron llevados a la residencia Ferrer.
—Papi..cuando vamos a Florencia, quiero compartir con mis primos.
—Descansemos un par de días y luego iremos a Florencia . ¿Les parece?
—Si, Pero pronto. —respondió una ansiosa Hanna.
—Voy acostar a Jhon, debe estar cansado de estar mucho tiempo en brazos. —dijo Rania subiendo las escaleras seguida por Tifa
—Me encanta lo poco que ví aquí, me encantaría vivir aquí. —expresó Tifa sonriendo.
—Te quieres multiplicar Tifa. —dijo Rania
—Nunca antes salí del país, ahora aunque sea escapando visitamos paises diferentes. —respondió ansiosa.
—No estamos escapando Tifa, solo desaparecí del lugar donde estaba de más...y sí... es hermoso aquí, y esperemos ver Florencia, Hanna dice que es campo.
Rania bañó y cambió al pequeño Jhon, al igual que ella y luego bajó al jardín.
—Bruno, es un hermoso lugar este. —dijo Rania muy encantada.
—Tengo una hacienda en Florencia, es un lugar maravilloso. —Tifa sonrió al escuchar esas palabras y miró a Rania.
—Seguro me encantará....bien si voy a invertir en ese consorcio de ingenieros y  arquitectos  creo me quedaré aquí, así estudiaré la carrera que deseo, y aprender mucho sobre esta cultura.
—Claro, mañana mismo hablaremos con el director de la universidad de derechos internacionales para tu ingreso.
—Muchas gracias Jhon.
—Somos amigos y para eso estamos.
Las horas pasaron y al día siguiente, Bruno esperaba a Rania para ir a la facultad.
—Necesito mi velo Tifa.
—Creí que ya no lo usarías.
—Poco a poco Tifa, voy a un lugar con muchos ....
—Lo se cariño, es solo que aquí nadie te criticará sino lo llevas. —la interrumpió.
—Lo se. —respondió Rania mirando el velo que de desprendió esa noche dejándola al descubierto frente a Jhon.
Rania cerró los ojos y lo empuñó fuerte.
—Tiempo al tiempo. —se dijo así mismo en susurros.
—Y el tiempo sigue creciendo y se parece mucho a ese viejo tiempo pasado. —respondió Tifa con sarcasmo. Rania la miró,  entendió lo que quería decir y sonrió.
—Tifaaa.. —dijo suspirando profundo.
—Cuida a mi príncipe.
—No deberías pedirlo, y eso es lo que más me gusta hacer. —respondió toda arreglando su cabello.
Rania dió un abrazo a Tifa y salió de la habitación, bajó las escaleras y Bruno la miró extrañado.
—Ya se...aquí no me criticarán. —dijo Rania adelantándose a lo que Bruno le diría.
—No dije nada.  —respondió Bruno levantando las manos y salieron para ir a la universidad.
Dos horas después estaban saliendo, luego de haberse inscrito en la facultad de derechos internacionales, estaban de regreso a la mansión.
—Familia, mañana viajaremos a Florencia...ya todo esta listo para salir temprano.  —informó Bruno en la mesa a la hora de la cena.
Al día siguiente, todos estaban listos para abordar el jet privado y viajar a Florencia.
—Estoy muy emocionada Papi, veré a mis primos.
—Así es cariño, tendrás todo el tiempo hasta que empiecen las clases.
—Ya no quiero volver a Bora...quiero quedarme aquí...por favor. —pidió Hanna haciendo pucheros.
Bruno no podía resistir a las caritas que siempre le hacía Hanna para convencerlo.
—Ya veremos cariño. —respondió Bruno.
Las horas de vuelo eran pocas y ya estaban en el helipuerto para volar a la hacienda.
Rania miraba encantada todo el paisaje frente a ella, todo le era novedoso, ver a través de una pantalla era una cosa, y vivirlo era otra.
—Todo es muy lindo.
—No comprendo por qué nunca antes saliste de tu país. —dijo Bruno.
—No tenía libertad Bruno, desde muy chica me comprometieron con el príncipe Alih por cuestiones comerciales y no podían permitirse el riesgo de que en mi camino se cruzara otro hombre en mi vida.
—¿Y Jhon? ¿Cómo terminaste casada con el y no con Alih? —preguntó Bruno.
—Razón tenía el Jeque Khalid Al-khalifa, ella se escapó una noche y mira... aquí estamos con un divorcio y un bebé, en brazos siendo muy amado. —respondió Tifa sonriendo.
—Y fue la mejor escapada,  por que entonces no tendríamos a esta cosita tan hermosa. —respondió Rania haciendo pucheros al bebé.
—Y eres libre Cariño. —dijo Tifa.
—Así es Tifa ..y no me arrepiento de nada y no me importa que me señalen por ser una mujer divorciada, tengo a mi hijo y eso me basta.
—Aquí nadie te reprochará por ser divorciada Rania. —dijo Bruno.
Ya estaban aterrizando en la pista y fueron recibidos por el mayordomo.
Todos instalados en la gran hacienda, compartiendo y conociendo los lugares más hermosos de la misma, llegaron a la hacienda las ARIELLE 'S.
Rania jamás se imaginó estar frente a la mujer del portarretratos que Jhon tenía en su escritorio.
—Bienvenido Bruno, que bueno tenerte por aquí hermano. —saludó Gabriell recibiendo a todos.
—Gracias hermano, en viaje de vacaciones en familia....mira te presento a Rania Al-khalifa, y a Tifa.    —respondió Bruno presentando a Tifa y a Rania.
—Mucho gusto señoritas. —saludó Gabriell.
—Vamos, será una sorpresa para Arielle, ya que desde que te fuiste, solo me entero que estuviste de pasada.
—Ya viviremos aquí tío Gabriell, Pero vamos pronto, que ya quiero ver a Carmine.  —habló Hanna impaciente.
Subieron a las camionetas y salieron en dirección a la hacienda.
Media hora después estaban siendo recibidos por Arielle L'Blank.

LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora