Welcome to mi memories

154 7 0
                                    

Kathia

Jonathan. Ahora lo recuerdo. Era amigo de un ex novio mío. Lo vi varias veces en un par de fiestas a las que asistí con aquel chico: Julio. Recuerdo que eran mejores amigos y andaban juntos de un lado a otro. Recuerdo que Julio no era el mejor novio. Si, éramos unos niños, pero no tenía ningún derecho de tratarme mal. A los 4 meses terminamos y no volvimos a hablar más.

Recuerdo a Jonathan como un niño, no muy alto y no muy atractivo. Pero estos años de no vernos creo que le hicieron bien. Es más alto, tiene el cabello largo y es atractivo.

¿Qué estoy diciendo? Yo tengo novio y lo amo, no se porque estoy viendo a otro chavo. Aparto mis pensamientos y escucho lo que está diciendo.

—Me gusta escuchar música, dibujar, salir con mis amigos e ir a fiestas. Tengo 17 años. Tengo 3 hermanas. Esta es mi tercera escuela en 2 años. Realmente no acabo de entrar a primero, estoy en tercero, revalide algunas materias de mis anteriores escuelas, pero como soy nuevo, estoy aquí con ustedes, los veré en algunas clases—. Lo dice en un tono rudo y desafiante —eso es todo.

—¿Por qué tantas escuelas en tan poco tiempo? —Le pregunta el maestro.

—No les caía muy bien a los maestros —dice con una sonrisa burlona—. Creo que no soportaron tener un alumno tan brillante en sus clases.

Que cretino. Se cree la octava maravilla del mundo.

—Espero y conmigo se lleve bien —dice el maestro serio—. Bien, eso es todo por hoy. Nos vemos el día de mañana.

Agarro mis cosas y me levanto de mi asiento lo más rápido que puedo.

En la puerta me encuentro con una multitud de adolescentes desesperados por salir del salón.

Comienzan a empujar y cuando estoy afuera tropiezo con mis propios pies y caigo al piso haciendo que todas mis cosas caigan conmigo.

Escucho que algunos pasan junto de mi riéndose y yo me muero de vergüenza. Intento agarrar todas mis cosas e irme lo más rápido posible de ahí.


Veo a alguien agacharse y pasarme algo que se me ha caído, lo tomo.

—G... Gracias. —digo sonrojándome.


—De nada —dice una voz suave, es de un chico—ven, te ayudo a levantarte—me dice mientras me agarra del brazo y me ayuda a levantarme. Me sonrojo aún más, así que no puedo verlo a los ojos. Soy una chica muy tímida. Noto que el chico ríe levemente—. Te ves tierna cuando te sonrojas. —Dios mío, quiere que me muera de vergüenza o que. Pone su pulgar suavemente en mi barbilla y me obliga a levantar la cabeza para observarlo.

Cuando lo miro me quedó inmóvil. Cuando lo vi note que era atractivo, pero teniéndolo en frente, dios, es más guapo de lo que imagine. Lleva un pantalón de mezclilla, una camisa de botones blanca de manga larga y unos tenis negros. Tiene una sonrisa tan hermosa, su cabello está perfectamente despeinado y tiene unos ojos cafés oscuros en los cuales es fácil perderse.


—Creo que no me recuerdas, mi nombre es Jonathan —dice dando un paso atrás y estrechando su mano.


—Hola, soy Kathia, mucho gusto —digo tomando su mano apretándola un poco. Tiene unas manos suaves. Puedo notar que no lleva mochila y solo lleva una libreta que sostiene con la otra mano.

—Te recuerdo, eras novia de Julio hace como 2 o 3 años —dice con todo divertido.


—Si, yo... Si. —Estoy súper nerviosa, siento que estoy empezando a sudar. Noto que aún estamos tomados de la mano y la retiro inmediatamente.

—Tranquila, no muerdo —dice y después empieza a reírse.

Me pongo roja como un tomate y agacho la cabeza

—Perdón, creo que te estoy incomodando un poco. ¿Te gustaría tomar un café conmigo o ir a comer algo? —Hace una pausa y se rasca la nuca—. Digo, para que podamos platicar o algo.

—Si —digo si pensar y empieza a sonar mi teléfono. Lo saco y veo el número. Es Carlos, mi novio, había olvidado que vendría por mí a la escuela—. Lo siento, debo contestar —digo, contesto el teléfono, doy media vuelta y doy 3 pasos.

hola nena, estoy afuera, ¿dónde estás?

—ya voy saliendo amor, ahorita te veo.

está bien, te amo nena. —también te amo —y cuelgo.

Volteo de nuevo y Jonathan parece incómodo.

—Lo siento, olvide que mi novio venia por mí, creo que será otro día. —Le digo con una sonrisa.

—Está bien, cuídate —Me dice y puedo notar algo de enojo en sus palabras, me despide con la mano y se va.

Camino hacia la salida y ahí esta Carlos, recargado en su moto. Corro hacia él y lo abrazo. Lleva puesto unos jeans negros, una camisa negra de Iron Maden y encima una chamarra de cuero negra. Lleva unos lentes obscuros y su cabello todo despeinado. Me encanta su moto. Se la dieron de cumpleaños el año pasado. Es una Harley Davidson. Es hermosa.

—Hola nena, que tal tu primer día en la prisión que tú llamas escuela —dice mientras me alejo un poco de él y pongo mis manos en su nuca.

—Bien, la prisión no es tan mala ¿Sabes? Deberías de tratar de entrar algún día. —Le digo como burla.

—No gracias, yo paso —dice y me da un tierno beso en los labios—. Y dígame hermosa princesa, ¿a dónde quiere ir el día de hoy? —dice mientras me pone el casco.

—Mmmm, no lo sé —digo divertida mientras veo hacia otros lados—Sorpréndeme —Le digo y me sonríe. Toma mi mochila y se la pone él. Se sube a la moto y la enciende. Se pone el otro casco y me hace señas de que me suba. Me siento detrás de él y lo abrazo con todas mis fuerzas.


—¿Lista? —dice mientras acelera un poco.

—Lista —Y cuando le digo eso, acelera aún más y puedo notar la sonrisa de satisfacción de mi novio al ver los autos pasar muy rápido junto a nosotros.


Siento la adrenalina por todo mi cuerpo. Algún día nos vamos a matar a esta velocidad. Pero por el momento no me importa nada, solo quiero despejar un poco mi mente y alejarme de todo por un rato y eso solo lo puedo lograr con Carlos.

Sólo amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora