Sweet child of mine.

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Jonathan

Los días siguiente, hablo con Kathia sobre ella y su familia, me cuenta un poco sobre su pasado.

Como es de costumbre me habla de su idiota novio y de lo mucho que lo ama y blablabla y que este fin de semana ira con él a la boda de la tía de él y será en un rancho a 2 horas de aquí. Aunque lo odie con todo mi ser, me ofrecí a llevarlos ya que se irán en la moto y eso es algo peligroso. Le dije que yo los llevaba y como se quedaran la noche, regresaba al siguiente te día por ellos, pero no quiso, así que, en fin, espero que les vaya bien.

Es viernes por la tarde y estoy en casa de Kathia, ya que me pidió que le ayudará a escoger el vestido que usaría en la boda.

Hasta ahora me ha enseñado un vestido negro con flores rosa con blanco que le llega un poco más arriba de la rodilla. Estoy sentado en su sala, esperando a que baje.

Después de 5 minutos, baja con un vestido con la parte de arriba color negro y la falda es color negro y blanco.

—Que tal este —dice cuando llega al último escalón y se pone unos zapatos negros de tacón no muy alto.

—Mmmmmm no sé, da la vuelta —Me ve y pone los ojos en blanco, da la vuelta lentamente y sonrió, se ve tan bonita.

—Y bien... —dice y camina hacia mí.

—No, no me gusta —Da media vuelta y antes de subir se quita los zapatos y los levanta.

Sube corriendo la escalera y espero otros largos 15 min.

Cuando empieza a bajar de nuevo tiene un hermoso vestido que le cubre el pecho y no tiene mangas, es de encaje negro con blanco y le llega un poco arriba de la rodilla. Como hizo la vez pasada, cuando llega abajo se pone unos zapatos negros cerrados de tacón un poco alto. Lleva el pelo suelto y unos aretes de perlas.

—Y bien... —Da una vuelta y camina hacia mí. La miro una y otra vez, se ve realmente hermosa.

—Ahora entiendo la diferencia entre bonita y hermosa —Me levanto del sillón y me acerco a ella. La tomo de la mano y la guio para que dé una vuelta lentamente.

—Entonces ¿eso es un sí? —pregunta algo sonrojada.

—Me tienes babeando y aun preguntas —Se sonroja a un más— te ves hermosa, me encanta —Me acerco y le doy un beso en la frente y me alejo.

—Bueno, entonces este es el indicado —vuelve a dar una vuelta esta vez más rápido, haciendo que el vestido se levante un poco— gracias Jonathan —Me sonríe.

—Cuando quieras enana —digo y le guiñó el ojo—. Bueno, me tengo que ir —Me levanto del sillón de nuevo y me acerco a ella. La abrazo por la cintura— ¿segura que no quieres que los lleve? Mi auto es más seguro y no tendría ningún inconveniente...

—Estaremos bien Jonathan, no te preocupes —dice y me besa la barbilla.

—Ok, está bien, con mucho cuidado —Le hago el pelo a un lado y pongo mi mano en su nuca y le vuelvo a dar un beso en la frente— si quieres que vaya por ustedes me hablas tienes mi número y...

—Estaré bien Jon, juro avisarte cuando llegue —sonríe. Suspiro.

—Está bien, me rindo —Le doy un beso en la nariz y me alejo.

Escucho que abren la puerta y volteo. Aparece una señora de pelo negro largo que me ven con cara de asombro.

—Hola mama —dice Kathia y camina hasta ella y le da un beso en la mejilla. Kathia se parece mucho a su mama.

Sólo amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora