Jonathan
No sé que pensar sobre lo que paso en casa de Kathia. Ni siquiera sé si me gusta, quiero decir, ella tiene novio, yo tengo novia.
Empiezo a conducir y llego a casa de mi novia. Me bajo y toco la puerta. Después de unos segundos sale y me mira sorprendida.
—Hola mi amor —dice algo nerviosa.
—Hola, ¿quieres salir? —digo indiferente.
—Ammmm yo —empieza a decir y escucho a alguien caminar dentro de su casa.
—Hay alguien más contigo? —digo enojándome un poco.
—No, es ah... —empieza a jugar con su pelo— es una amiga —dice casi gritando.
— ¿Me estas engañando? —Le pregunto esta vez enojado.
—No, yo no... —dice con angustia en los ojos— no te estoy engañando —dice y se pone más nerviosa.
—Entonces puedo pasar —digo serio mientras empujó la puerta.
—No, no puedes —dice, pero no me resisto y la abro. Veo a un chavo, como de 20 años, acostado en el sillón de su sala sin camisa. El tipo me ve con cara de susto
—Viejo, no es lo que parece —dice y busca su playera por el piso sin dejar de verme. Salgo de la casa y Vanesa me sigue.
—Déjame explicarte —dice ella a punto de llorar.
—Ya me quedo claro Vanesa, no tienes nada que explicarme —digo y ella me toma del brazo y me sacudo para que me suelte.
—Por favor Jonathan, no te vayas, yo te amo —La miro y tiene las mejillas llenas de lágrimas.
—Terminamos —digo y sigo caminando a mi auto, me subo y me voy sin mirar atrás.
Voy a la primera tienda que veo y compro una lata de cerveza y una cajetilla de 20 cigarros. La señorita que me cobra me ve con preocupación por ser las 11:30 de la mañana, pero no me importa. Regreso a mi auto y me tomo la cerveza, sabe tan bien.
Conduzco sin rumbo por la carretera mientras fumo. Después de unos kilómetros salgo de la ciudad y llego a un pequeño pueblo no muy lejos. Bajo un poco la velocidad y miro el lugar. No es muy grande y las casas son pequeñas, son coloridas y hay gente caminando por la calle. Llego hasta donde, supongo, es el centro de... Lo que sea que sea esto y hay un pequeño parque. Me estaciono no muy lejos y salgo del auto, camino al parque y me siento en una de las bancas.
Miro a mi alrededor y es un lugar tranquilo, no hay mucho ruido y la vista es bonita. Saco de mi chamarra de mezclilla la cajetilla de cigarros con el encendedor y la miro. Aún queda una gran parte de ellos. Saco uno y lo pongo entre mis labios, cuando intento prenderlo veo a una chica sentada en una banca frente a mí que me observa con expresión de duda. Es linda, lleva un pantalón de mezclilla entubado, una camisa negra de tirantes con una chamarra roja encima y unas botas moradas estilo militar. Prendo el cigarro y guardo la cajetilla y el encendedor en mi chamarra. Me levanto y camino hacia ella.
— ¿Que haces aquí tan sola? —Le digo cuando estoy lo suficientemente cerca para que me oiga.
—Esperando a que un chico rudo, con un cigarro venga a hablarme —dice con tono divertido. No puedo evitar sonreír.
—Pues, es tu día de suerte —digo y extiendo mis brazos hacia los lados y le guiñó el ojo.
— ¿Puedo? —preguntó señalando el gran espacio vacío junto de ella.
ESTÁS LEYENDO
Sólo amigos
Teen FictionKathia es una chica como cualquier otra. Le gusta escuchar música, dibujar, tocar guitarra. En su primer día en la preparatoria se siente completamente sola, hasta que un chico le sonríe. La vida de Kathia esta a punto de cambiar por completo. ...