Capitulo 3

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Escucho mi teléfono sonar sin cesar aturdiéndome; desesperada por apagar ese sonido busco el celular sobre la mesita de luz sin ni quiera ver el emisor aprieto el botón de contestar antes de llevármelo a la oreja. 

-¿Si?- digo con la voz ronca gracias a que recién me levanto por culpa de la persona que se encuentra del otro lado del teléfono.

-Hola, mi amor. Soy yo tu madre

-Hola ¿paso algo?

-¿Quería saber si hoy podés venir un poco más temprano?

-Si ¿te encuentras bien?

-Sí, solo quería que pasemos todo el día juntas. Te extraño hija.

-Yo también mamá, espera que me cambio y voy para allá.

-Está bien cariño, te espero, besos-cuelga.

A pesar de que tenga sueño, me levanto y voy directo al baño por una ducha. Extrañaba mucho a mi madre, aunque la voy a ver todos los domingos. Ella claramente se siente sola ya que la tía se tomó vacaciones de un mes.

Busco ropa en mi armario, opto por un short de jean con una remera beige y zapatillas vans. Oculto mi apariencia para que nadie logre reconocerme, ya que un dia como este prefiero pasarlo tranquila y los parques suelen estar repletos.
Tomo un bolso blanco mediano, mi teléfono, llaves y billetera.

Salgo del ascensor dirigiéndome a la cocina donde me encuentro a Lina con un tazón de cereales con leche frente a ella. Su rostro se ve serio mientras ingiere el desayuno con lentitud.

-Buenos días- digo mientras agarro una caja de cereal de la lacena y sin molestarme en servir a un tazón, como del paquete.

-Buenos días- confusión aparece en su mirada mientras ve como me encuentro vestida- vas a algún lado.

-Sí, iré a pasar el día con mi madre como todos los domingos

-Ah sí, lo había olvidado.

-¿Te lo había dicho?- pregunto confundida. Que yo recuerde, no le había dicho una sola palabra sobre mi madre.

-Las revistas lo dicen todo al igual que la televisión ¿Olvidas que eres una estrella?- me sonríe obvia.

-Ah, cierto. Bueno ya me voy. Cualquier cosa no dudes en llamarme. Te anotare mi número aquí- agarro un papelito y lo anoto- Bueno si necesitas plata te la dejo aquí- saco de mi bolsillo un fajo de plata y lo ubico arriba de la mesa.

-¡No es necesario!- exclama abriendo los ojos a ver la cantidad de plata.

-Siempre es necesario.

-Pero no me voy a comprar medio supermercado

-Solo agárralo. Me voy, vuelvo a las siete. - me echo a andar hacia la puerta.

.............

Camino a la casa de mi madre, en un taxi, veo las calles pasar mientras me sumerjo en mis pensamientos. Recordaba la noche anterior, con Chad , no lo vería como un ligue más bien como un buen amigo. Siempre fueron amigas las que tuve, aunque Paola y Lina son las únicas que siento que son mis amigas; son las únicas con las que siento que son realmente amigas y no producto de la fama. Aunque a Lina la conozco hace poco siento será una gran amiga. 

Tan solo cuando la puerta de la casa de mi madre se abre, ella se tira a mis brazos como si no hubiera un mañana. Obviamente luego llegaron todas las miradas raras y comentarios de lo delgada que supuestamente me encuentro, seguido por un banquete lleno de comida sana. Miramos películas; reímos, lloramos, bromeamos y hasta comentábamos sobre los personajes que no estaban para nada mal en cuento a su físico. Luego decidí que ya era hora de irme ya que se estaba haciendo demasiado tarde.

We are so different (Editando y corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora