CAPITULO 7

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Jhon, estaba furioso por todo lo que estaba pasando, pasó por la ceremonia y luego enfrentar la realidad...su nueva realidad, hacia un mes atrás estaba preparado para unir su vida a la mujer que amaba y ahora estaba casado con una completa desconocida.
Después de dejar a Rania tirada en el suelo, salió del ayuntamiento, subió a un Uber y salió del lugar rumbo a la solitaria playa donde había pasado mucho tiempo ahí poniendo sus pensamientos en orden
Caminó por la orilla de la playa descalzo y con las manos en los bolsillos, después de caminar decidió sentarse en la arena y bebió de la botella, sus pensamientos eran un caos, no entendía como en menos de un mes de estar ahí en un país desconocido, estaba  casado con una mujer a la cual nunca había visto su rostro.
—Por dios...esto es una maldit4 pesadilla. —se reprochó  asi mismo. Las horas pasaron,  Jhon sentía una presión en el corazón, a su mente llegaban los recuerdos de esa mirada cristalina de la que ahora era su esposa, tirada en el suelo, Pues nunca antes se había comportado así de agresivo, y esa era su inquietud.
—¿Y si fuiste demaciado duro con ella? No...no lo fui, ella me enredó en este matrimonio indeseable. —se decía y se respondía así mismo.
Las horas pasaron,  se acostó mirando al cielo, el recuerdo de Arielle, y las palabras de Enmanuell, no lo dejaban.

