LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.

CAPITULO 20

Todos bajaron de las camionetas menos Rania, que estaba en shock al mirar a Arielle, y tragó el nudo formado en su garganta.
—¿Que pasa Rania? —preguntó  Tifa al verla tan pálida.
—No quiero estar aquí Tifa, no me siento bien, por favor. —dijo muy angustiada. Bruno volvió al vehículo y la vio muy desmejorada a punto de colapsar.
—¿Que pasa Rania...no estás bien? —interrogó Bruno. Rania lo miró y luego a Arielle.
—Esa mujer.... —pronunció en un susurro. Bruno miró a Arielle sin comprender
—Ella es Arielle L'Blank, la accionista mayoritaria de dónde vas a invertir para ..
—¿Quee? ¿Estás diciendo que es ella la mujer de quién me hablaste .?
—No entiendo que pasa con ella. —preguntó Bruno.
—¿Pasa algo? —se escuchó una voz que los interrumpió y Rania mira por encima del hombro de Bruno.
Bruno se giró y la miró.
—Si...solo danos un momento por favor. —pidió Bruno a Arielle y se giró nuevamente a ver a Rania echa un
manojos de nervios.
—Rania... Tranquila.
—Bruno, esa mujer es la mujer de la fotografía de Jhon, ella tiene tres hijos y..—fue interrumpida.
—Tiene cinco  hijos Rania, ella es un pasado en la vida de Jhon. Jamás me imaginé que se trataría del mismo Jhon que quedó plantado en la iglesia por Arielle. Mira.. sino te sientes bien nos regresamos. —propuso Bruno y Rania miró a Hanna abrazarse con sus pequeños primos y luego miró a Bruno.
—No...es solo la impresión de las casualidades Pero está bien...vamos.
—¿Estás segura mi niña? —preguntó Tifa.
—Si...Estoy segura. —respondió Rania y luego miró a Bruno.
—Quiero pedirte un favor.
—Sabes que soy tu amigo Rania.
—Me presentarás como Ainar y que soy tu esposa. —propuso mientras que a Tifa abría los ojos como plato de lo sorprendida que estaba.
—¿Pero que estás diciendo Rania. ¿Acaso te volviste loca? —dijo y preguntó Tifa sin entenderla miró y también a Bruno que su rostro era todo un poema de confusión.
—Le dije a Jhon que me había arreglado con mi esposo...no digo que ella sea muy comunicativa, pero ante ella soy Ainar y estamos casados y de viajes de reconciliación. Por favor.
—Está bien..no tengo problemas con ayudarte. Pero no entiendo eso de Ainar y Jhon.
—Es así como Jhon conoció mi otra versión, quitándome  mi velo.
Tifa haciendo un gesto de negación y Bruno riendo por las ocurrencias de Rania... bajaron nuevamente de la camioneta y fueron hasta donde estaba Arielle y Gabriell.
—Arielle... Gabriell..les presento a mi esposa, Ainar Ferrer.
Rania miró fijamente a Arielle y dibujó una sonrisa en sus labios.
—Mucho gusto, Arielle L'Blank. —dijo extendiendo su mano.
—El gusto es mío, Arielle, Ainar Ferrer. —respondió sin dejar de mirarla. Por un momento se sintió el ambiente muy tenso,y fue Hanna y Carmine las que interrumpieron el duelo de miradas entre ellas.
—Papà, puedo andar en el bote...por favor.
Todos miraron a las pequeñas negando la petición de ellas y siguieron al jardín.
Todos pasaron al jardín y así pasaron entre conversas triviales hasta que hablaron de los negocios pendientes.
Tres horas después Rania era socia igualitaria y el consorcio de arquitectos donde se enteró que Jhon ya no era socio en ese proyecto.
Rabia sintió alivio de no ser descubierta por Jhon a través de Arielle. Y así  tres meses después estaban firmando los documentos de sociedad.
Los meses serían pasando y nunca revelaron el secreto de que no eran esposos, ante Arielle ellos eran un matrimonio, y así pararon los años de amistad entre ellas y reuniones de ves en cuando.
Tres años habían pasado y estaban festejando el cumpleaños de Jhon junto a la familia Alighieri L'Blank.
Rania había ayudado a Bruno y lo había convencido de recibir terapias.
—Me alegra mucho que ahora veas la vida de otra forma, y que estés dispuesto a vivir y seguir adelante, formar una familia. —dijo Rania sonriendo y sintiendo un profundo afecto por el hombre que la había ayudado a salir de un país siendo aún una mujer casada.
—Gracias a ti Rania... gracias por ser esa gran amiga...y si..voy a seguir pero no forzaré al destino.
—Como lo dijiste una vez.... tiempo al tiempo.
—Asi es. —respondió Bruno mientras conducía para dejar a Rania en la facultad de derechos internacionales en Roma.
Tres años más pasaron, Rania se había recibido de abogada, ahora era una mujer económicamente solvente y se había independizado de Bruno, tenía su propia residencia ya que bruno tenia su propia vida.
—Mami, voy a tener muchos amiguitos. —preguntó el pequeño Jhon listo para ir al primer día de clases en el kinder inicial.
—Asi es mi vida, ya falta poco para las vacaciones y nos iremos a Florencia donde los tios de Hanna.
—¡Siiiiii! —dió brincos de felicidad y aplaudiendo.
—¿Tío Bruno también vendrá.?
—Por su puesto que si. —respondió.
Rania y Tifa salieron para llevar a Jhon al kinder y luego para ir a su lugar de trabajo.
—Vamos jovencito, luego vendré a recogerte mi vida.
—Adiós mami. —respondió el pequeño arrastrando su mochila.
—Este jovencito se cree grande, ya no quiere que venga por el.
—Se siente libre mi enano. —respondió Rania sonriendo y mirándolo mientras la maestra lo guiaba al aula .
Rania salió del estacionamiento del colegio y dejó a Tifa como cada mañana en en centro comercial.
Siguió su camino sintiendo una extraña sensación de ser perseguida.
Llegó al estacionamiento del edificio donde trabaja a con Bruno y donde la conocían como Ainar esposa de Bruno pues la gran mentira siguió y nadie se preocupó en desmentirla.
Entró al ascensor y fue directo a la oficina de Bruno, dónde entró llamando su atención.
—Buenos días Bruno.
—Rania, ¿Estás bien? Estás pálida.  —preguntó poniéndose de pie.
—Últimamente siento como si alguien me siguiera.
—¿Estás segura?
—Si..lo Estoy pero no se.
—¿Recuerdas el caso Fernández? Lo enviaste a prisión por muchos años, deben ser ellos, tendrías las veinticuatro horas guardaespaldas, quieras o no. También Tifa y Jhon.
—Esta bien. —aceptó Rania y  Bruno inmediatamente organizó la seguridad a toda la familia.
Pasaron toda la mañana sumergidos en sus trabajo hasta que llegó la hora de salir.
—Iremos en el mismo auto. —propuso Bruno
—Vivimos en la misma casa. Queria proponerte que viajemos a Florencia necesitamos despejarnos un poco , además los niños estarán de vacaciones.
—Hanna quiere ir de campamento con las amigas.
—¿La dejarás?
—No lo sé...ayúdame tu....no..para eso eres su madre sustituta. —respondió Bruno bromeando.
—Hablaré con ella, está en una edad difícil,
—Lo se, y se me complica la comunicación con ella.
—No te preocupes...yo hablaré con ella.
Bruno y ranis llegaron como cada día a casa y compartían como una verdadera familia.

—Cariño, ya están muy prontas las vacaciones, y  nos vamos a Florencia, y se me ocurre una idea, por qué no invitas a tu amigas a la hacienda. —propuso Rania y a Hanna le brillaron los ojos de Felicidad.
—¿Puedo hacer éso?
—Claro que si mi vida, y tú papá estaría encantado de compartir.
—Entonces les pediré a ellas que hagamos ese viaje a la hacienda y haremos un campamento.
—Eso suena muy tentador, hasta yo me iría de campamento. Pero no voy a interferir en la privacidad de ustedes.
—Gracias tia Ainar me hubiera encantado que papá y tú.. —Rania  la interrumpió, sabiendo el rumbo de las palabras de Hanna.
—No mi vida, cuando seas grande sabrás que cuando uno ama de verdad, no habrá nada ni nadie que nos haga ver las cosas de otra manera.
—No... no creo en eso del amor, tengo casi trece años, y es ahora que veo con mas claridad, que papá jamás amó a mamá, y que se auto castiga, por ese error que cometió. —expresó con tanta seguridad que le causó gracia a Rania, ver y escuchar a una adolescente de casi trece años hablar del amor.
—Eres muy chica aún mi vida,  cuando seas grande entenderás que los adultos cometemos errores.
—Yo no los voy a cometer, no me voy a casar nunca, seré una monja. —dijo muy seria, que Rania la vio muy convencida de sus palabras.
—Hanna, hay muchas formas de servirle a Aláh, amar y formar una familia también es agradar a Aláh.
—Tengo mala experiencia en el amor, mi papá no queria a mamá, a ti  tampoco te quiso el papá de Jhon, asi que yo paso..—Rania sintió estrujar su corazón, al escuchar esas palabras, sabía que a pesar de ser muy pequeña, Hanna decia la verdad, tragó el nudo formado en su garganta y pudo hablar sin que su  voz se quebrara.
—Por eso digo mi vida, los adultos cometemos errores que nos cuestan mucho, y que muchas veces aunque nos duela el alma y sentimos que nuestro corazón se rompe en mil pedazos, tenemos que alejarnos, para corregir ese error.
—Pero están sufriendo mucho.... tú sufres, papá sufrió mucho tiempo, tu aunque no lo demuestras también lo haces,  sufres en silencio.
—Y son esas heridas las que nos hacen más fuertes...tan fuertes que resistimos.
—Tu y papá son cobardes. —soltó de una Hanna, dejando a Rania sorprendida por tales acusaciones.
—¿Cobardes? ¿Por qué dices eso cariño.? —preguntó Rania sorprendida por esas palabras.
—Porque ambos se escudan en una falsa relación, y todos creen que son parejas, y es por eso que nadie se atreve a acercarse tanto a tí como a papá. —aclaró la ya no tan pequeña Hanna.
Rania suspiró profundo haciendo un gesto de negación.
Sabía que Hanna tenía razón en sus palabras, y que era de esa forma como habían mantenido alejadas a cada interesada en Bruno, y como cada hombre interesado en ella.
Vio la necesidad de Hanna en tener una madre  y vio lo egoísta que hasta ahora había sido con esa pequeña.
—Cariño... perdóname...perdóname por estar entre la felicidad que anhelas tener con una familia formada con papá y una mamá. Perdóname mi vida, ahora que hablo contigo es que me doy cuenta el gran error que he cometido. Y lo egoísta  que he sido contigo. —sintiendo doler  su corazón. Abrazó a Hanna y juntas lloraron.
Rania sintió culpa, y de pronto una idea cruzó por su mente, miró a Hanna y sonrió ampliamente, acunó el rostro de Hanna entre sus manos y dijo la locura que se le ocurrió.
—¿Que pasa Rania, acaso tu enloqueciste ? —preguntó Hanna al verla sonreír.
—Se me acaba de ocurrir una idea o más bien creo es una locura.
—Pues dime,  que yo soy la reina de las locuras..... yo te diré si la hacemos o no la hacemos  de acuerdo a lo que me digas que se te ha ocurrido.
—Vamos a encontrarle una novia para papá. Haremos una lista del tipo de mujeres que le gustan.
—Tarde has abierto los ojos paloma, cuando tú quieres volar yo ya he dado tres vueltas... y de regreso. —respondió Hanna confesando lo que hacía tiempo ella y su mejor amigo estaban haciendo para lograr emparejar a sus padres.
—¿Recuerdas el crucero que hicimos?
—Si...lo recuerdo.
—Ahí empezó todo.
Rania no podía creer los alcances de Hanna, se miraron fijamente y sus  carcajadas fueron con muchas alegría de saber que pronto,bruno y esa desconocida mujer terminarían unidos. Rania sintió alivio y decidió que no se volvería a presentar como la esposa a de Bruno Ferrer.
Y asi el día terminó entre pláticas,  risas y ocurrencias de Rania y Hanna.