50 Sombras Gays y la clase del salseo

Capítulo 15

Rufaida cogió el teléfono. Estaba temblando, pero quería poder sacar fuerza de voluntad para hablarle a Harry. Pensó que como le había pedido el teléfono, tal vez fuese porque tenía pensado hablarle; pero eran las 18:00 y aún no habían intercambiado ni una mísera palabra. La chica, con el corazón en un puño, abrió la aplicación de "Whatsapp" y se decidió a escribirle:

RUFA: Hola Harry *emoticono carita feliz*

Pasaron unos diez minutos, hasta que su móvil vibró:

HARRY: Ah, hey ^-^

"Qué rápido ha contestado."

RUFA: Qué tal?

HARRY: Bien, y tú?

"Estamos teniendo la típica conversación. Venga, Rufa, piensa"-se decía para ella misma.

RUFA: Has hecho las tareas?

"¿PERO ERES TONTA? ¿POR QUÉ LE PREGUNTAS ESO?"

HARRY: Hahaha, sí, las he hecho xD Pero tengo que decirte algo.

"Dios, mi corazón."

RUFA: Dime :3

HARRY: Tengo que confesarte algo.

RUFA: El qué?

HARRY: Eres mi amiga y creo que podrás understand this ¿entenderlo?. Sí, creo que se dice así. Me gusta una chica.

"Creo que me estoy muriendo."

RUFA: Jajaja, y quién es?

"¿Te ríes para quitarle seriedad al asunto?"

En realidad estaba deseando que dijese su nombre.

HARRY: ¿Me prometes que no se lo dirás a nadie?

RUFA: Lo prometo.

HARRY: ¿Prometido?

RUFA: Prometido.

Tras unos minutos en los que el chaval se mantenía en línea pero no escribía nada, finalmente se decidió a comentarle a Rufa eso que tanto le preocupaba:

HARRY: Me gusta tu amiga Lucía.

Justo en ese momento, a Rufa se le escaparon unas lágrimas que cayeron en la pantalla del móvil. No se esperó reaccionar de esa forma; pero en ese momento era lo que sentía. Notó como su teléfono vibraba cuando lo lanzó al suelo, pero se limitó a llorar en la cama, mientras lágrimas y mocos caían sobre la sábana. Finalmente, el móvil dejó de sonar. Entonces, lo volvió a coger.

HARRY: Pero no sé cómo decírselo. ¿Me ayudarías? 

HARRY: ¿Rufa? 

HARRY: ¿Estás ahí?

HARRY: ¿Te ha pasado algo?

Vio que el chaval se había desconectado cuando vio que le estaba ignorando. Rufaida sacó fuerzas y le envió un mensaje:

RUFA: No creo que necesites ayuda.

Harry se conectó rápidamente.

HARRY: ¿Por qué no me respondías?

RUFA: Nada nada.

HARRY: Bueno, necesito ayuda. No sé cómo hablar con ella.

RUFA: Háblale y punto.

HARRY: ¿Te pasa algo?

RUFA: Parece que aún no te has dado cuenta.

HARRY: ¿De qué?

RUFA: Da igual. Además, eres Harry Styles, joder, ¿qué más quieres? No necesitas ayuda.

Harry se desconectó, entonces, la chica hizo lo mismo. Ya no estaba triste, ya estaba enfadada. Era posible que Harry no se hubiera dado cuenta de lo loca que estaba ella por él; no obstante, también era comprensible que le hubiera pedido ayuda porque era la persona con la que más confianza tenía hasta la fecha. Aún así, no pudo evitar enfadarse cuando le pidió ayuda para hablar con su amiga. Él era un ídolo entre las jóvenes, ¿y le estaba pidiendo ayuda para conquistar a una chica?

Bueno, tal vez es que Rufa se había olvidado de que Harry seguía siendo una persona, independientemente de lo famoso e idolatrado que estuviese.

Sentía rabia por Lucía. Quiso matarla por unos instantes; pero sabía que era su amiga y que ella no tenía la culpa de nada. No obstante, la rabia seguía estando ahí.

Amparo chilló de repente al abrir su armario. 

- No no no, no puede ser.-musitó cubierta de lágrimas por el miedo.

De repente su hermana entró en la habitación:

- Ampi, me ha dicho mamá que b...

Su hermana gritó al ver lo que había en el armario.

- Pero pero... Nos hemos deshecho de él, ¿qué hace aquí?

- No lo sé, Marta...

El cuerpo de Ernesto había vuelto a la percha de su armario (parecía intacto), el 28 seguía en su muñeca, pero esta vez le habían atravesado el tablero de la ouija por el estómago. Gotas de sangre y restos de intestino se deslizaban poco a poco hasta caer a los pies del cadáver.

- ¡Ampi, mira!-exclamó Marta mientras cogía una nota que había entre restos de intestino. A su hermana le dieron arcadas. Cuando finalmente cogió la nota y la desdobló, vio escrita en ella con tinta un texto que se le quedará en su mente durante mucho tiempo:

"Es difícil deshacerse de aquello que tú antes querías. 

Jugad a la ouija. 

Descubrid el significado del 28. 

Ved más allá de vuestros ojos y veréis como todo habrá terminado."