Jonathan
Maldición. Esto no puede estar pasando. Recién acabamos de salir del hospital y ahora pasa esto.
Veo como todo pasa en cámara lenta. Veo el carro salir a toda velocidad y trato de frenar, pero ya es demasiado tarde. El carro se estrella en la puerta del copiloto y mi hermana Celeste apenas y se da cuenta. Veo como el cristal se rompe en miles de pedazos y siento pequeños piquetes alrededor de mi cara. Volteo a ver a Jessica en el asiento de atrás que esta con las manos cubriéndose la cara y tiene una mirada llena de terror.
Miro de nuevo a Celeste que esta desmayada y tiene un pedazo de vidrio enterrado en la frente que hace que sangre. Tiene la puerta enterrada en todo el brazo. Maldición. Volteo a ver a Jessica de nuevo.
—Tranquila, todo estará bien ¿ok? —digo y ella asiente—, quiero que por favor te pongas mi chamarra la cabeza y te acuestes en el asiento. Y no quiero que te muevas hasta que venga por ti. ¿Vale? —Le digo y ella vuelve a asentir.
Me quito la chamarra y se la doy y hace lo que le digo. Me bajo del auto y saco mi teléfono y marco el número de emergencia.
—Emergencias que necesita.
—Necesito una ambulancia para mi hermana, algún idiota imprudente acaba de chocarme y mi hermana se desmayó.
—Ok, ¿su hermana respira? ¿Trato de moverla?
—No, solo traigan a un médico, estoy entre la 15 y la 19 —Y cuelgo.
Empiezo a caminar hacia el otro auto. Estoy realmente molesto.
— ¡¡¡¿QUE TE PASA IDIOTA?!!! —gritó cuando estoy lo bastante cerca para que me oiga la persona que va en el otro auto— ¿¡ACASO NO TE ENSEÑARON A MANEJAR?! —Sigo gritando y luego veo mi auto... Esto le saldrá caro.
Veo que alguien empieza a moverse dentro del carro y ese alguien está apoyado en el volante. Se levanta y es una chica con la cara ensangrentada. Genial. Aunque acaba de chocar mi auto. No puedo evitar ayudarla. Abro la puerta del conductor y le quito el cinturón de seguridad. Escucho las ambulancias acercándose y eso es bueno. La chica me ve confundida y luego ve al frente.
—Dios, yo... Lo siento mucho —dice y se ve realmente espantada— lo siento, fue mi culpa —Se toca la cabeza y hace una seña de dolor. Escucho las patrullas aún más cerca y decido alejarme para ir por Jessica. Camino a mi auto a toda prisa y abro la puerta de los asientos de atrás de mi auto.
—Jess princesa, soy yo —Le digo y ella me ve con lágrimas en los ojos— tranquila, todo va a estar bien. ¿Te duele algo? —Ella niega con la cabeza— ok, ahora siéntate —Lo hace y sigue teniendo la chamarra en la cabeza. Le extiendo los brazos para cargarla y ella acepta. La cargo y le pongo bien la chamarra por encima de la cabeza.
Saco de nuevo mi teléfono y llamó a mi padre.
— ¿Hola?
—Papá, acaban de chocarnos, por favor háblale al seguro y dile a mama que venga por Jess, estamos entre la 15 y la 19. Celeste no está bien —Y cuelgo.
Las ambulancias están aquí y empiezan a bajar las camillas a toda prisa, uno de los paramédicos se me acerca.
—Quien es tu hermana —Señalo mi auto con la cabeza.
Veo que le cae señas a otros 2 paramédicos y corren a mi auto. Volteo a verlos y miro como intentan sacar a mi hermana. Uno de ellos va al otro carro y saca a la chava que está ahí, y la lleva a la ambulancia, Uno de ellos toma fotos de los carros y otro mueve el jeta para poder quitar la puerta de mi auto. Cuando por fin la sacan, la ponen en una camilla y corren a otra ambulancia que acaba de llegar. Veo a mis padres correr hacia mi
— ¿Cómo esta Celeste?
—No lo sé mama, se la acaban de llevar —digo mientras le doy a Jessica.
—Yo iré con ellos al hospital, los veo allá.
Corro hacia la ambulancia donde está mi hermana y me subo.
—Es mi hermana —digo y uno de los paramédicos asiente.
—Kevin, revísalo —Le dice a otro y se acerca a mí.
—Hey, estoy bien —digo tratando de alejarlo de mí.
—Amigo tienes pedazos de vidrios por todos lados —Me da un espejo y tiene razón.
—Bien —digo y se vuelve a acercar a mí.
En todo el camino al hospital atienden a mi hermana y a mí. Mi hermana está bien en un 80%, solo le va mal a su brazo, que los paramédicos dicen que esta fracturado. Tampoco ha despertado, pero dicen que eso es por el shock al chocar.
Llegamos al hospital y nos dan una cama a cada quien, uno junto al otro.
A mi hermana la meterán en cirugía porque le tienen que arreglar el brazo y a mí solo me están vigilando para que no tenga algún problema. Junto a mi esta la chava que iba en el otro carro con un gran vendaje en la frente que poco a poco se va poniendo rojo.
—Yo de verdad lo siento, no vi el carro —Me repite una y otra vez lo mismo.
Ahora que ya no tiene tanta sangre en la cara es linda. Tiene los ojos muy azules, cabello negro y es de tes blanca. Tiene unos labios gruesos y carnosos que son color rosa y una nariz no muy puntiaguda.
Le sonrió y ella me devuelve la sonrisa.
—Soy Jonathan —digo y me ve un poco sorprendida.
—Rebeca —dice y sonríe.
—Bueno Rebeca, lamento decirte que te saldrá caro —digo en tono de burla.
—Lo sé y admito mi culpa totalmente y pagare lo que sea necesario —dice un poco avergonzada.
—Me agradas —Sonrío aún más.
—Por dios, ¿qué paso? —Escucho a Mario decir mientras se acerca a Celeste— ¡está bien! ¿Qué paso?
—Cálmate, está bien, puede que tenga fracturado un brazo, es todo —digo tranquilo.
— ¿Y quieres que me calme? ¿Por qué está dormida? —Sigue diciendo y le toma la mano que no está ensangrentada Mi hermana empieza a abrir los ojos y sonríe cuando ve a Mario.
—Hola cariño, ¿cómo te sientes? —dice Mario con un tono más dulce.
—Bien, solo que me duele el brazo —dice haciendo un gesto de dolor.
—No te preocupes cariño —dice y voltea a ver a todos— ¡¿quién de ustedes fue el idiota que no respeta el límite de velocidad?! —grita y todos lo voltean a ver.
Volteo a ver a Rebeca que se ruboriza y se hace chiquita en la cama. Mario la ve y se acerca a ella.
—Ahh entonces ¿fuiste tú? —dice en tono amenazador.
—Ok, lo siento yo no...
—¿Lo sientes? ¿Eso le va a arreglar el brazo a mi esposa? —Le grita.
—Hey, cálmate amigo —Le digo y me levanto de la cama—, en parte fue mi culpa, no vi el carro.
— ¿Y ahora la defiendes? ¿Siempre tienes que ser caballeroso? —Me dice en la cara.
—Hey cálmate.
— ¡¡¡¡Deja de decir que me calme!!!!
—Cariño ven, te necesito —dice Celeste y tose un poco. Mario se calma y va a ver a mi hermana.
—Gracias —dice Rebeca con la cabeza agachada.
—De nada —Le sonrió y ella me devuelve una leve sonrisa. Veo a una pareja correr hacia nosotros y creo que son sus padres, así que me hago a un lago y me siento de nuevo en la camilla.
Escuchó a Rebeca contarles la historia a sus padres y la regañan un poco, pero nada más.
Cuando termina, sus padres van a ver a la enfermera y Rebeca se queda viendo a sus manos y veo como se le hacen unas lágrimas.
Me levantó y me acercó a ella.
Le tomó la mano y ella me observa. Y a través de sus ojos puedo ver un poco de alegría y culpa.
Le sonrió y ella me devuelve la sonrisa.
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Sólo amigos
Ficção AdolescenteKathia es una chica como cualquier otra. Le gusta escuchar música, dibujar, tocar guitarra. En su primer día en la preparatoria se siente completamente sola, hasta que un chico le sonríe. La vida de Kathia esta a punto de cambiar por completo. ...