"No es para ti hermano, ellos están destinados" —Arielle... Arielle. —susurró

La imagen de Arielle y los pequeños llegó a su mente, cerró los ojos tratando de evadir su nueva realidad que lo agobiaba, no se percató del tiempo en el que estuvo sumergido en sus recuerdos, cuando vio a lo lejos a una mujer entrar al agua, la miró fijamente, y  cada vez más, se adentraba a lo más profundo.
Se puso de pie como impulsado por un resorte, se acercó un poco más y la vio hundirse en las aguas agotadas y profunds.
Jhon corrió al ver qué no salía del agua y se lanzó al mar y nadó hasta poder alcanzarla y logró agarrarla, como pudo la arrastró a la orilla de la playa y empezó a reanimarla sin tener éxito.
—¡Hey! Mujer. —gritó sorprendido al ver de quien se trataba.
—Mujer reacciona. —habló casi gritó sin ser escuchado.
—Reacciona por dios... reacciona. —dijo, y fue entonces que se percató de que aún no sabía su nombre.
Volvió a reanimarla hasta que decidió darle respiración de boca a boca. Lo hizo una vez, dos veces y a la tercera Rania abrió los ojos lentamente y vio a su esposo intentando reanimarla, cerró los ojos y empezó a reaccionar besando a Jhon, quien se separó lentamente y la miró a los ojos, Rania sentía su corazón retumbar en su pecho, era la primera vez que sentía la sensación de unos cálidos labios sobre los de ella. Jhon la miró fijamente y muy despacio unió sus labios a los de ella nuevamente.
Rania lo recibió y respondió a ese beso que se sentía lleno de deseos por su parte, enredó sus manos al cuello de Jhon que intentó separar se.
—No por favor, besame. —pidió en un susurro, y el se dejó caer sobre ella.
Mordió sus labios suavemente, sus lenguas se enredaban en una danza que encendía sus cuerpos, Jhon apretó una de sus piernas y subió despacio por su cintura y llegó a su pecho, lo apretó suavemente, Rania sentía arder su cuerpo, Jhon se separó de ella por la falta de oxígeno en sus pulmones, y la miró fijamente a los ojos.
—Perdón.... perdón si te falto el respeto. —dijo sobre sus labios.
Rania lo abrazó dando a entender que no deseaba que se alejara .
—Hazme tuya Jhon, si esta es la única forma de tenerte en mis brazos pues que el mundo sea mi juez y amarte asi sea mi sentencia. —respondió Rania besando nuevamente a Jhon y sin él entender las palabras que dicia la mujer del velo.
Él respondió a ese beso y lo  profundizó, besó su cuello y poco a poco abrió los botones de ese vestido que se interpone entre sus labios y su piel.
Rania sentía un torbellino en su estómago, estaba embriagada por las caricias de Jhon.
—¡Oh! Jhon... Jhon. —pronunciaba entre gemidos.
Jhon besaba su pecho, mordió suavemente sus pezones haciendo que Rania arqueara su espalda quedando más expuesta a él.
Jhon abrió completa mente su vestido, bajó a su vientre dejando suaves mordidas hasta que llegó a su entrepierna, mordió sobre la fina tela que cubría ese misterioso monte,  besó sus piernas y bajó a sus pies, subiendo nuevamente, deslizó esa delicada prenda íntima y Rania quedó desnuda ante  su esposo, Jhon, besó nuevamente su vientre, subiendo a sus pechos mientras uno inquietos dedos jugaban en esa húmeda entrada, la miró fijamente, y ella entendió esa pregunta que no se realizó y que ella entendió.
—Nunca antes Jhon, nunca nadie me tocó de esta forma, tu eres mi primer hombre. —susurró en sus labios.
Jhon sintió un vuelco en su corazón, acarició su delicado rostro, y besó cada parte de el.
—Estás segura de querer ser mía.
—Completa mente Jhon, deseo ser únicamente tuya. —respondió... Jhon besó nuevamente sus labios, bajó por sus pechos y bebió de ellos como un sediento, y hambriento del placer que sentía, bajó a su entrepierna, y se abrió paso en esa entrada que desbordaba deseos.
Lamió cada parte de su feminidad, subió nuevamente por su vientre, llegó a sus pechos luego a su boca, la miró a los ojos y se posesionó entre sus piernas.
—Eres deliciosamente hermosa. —susurró sobre sus labios.
Rania sentía su cuerpo estremecer, Jhon jugó en su entrada y muy despacio se fue abriendo paso en su interior, Rania apretó sus manos sobre la arena al igual que sus labios.
—Cuando estés lista me lo dices. —habló dejando besos en su rostro.
—Jhon.... Jhon... ámame, hazme tuya, solo ámame. —respondió Rania con los ojos cerrados y su boca jadeante entreabierta.
Jhon se adentró muy despacio atravesando esa barrera que lo transportó al cielo.
—¡Aaaah! —gimió Rania agarrando los cabellos de Jhon.
El se quedó quieto esperando a  que Rania esté preparada, él besó apasionadamente sus labios y empezó a moverse muy lento, Jhon siguió su ritmo sintiendo su estrechez y entrando más profundo en ella.
Cuándo estuvo completa mente dentro, empezaron sus movimientos suaves hasta que Rania estaba completa mente entregada a él y saliendo a su encuentro.
Jhon y Rania se entregaron en cuerpo y alma, ella se entregó con amor y sintiendo amor por ese hombre que horas atrás  la había rechazado como su esposa, y que ahora como la mujer del velo le había hecho el amor de la manera más dulce y tierna.
Rania después de un tiempo, pensó, analizó, y sintió estrujar su corazón al ver qué su esposo no lo pensó dos veces y le había sido infiel con la que el creía era otra mujer, Jhon se dejó caer sobre su pecho después de correrse en su interior, Rania se sentó arreglando su ropa, se puso de pie y salió corriendo de ahí, dejando a Jhon sorprendido por su actuar.
—Espera...no te vayas. —gritó tratando de detenerla. Rania subió al primer Uber que pasó y desapareció de la vista de Jhon.
Jhon intentó alcanzarla, se quedó parado viendo desaparecer las luces traceras del auto en el que Rania subió y desapareció.
Tomó su teléfono y marcó el contacto de ojos lindos y no tuvo respuesta.
—Contesta Por favor, no quiero pensar que te hice daño. —envió el mensaje al cuál no tubo respuesta a pesar de ser leído.
Jhon pasó sus manos por su rostro y cabellos, estaba conciente de haber Sido infiel en su primera noche de bodas.
—¡Aaaaaaah maldit4 sea! ¿Que hice? Esto no era lo que quería para mí. —se reprochó pateando la arena.
Subió a su auto y salió decidido a enfrentar a su esposa.
En el trayecto su mente era un caos total, Rania vestida con un sencillo vestido de novia, la mujer del velo  intentando ahogarse, y después entregando le a él su primera vez, y por último Arielle que en pocos días su recuerdo era mas lejano.
Llegó al edificio dónde estaba el departamento dónde viviría con su esposa, tomó el ascensor y marcó los dígitos del piso, llegó al piso treinta, las puertas metálicas se abrieron, salió del ascensor y entró al departamento.
—¡Rania! ¿Dónde estás? Necesito hablar contigo. —habló fuerte
Fue a la habitación cuando salía Tifa con el rostro cubierto.
Parada frente a él, en estado de shock no podía pronunciar palabras.
Jhon la miró estando seguro de ser ella la mujer con la que se había casado.
—Necesitamos hablar. —dijo Jhon dando la vuelta y seguido por Tifa aún sin pronunciar palabras.
—Que es eso tan urgente que deseas hablarme. —logró articular palabras fingiendo un poco la voz.
Jhon la miró extrañado pero aún así lo dejó pasar.
—Perdón por lo de esta tarde, no tengo justificación, pero eso no quita mi mal comportamiento, Pero esto no era lo que yo pensé. No era mi intensión casarme con otra mujer que no sea....—sus palabras quedaron frenada al recordar a la mujer del velo, superando el recuerdo de Arielle.
Rania sintió estrujar su corazón escuchando las palabras que  Jhon decía a Tifa.
—Se....se que no era lo que esperaba, Pero era su vida en la cárcel,  o el matrimonio, y creí era la mejor elección. —respondió ella intentando  no ser evidente.
—Lo se...y te lo agradezco mucho...pero tengo algo que decirte.
Tifa fingió toser y corrió a la habitación donde estaba Rania.
—Niña, por favor se tu la que escuches lo que el desea decirte, toma, cubre tu rostro y escucha su confesión. —dijo Tifa despojándose de sus velos y fue Rania al encuentro de Jhon.
Salió de la habitación y se paró frente al hombre del cual  aún tenía el aroma de su piel, en la suya.
—Ahora si....te escuchó. —dijo Rania fingiendo un poco la voz para no ser descubierta ante su esposo.

LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora