Capítulo 17

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Narra James

Toco el timbre de la nueva casa de Alice, por suerte Lina se encontraba en la casa donde antes vivían para recoger sus cosas y pudo decirme la dirección. Necesito estar con Alice, mis pensamientos solamente eran de ella, no podía dejar de hacerlo, así que necesito verla para calmar un poco la ansiedad de venir corriendo a la madrugada.

Un chico de unos diecisiete o dieciocho años de edad me atiende la puerta, frunzo el ceño a penas mirarlo.

-Soy James un amigo de...- unos gritos de Meyer se escuchan del interior interrumpiendo mi presentación, al escuchar lo que decía corrí al interior desesperado. "Llamen a un médico" gritaba. Subo escaleras a arriba donde se escuchaba su voz. Entro en la primera habitación encontrando a Alice con la respiración agitada tratando de respirar en un rincón, llora descontroladamente mientras se arrastraba hacia un costado cuando Meyer intenta calmarla.

-¡No! ¡No, por favor no!- gritaba suplicaba cuando intento acercarme- ¡No me hagas nada! ¡No ellos no!- Pero si no iba a hacerle nada, ¿ellos quién?

Me acerco rápidamente abrazándola fuerte mientras ella forcejea para liberarse lloriqueando y gritando.

-Tranquila, soy James- al escuchar mis palabras deja de forcejar y me abraza fuerte por el cuello mientras llora, siento como sus lágrimas golpea contra mi chaqueta de cuero que llevo puesta.-No voy a dejar que nada te pase, amor.

-Era solo una niña- dice sollozando, No entiendo ¿de qué está hablando? A pesar que la curiosidad por saber qué soñó o recordó, me quedo callado. La levanto entre mis brazos del piso llevando la a la cama, la recuesto y la tapo con la manta. Miro atrás haciéndole señas a Meyer de que se quede tranquilo y vaya, el asiente retirándose de la habitación.

Cuando termino de arroparla me enderezo para salir de la habitación pero ella me agarra de la muñeca.

-No te vallas, quédate a mi lado- le sonrío con mirada tierna, me saco los zapatos, campera y apago la luz de la lámpara. Me recuesto a su lado abrazándola por la cintura quedando mi pecho en su espalda, ella se acomoda más cerca de mí y cierra los ojos hasta quedarse profundamente dormida. En cambio yo no puedo dejar de mirarla mientras duerme, se ve tan serena y tranquila, apretó más el agarre de la cintura atrayéndola más a mi si es que es posible. Me duermo.


Narra Julliette.

Intento moverme pero no puedo, siento algo que me ajusta por la cintura, abro un ojo divisando un brazo agarrándome. Las imágenes de ayer pasan por mi cabeza causándome escalofríos, inmediatamente recuerdo que le dije a James que se quedara conmigo. Giro hasta quedarme cara a cara con James, trato de separarme pero el agarre se hace más fuerte, le miro la cara y veo su sonrisa.

-Estas despierto tonto- le digo golpeándole el hombro despacio, el abre un ojos y lo vuelve a cerrar riendo.- ¿bajamos a desayunar? Tengo mucha hambre.

-Un rato más- se queja, parece un niño.

-Bueno, entonces cuando quieras baja- trato de salir de la cama pero él no me suelta. – ¡Déjame!-digo aun sonriendo pero fingiendo molestia, se pone serio abriendo un ojo viendo mi rostro para encontrar algún rastro de molestia pero yo solo estoy sonriendo.

-Quédate conmigo- pide, ruedo los ojos y me acomodo entre sus brazos una distancia poco lejos de él.- ¿Puedo preguntarte algo?- pregunta.

-Lo estás haciendo- pone los ojos en blanco.- dos preguntas- Asiente y se pone serio preparado para preguntar.

-¿Qué es lo hizo que te pusieras así ayer?- me tenso, sus ojos azules están fijos en mi esperando a que le responda.

-No, no puedo decírtelo- miro a el muro detrás de él evitando su mirada, trago.

We are so different (Editando y corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora