I'm Gonna Be.

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Kathia


Me quedo parada en mi sala sin poder dejar de ver la puerta. No puedo creer que Jonathan y yo nos besáramos hace unos momentos. No puedo creer que le haya hecho eso a Carlos. ¿Cómo se supone que valla mañana a la escuela y haga como si nada paso? La verdad es que me gustó el beso. Me dejo caer en el piso y sonrío. Rozo mis labios con la yema de mis dedos y recuerdo como me beso. Se veía tan lindo y sexy y... Me acuesto en el piso y me tapo la cara con las manos. No me sentía así desde hace mucho tiempo. Me levanto a toda prisa, levanto la computadora de la mesa y subo corriendo las escaleras hasta llegar a mi cuarto.

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Son las 10:30 de la noche y aun no tengo sueño. Estoy sola en mi casa y decido leer un libro. Voy a mi pequeño librero y veo los costados de los libros; crepúsculo, agua para elefantes, it, el diario de Ana Frank, Divergente, asylum, correr o morir, entre muchos otros. Por fin decido leer El club de los corazones solitarios, lo leí una vez hace mucho pero no recuerdo gran parte de la historia.

Me acuesto en mi cama y comienzo a leer capítulo tras capítulo. Leer tanto sobre la música de los Beatles y sus vidas, me provoca dejar de leer y poner música, me levanto a mi escritorio y pongo el disco de Abbey Road a todo volumen. Empiezo a bailar y cantar por todo mi cuarto y después de 2 canciones me siento en un concierto donde la ropa y zapatos gritan como locos pidiendo que cante más. Me subo a la cama y sigo bailando y cantando:

"Oh! Darling If You Leave Me

I'll Never Make It Alone

Believe Me When I Tell You

I'll Never Do You No Harm

(believe Me Darling)

When You Told Me

You Didn't Need Me Anymore

Well You Know I Nearly Broke Down And Cried

When You Told Me

You Didn't Need Me Anymore

Well You Know I Nearly Broke Down And Died

Oh! Darling, Please Believe Me

I'll Never Let You Down

Oh, Believe Me Darling

Believe Me When I Tell You, Ooo

I'll Never Do You No Harm"

Me acuesto en la cama y empiezo a reír. No puedo parar de sonreír hasta que me quedo profundamente dormida.

Despierto cuando suena mi alarma y abro los ojos lentamente. Es lunes y tengo escuela, así que me levanto rápidamente y me baño. Cuando salgo me pongo unos jeans negros, mis Converse rojos y una playera de tirantes negra, me miro al espejo y me cepillo el cabello un par de veces y me peino con una cola de caballo. Tomo mi mochila y meto mis cosas rápidamente, tomo un suéter gris y me lo pongo. Salgo de mi cuarto y bajo las escaleras.

—Buenos días Kathia —Me dice mi madre mientras camino hacia ella.

—Hola madre —digo y la abrazo.

— ¿Quieres desayunar algo? —Me pregunta mientras pone algunos platos en la mesa.

—No, desayunare algo en la escuela, gracias —digo y camino a la puerta.

—Está bien, que te valla bien en la escuela —dice antes de que cierre la puerta.

Llego a la escuela y veo a Jonathan sentado a un extremo del salón escuchando música, me quedo en la puerta unos momentos mientras lo miro. Se ve tan lindo con su look de chico malo. Veo que hay un asiento desocupado junto de él, así que camino hasta llegar allí. Me siento sin decir nada. Jonathan voltea a verme y sonríe mientras hace el ritmo de una canción sobre la mesa. Se ve chistoso y no puedo evitar reírme. Tiene la música tan alta, que, aunque lleva audífonos, puedo oír la canción de Shoot To Thrill hasta donde estoy. Cuando termina la canción, se quita los audífonos y me mira.

— ¿Cómo te va hoy Kathia? —Me dice mientras se acerca a mí.

—Bien Jonathan y ¿a ti? —respondo y me sonrojo un poco.

—Bien —dice y se encoge de hombros.

El maestro llega y empieza a dar la clase. No puedo pensar en otra cosa más que en Jonathan, en su cabello, sus ojos, sus labios, todo. Cuando el maestro se va, después de su aburrida clase de 3 horas, Jonathan esta recargado en el respaldo de la silla con expresión de enojo. No sé que decir.

— ¿Qué clase tan más aburrida no? —Genial Kathia, no se te pudo ocurrir algo más escupido para decir.

Jonathan no dice nada. Voltea a ver a la ventana.

— ¿Quieres ir a comer algo? —preguntó tratando de que me mire. No se que hice o dije para que se pusiera así conmigo. Me mira y sus ojos están llenos de enojo.

—No, no quiero comer, gracias —dice con indiferencia.

—Está bien —digo y cruzo los brazos en el pecho.

toma sus cosas, se levanta y sale del salón sin más.

¿Que acaba de pasar? ¿Dije algo malo? Siento que no puedo respirar. Tomo mis cosas y camino a clase de química que es en el laboratorio. Cuando llego la clase ya empezó, pero no veo a Jonathan por ningún lado. Me siento en mi mesa correspondiente con mi compañera y trato de prestar atención, pero no puedo. Al final del día, salgo y no veo el carro de Jonathan, seguramente se fue después de que hablamos. Camino a casa y Carlos está esperándome afuera con su moto, sonrío al verlo y corro a abrazarlo.

—Hola hermosa —dice y me da un beso en los labios.

—Hola —digo y sonrío.

— ¿Qué te parece si te invito al cine? —dice y me toma de la cintura.

—No lo sé, tengo mucha tarea por hacer... —vacilo y el me besa.

—Anda, prometo traerte temprano —dice viéndome a los ojos.

—Está bien —digo y le doy un beso— solo dejo mis cosas y voy por el casco —digo y me aparto un poco de él.

—Está bien —dice y se muerde el labio. Camino hacia mi casa, abro la puerta y subo corriendo a mi habitación. Dejo mis cosas en la cama, voy a mi armario y tomo mi chamarra negra de cuero y el casco que está en el piso. Pongo el casco en la cama y me pongo la chamarra. Busco en mi mochila mi teléfono y mis llaves y los guardo en una de las bolsas de la chamarra, tomo el casco y salgo de mi cuarto. Bajo corriendo las escaleras, salgo de la casa y cierro la puerta. Cuando Carlos me ve sonríe y camino hasta él.

—Que hermosa te ves con esa chamarra, quien te la regalo tiene muy buen gusto —dice cuando me paro frente a él.

—Gracias, tengo un novio con muy buen gusto —digo y lo beso. Cuando le dieron la moto a Carlos, yo le regale una chamarra de cuero junto con el casco. Y poco tiempo después, cuando fue mi cumpleaños, el me regalo esta chamarra. Carlos se sube a la moto y se pone el casco. Me pongo el casco y luego me subo. Empieza a avanzar y lo abrazo por la cintura.

Carlos y yo llevamos tanto tiempo juntos y hemos tenido momentos bonitos y también momentos malos, pero a pesar de todo, lo amo y creo que esto puede funcionar. 

Sólo amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora