Un tiro, dos tiros, tres tiros... Mi padre en el suelo mirando mis ojos que se encuentran con lágrimas. La sangre comienza a derramarse en el suelo como si fuera agua. "Te amo, feliz cumpleaños" esas fueron las últimas palabras de mi padre antes de cerrar los ojos para no abrirlos nunca más. Esas fueron las palabras que dieron el fin de su vida, esas fueron las palabras que destruyeron una torre que fue construida en años. El dolor recorre mi sistema largando lágrimas y lágrimas sin poder evitarlo.
Ya no estaba más esa persona que tanto amaba, esa persona que me crio junto a mi madre. Ya no estaba mi papa para decirme que es en lo que me equivoco. Ya no estaba para felicitarme. Todos los días del padre el ya no se encontraba riendo junto a mí con una sonrisa en su cara. Mi padre siempre me levanto cuando me raspaba una pierna o cuando tropezaba. Siempre estaba cuando salía del jardín llorando o feliz.
Alguien me agita con rapidez y ahí es cuando me doy cuenta de que es una pesadilla que ocurrió en la realidad. Me despierto y veo a Lina que me ve con preocupación. Las lágrimas recorren mis mejillas con rapidez, estoy llorando sin poder parar.
Lina me envuelve en un abrazo fuerte, para tranquilizarme. Mi llanto disminuye pero no del todo. Rodeo mis brazos, mientras seguía llorando con la barbilla en el hombre de mi amiga. Ella refriega mi espalda como lo hacía yo, para poder consolarla.
Cuando me doy cuenta ya había parado de llorar, mi amiga me deja en la cama hasta que me vuelvo a dormir...
Son las cinco de la mañana, hace un poco de calor. Salgo de la ducha envuelta en una toalla, me visto con la ropa que prepare antes de ir al baño. Me pongo una calza negra, remera azul holgada de manga corta y mis vans. Por último la peluca y los lentes de contacto, busco mi bolso para luego bajar por el ascensor. Tiro el bolso en el sillón ya que no es la hora en que deba irme al instituto. Enciendo el equipo de música mientras me preparo tocino y huevo revuelto.
El teléfono de la sala resuena, voy corriendo y levanto el tubo.
-Buenos días, ¿Estoy hablando con la señorita Brooks?- una voz femenina que se podría definir de unos treinta años escucha en el otro lado de la línea.
-Bueno día, si con la misma- mi voz sale algo ronca por no haber hablado desde que me levante.
-Sentimos molestarla, pero soy organizadora de fiestas y mi cliente quiere su presencia para cantar en su evento. Le agradecería si pudiera venir, le pagaremos una suma muy importante de dinero.
-Sí, iré con gusto, debería habla con mi manager. Le doy el número para que pueda arreglar las cosas con él.
-Gracias, te lo agradezco mucho- le di el número y corte.
El sonido del ascensor avisando que llego al piso indicado, hace que me voltee a ver, Lina sale con ojeras debajo de sus ojos, el pijama aún lo lleva puesto. Su nariz esta roja por lo que me da a entender que está resfriada. Su cabello se encuentra despeinado y se puede divisar gotas de sudor provenientes de su frente.
-¿Qué te ha pasado?- digo mirándola de arriba a bajo enfocándome en su mal aspecto.
-Gracia, por recordarme que me veo mal.-dice irónicamente con una mirada cansada.- me resfrié y para completar tengo fiebre.
-Vamos al médico- digo rápidamente agarrando mi bolso.
-No es necesario, solo me recuperare tomando pastillas. Anda tranquila al instituto.
-¿Estás segura?- ella solo asiente mientras camina a la cocina- ¡Llámame si necesitas algo! - grito para que me escuche.
-¡Solo vete!- hago caso y salgo de la casa corriendo al auto que esta estacionado detrás de las rejas.
ESTÁS LEYENDO
We are so different (Editando y corrigiendo)
RomantizmSinopsis: Ella (Julliette Brooks) la mejor cantante, líder de una banda. Rebelde, carismática y celosa. Pelo rubio oscuro con ojos verdes. Esconde su identidad, por una morocha ojos oscuros y esconde su fama para no convulsionar a la escuela ni ten...