CAPITULO 8

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RANIA EN EL HOSPITAL

Rania después de intentar hablar, explicar y rebelar su identidad ante Jhon, y este responder agresivamente, y luego dejarla ahí tirada, lloró tanto por sentirse desdichada, a causa de eso fue a parar al hospital.
—La paciente está estable....Solo fue una baja de presión, pero pronto estará completa mente recuperada. —informó el Galeno.
—Gracias a Alá, ¿Puedo  pasar a verla? —pidió Tifa...y el Galeno indicó la habitación donde estaba Rania.
Rania Al-khalifa, escuchó hablar al médico dando indicaciones a Tifa, se puso de pie y sigilosamente salió de la sala de emergencias, subió al Uber y dió la dirección.
Todo el trayecto fue mirar pasar el paisaje, y en su mente se repetía una y otra vez  las palabras de Jhon

"No me casé contigo, para ser el marido cariñoso lo sabes muy bien ¿Cierto?.
Mi corazón no te pertenece, ni mi vida. Estoy decidido a seguir mi propio camino, aunque eso signifique dejar atrás todo este absurdo matrimonio, sigue tu vida como quieras...no me importa lo que hagas o dejes de hacer, no me interesa saber nada de ti.
¿Acaso no me entendiste? Lo que escuchaste fueron mis últimas palabras, no quiero saber nada. " —pensó pasando sus manos sobre su rostro con frustración.

—Alá....¿Que hice para merecer esto? Todos me culpan de algo, si solamente lo único que deseaba era casarme con el hombre del cual me enamoré. —se decía así mismo entre sollozos fuertes.
—Jhon...solo deseaba un poco de ti, no creí que nos viéramos envueltos en esta marañas de malos entendidos. Serás libre, libre para que sigas tu vida. —dijo tomando su equivocada decisión.
Llegó a la solitaria playa, pagó y bajó del Uber, sus lágrimas rodaban por sus mejillas, caminó a paso lento con la mente en blanco, y poco a poco se adentró en el agua.
No imaginó que tomar esa decisión esa noche, la llevaría a vivir el momento que tanto había deseado....estar en los brazos del hombre que ama sin haberlo planearlo ni proponérselo.
Sumergiéndose en lo más profundo, cerró los ojos y se dejó llevar por las olas agitadas.
Creyó que la pesadilla se había convertido en un sueño, al ver a Jhon al momento de abrir los ojos.
Vivió el más dulce momento de amor que solo ella sentía y entregaba, para después salir de ahí corriendo mas confundida que al inicio.
Subió al Uber, Y ahora estaba de regreso al departamento dónde viviría con Jhon, tenía sentimientos encontrados, saber que su esposo no se detuvo al momento de acostarse con otra mujer sin saber que era ella misma.
—¿Y si hubiera sido otra mujer? Me hubiera traicionado igualmente. —se preguntaba.
Rania llegó encontrándose a Tifa preocupada por su desaparición.
—Niña...Por Alá...¿Dónde estuviste hasta ahora? —preguntó Tifa muy asustada y preocupada.
—Del infierno al paraíso Tifa y de ahí de regreso al purgatorio.
—Pero que cosas dices mujer..
—Jhon se encontró con la mujer del velo Tifa ..y la hizo suya sin pensar en Rania, su esposa a la que dejó tirada minutos después de la boda. —respondió Rania sintiendo decepción por lo sucedido.
—Mi niña....—las palabras de Tifa fueron interrumpidas cuando se escuchó la voz de Jhon llamando a Rania. Ella sintió temblar su cuerpo, miró a Tifa, mordió su labio haciendo un gesto de negación.
—Tranquila, yo iré mientras tú arréglate. —Tifa colocó su velo cubriendo el rostro y salió para momento después volver, cambiarse de velo y Rania saliera a escuchar lo que le diría  Jhon.

Y ahora era ella quien estaba ahí frente a él esperando lo que el tenía para decir.

—Te escuchó. —dijo Rania fingiendo un poco la voz para no ser descubierta ante su esposo.
Jhon la miró fijamente a los ojos, sintió una sensación electrizante recorrer su cuerpo, de pronto creyó ver la misma mirada que había visto hace horas atrás.
"No..es solo mi imaginación, un error"
Pensó cerrando por un momento los ojos.
—Rania....estás consiente de que este matrimonio es un error. Estaremos casado el tiempo necesario y después nos divorciamos, ni tu ni yo tenemos que estar unidos a las personas que no amamos. Además....no soy el hombre que tú crees, puedes pedir el  divorcio argumentando infidelidad de mi parte. —habló Jhon, dándole motivos para deshacer el matrimonio.
—¿Infidelidad? ¿Acaso me fuiste infiel?  Necesito pruebas para poder hacer esa acusación y no las tengo. —respondió Rania tranquilamente.
Jhon la miró y su serenidad era abrumadora para él.
—Tienes mi confesión, y eso es más que suficiente.
—Pues no...no es suficiente.
—Debería serlo, pues te lo Estoy confesando yo.
—Jhon, demos una oportunidad a este matrimonio. —pidió Rania de una dejando a Jhon sorprendido por la petición.
Jhon  miró fríamente a Rania, y sin pronunciar palabras,  tomó sus llaves y salió nuevamente del departamento. Rania lo miró desaparecer, cerró los ojos y retiró su velo cayendo sentada en el sofá, tras de ella.
—¿Que pasó señora? ¿Que te dijo el señor? —preguntó Tifa descubriéndose el rostro.
—Una confesión a medias, utilizó su desliz con la mujer del velo, como prueba de su infidelidad para el divorcio.
—Si supiera que nunca te fue infiel.
—Nunca lo sabrá Tifa, nunca podrá confirmar que esa mujer y yo somos la misma persona, no antes de que se enamore de mi.
—Niña, no le dirás  que esa mujer y tu son la misma.
—No Tifa, no lo haré, voy a conquistar su corazón, y cuando el se enamore de mí, entonces revelaré mi identidad a él. —dijo Rania con una esperanza en su corazón y una sutil sonrisa en sus labios. Y por un momento sus ojos brillaron de la emoción que nacía en su corazón, estaba segura de que conseguiría su propósito.
—Estaré contigo mi niña.
—Gracias Tifa, ahora quiero que me enseñes a cocinar, voy a preparar la cena a mi esposo. Voy a empezar a conquistar lo. —pidio Rania.
—Porsupuesto que si mi niña, mañana iremos de compras. Ahora ve a descansar que mañana será tu primer día de clases.
Rania fue a su habitación al igual que Tifa.
Jhon salió del departamento, bajó y subió al auto y fue al hotel donde se quedó en un principio.
Llegó, se quedó un momento sentado mirando a la nada, en sus pensamientos estaban Rania que lo hacía apretar el volante sintiendo un enojo muy grande, luego Rania en su otra versión como la mujer del velo,  que lo hacía sentir culpable, salió del auto y fue Mustafá quien lo  recibió.
—¡Carajo! —renegó
—¿Jhon...dónde estuviste hasta ahora? —preguntó Mustafá.
Jhon lo miró y recordando que podía saber cómo fue a ese club y de ahí a parar a la habitación de Rania.
—¿Estás libre Mustafá? Necesito hablar... más bien aclarar algo.
—Falta poco para que terminen mis horas de trabajo, entonces vengo y hablamos amigo.
—Está bien...ve a continuar con tu trabajo, que yo trataré de descansar si eso es posible.
Jhon fue a su habitación, entró y se dejó caer sobre su cama, mirando al cielo razo, y su mente en una maraña de confusión total, poco a poco fue cayendo a los brazos de Morfeo.
Su sueño era confuso, sentía su corazón latir tan fuerte, se miraba frente al espejo, vestido con su traje de novio, sonreía porque se uniría a la mujer que siempre amó...Arielle L'blank. Caminó en un pasillo de humo y llegó al altar, donde lo esperaba su mujer amada, su corazón se aceleró al verla ahí,  tan hermosa en su vestido de novia,  el velo que tenía cubierto su rostro le parecía familiar, tocó la delicada tela y vio que era el mismo velo de la mujer en la playa, y una duda se apoderó de el. ¿Por qué la mujer que amaba tenía ese velo? Se preguntó. La miró fijamente y lo quitó muy despacio y al momento de descubrir su rostro, su impresión fue tanta que no podía creer que fuera Rania la mujer que aceleró los latidos de su corazón por creer que era la mujer que amaba, y llevara el velo de la mujer que había Sido suya entregándole a él su beso blanco.
Tu no puedes ser la mujer que amo, y como es que llevas el velo de la mujer que.... De pronto miró a Arielle, a la mujer de los ojos lindos y a Rania en medio de las dos.
Yo soy la mujer que amas....
Habló Arielle, Pero su voz se escuchó como la voz de la mujer a la que le  había pedido el divorcio.
Se acercó un poco más, veía a Arielle, y nuevamente escuchó a la esposa despreciada, retiró el velo, quedando impactado al ver su rostro, pues era la mujer de los ojos lindos.
¿Cómo carajos era posible? ¿Cómo habían tres mujeres en una sola?
La que ama y la que  despreciaba se unieron para descubrir el rostro de la mujer que tenía los ojos más lindos y cautivadores. Entonces ¿Quien deseaba que fuera esa mujer que aceleraba los latidos de su corazón.?
Despertó con el rostro cubierto de sudor, y su mente más confundida, se puso de pie y fue al baño, se miró al espejo y lavó su rostro.
—¡Joder! ¿Que carajos es este sueño? De lo único que estoy seguro, es de tener que divorciarme de Rania. Será lo mejor para ella, jamás podré amarla. —se dijo mirándose al espejo,
Salió del baño  sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un solo sorbo, después sirvió otro y así hasta perder la razón.

