11. Deséame suerte

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Inicios de junio y el otoño tomaba matices invernales. Para su fortuna, el cuerpo de Felix emanaba calor sobre el suyo, entibiando hasta sus huesos. Aunque por la ventana sólo viera nubes cubriendo el cielo, Hyunjin tenía su fuente de calor y luz personal.

Besó suavemente la frente del rubio, antes de estirarse para mirar la hora en su celular y encontrarse con los mensajes de Troye la noche anterior.


Troye:

Hola, perdón sobre la horaria

Yo estoy hablando con mi asistente en Australia ahora y tengo una gran noticia para ti

Nos vemos en lunes!


Los nervios lo invadieron, ¿qué querría decir? ¿Qué lo llevaría a hablarle un sábado a media noche? ¿Una noticia para él? Absolutamente no sabía cómo responder. Simplemente añadió un "nos vemos!" en respuesta.

No podía evitar cuestionarse si sería correcto contestarle un domingo por la mañana, si le estaría permitiendo traspasar los límites en el ámbito laboral. 

Sus padres le habían inculcado la cultura de entregarse a su profesión. Con suerte había visto a su padre tomarse algún día libre durante los años que vivieron juntos, porque sabía que estaba totalmente entregado a su trabajo. 

Pero Felix... Su novio no pensaba igual. Seguramente lo juzgaría por permitir que le hablaran de trabajo en sus días de descanso. Podía visualizar su rostro de reproche por ceder a las peticiones de su mentor fuera de horario. En parte, porque culturalmente al rubio no le parecía adecuado,  y en parte, porque no soltaba los celos con Troye.

Porque sí, Felix había progresado mucho las últimas semanas en el manejo de los celos, pero Troye seguía siendo una espina que alteraba la expresión de su rostro cada vez que escuchaba su nombre.

—¿Qué pasa? —preguntó Felix con voz ronca, recién despertando.

—¡Nada! —respondió sobresaltado, dejando rápidamente el celular a un costado.

—Mmmmm —Aún adormilado, frotó suavemente su pulgar en el entrecejo de su novio—. Tenías el ceño fruncido.

Hyunjin no pudo evitar sonreír ante la apreciación. Su cuerpo no supo más que volver a abrazarlo y perderse en su calidez.


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Lunes por la mañana, Changbin no podía recordar hace cuanto no despertaba con ganas de por fin comenzar una nueva semana en su práctica laboral. Se levantó entusiasta. Tanto, que preparó colaciones para Chris y Lisa.

—¡Me encanta! —Lo abrazó alegremente su roomie antes de salir rápidamente a su trabajo— ¡Gracias, amor!

—La etapa del trío, recomiendo saltársela —mencionó más seriamente Chris, observando el sandwich que le entregó su amigo.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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