Las horas pasaron y ya casi amaneció, Rania esperó toda la noche mirando el ventanal miró el celular deseando enviar un mensaje, Pero recordó que no era de  Rania de quien recibiera el mensaje.
—No puedo escribír, el creerá que es esa mujer de la playa. La mujer de la playa....—repitió Rania sonriendo por la idea que se le había ocurrido.
—Si tú no quieres a tu esposa...pues tendrás a tu mujer del velo....si a esa deseás,,,esa tendrás. —se dijo estando segura del papel que se jugaría para conquistar a Jhon.
Salió corriendo de la habitación y fue a la de Tifa.
—Tifa....¿Tifa estás despierta? —llamó desesperada tocando la puerta.
—¿Que pasa niña? ¿Que te hizo ese hombre? —preguntó algo desorientada.
—Pasó Tifa...claro que pasó....si mi esposo no quiere a su esposa...pues seré la mujer que el desea tener. —respondió dejando a Tifa más confundida.
—¿Que dices niña? No estoy entendiendo nada. ¿Cómo es que serás su mujer si odia a su esposa? O sea te desprecia, ¿Cómo serás su mujer?
—Tifa...recuerdas que a él le encanta hablar con la mujer de la playa, y no le es indiferente, la hizo su mujer, en nuestra noche de bodas me hizo su mujer de esa forma Tifa.
Tifa se puso de pie de un solo salto.
—¿Que Locura estás diciendo muchacha? —interrogó algo preocupada Tifa.

—Como es eso Rania, que le perdonarás el engañó contigo mismo y si hubiera sido otra mujer.
—No me engañó Tifa era yo.
—Has visto y comprobado su intención, niña.
—Por favor Tifa, era yo como la otra .
—Pero fue una traición, esa era su intensión,  porque el no sabe que eres tú. ¿Entonces que sucedió con la promesa de fidelidad que él te hizo.... La olvidó? Contigo mismo, la olvidó .
—No lo veo así Tifa.
—¡Ay niña! Pero si le dirás la verdad  ¿Cierto?
Rania miró a Tifa con picardía y sonrió.
—¿No lo harás verdad? —preguntó...a forma de confirmación.
—Eso mismo que estás pensando Tifa. —respondió caminando de  un lado a otro.
—Estás loca mujer sabías......y cuando el descubra quien eres. ¿Que le dirás?
—Que lo hice por que lo amo desde el primer momento en que lo ví en esa playa, y que por obra de Alá el fue a parar a mi habitación esa noche, que 
el destino, se puso a mi favor, que yo no  hice nada más que salvarlo de la cárcel.
Tifa se llevó un mano a la frente cerrando sus ojos, haciendo un gesto de negación ante esa ocurrencia de Rania
—Alá... Alá, ¿Por qué a mí me pasan estas cosas.? Se preguntó a forma de reproche.

LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora