Capítulo 20

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La convención de "Cazadores de Sombras" se acercaba poco a poco. Lucía se moría de ganas de ir, a la par que Amparo. Tenían pensado ir juntas ya que ir solas era algo aburrido, al fin y al cabo. Lo decidieron durante el recreo. Tendría como fecha el diecisiete del mismo mes y se irían en autobús desde la casa de Ampi.

En cuanto a la relación de Pepe y Sete, ya sus amigos se habían rendido: no podían hacer nada. No se podían ni ver, y pasaron de ser la pareja más adorable a ser enemigos. Sete había comenzado a salir con Marta, cosa que entristecía a Pepe, aunque se intentase mostrar feliz. Alguna que otra ocasión, sus amigas lo habían encontrado llorando en los baños del instituto; lo intentaban consolar, pero era en vano. El chico decidió que lo mejor era olvidarse de él.

No obstante, como os conté en el anterior capítulo, la relación entre Harry y Rufa iba viento en popa; al igual que la de Ampi y Mada, a pesar de que Mada tuviera que besar a Sete en el juego de la botella. Harry cuidaba a Rufa más que a nada en su vida, la hacía muy feliz, y eso se podía demostrar en la cara de la chica cada día; siempre con una sonrisa en la boca, animada a todo; se podría decir que estaba loquito por ella (si fuese vampiro sonaría muy a lo Edward Cullen) y viceversa. ¿Quién podría pensar que un famoso como Harry Styles iba a acabar enamorándose de ti? ¿Quién lo pensaría de forma realista? Supongamos que la respuesta es: nadie. Esa vez les demostraron que todo puede ser posible. Vamos a hacer caso por una vez a Justin Bieber, hombre; aunque esté de drogas hasta la frente, la frase de "Never say never" hay que tenerla presente.

La relación entre la de inglés y el de matemáticas se había confirmado, el de sociales y la de naturales tenían algo, el de educación física le tiraba fichas a Izhak salvajemente cada día y los exámenes finales llegaban; pero en fin, creo que esto último no os interesa demasiado.

- Oye, aún no me puedo creer que te liaras con Alejandro.-le comentó Lucía a Lucía McTits.

- Era una broma.-se rió.-¿De verdad pensabais que iba en serio?

- Pues sí.-Ampi se rió.

- ¿Por qué mentiste?

- Nada, cosas mías.-respondió la chica.

Llegó el día de la convención, y tanto Lucía como Ampi se prepararon con todo lo necesario para esta: dinero (evidentemente), una camiseta con el logo de Cazadores de Sombras y el teléfono.

En el autobús ya sentían que estaban nerviosas por todo lo organizado. En nuestra ciudad nunca han hecho convenciones de ese estilo y el que al fin se animasen era todo un logro y novedad.

Una de las cosas que más ilusión les hacía era que podrían conocer a personas con los mismos gustos que ellas, y eso, al fin y al cabo, hace ilusión.

Llegó el día y como lo acordado, Ampi y Lucía fueron a la convención. Esta última encontró a Amparo en bragas por su casa cuando fue a recogerla, pero en fin, no nos centraremos en eso ahora -que estamos en horario infantil-.
Se levantaron sobre las siete de la mañana; el día estaba soleado, sin ninguna nube, aunque hacía bastante viento (un tópico en nuestra ciudad).
El autobús estaba repleto de gente con camisetas, collares y demás accesorios de Cazadores de Sombras.
«Pues parece que hay más personas a las que les gusta esta saga de la que me creía.»-pensaba Lucía.
En la segunda parada entró un chaval rubio de ojos color miel, alto y delgado. Llevaba una camiseta azul con el logo de CocaCola en blanco que le quedaba bastante ancha, junto con unos vaqueros y zapatillas negras.
Lucía se sorprendió al verlo. «Se parece a Jace...»
No le quitó el ojo en todo el viaje. Él estaba leyendo un libro, que por la portada que vio de refilón, intuyó que era un clásico, pero no sabía de qué libro se trataba.
- Oye Lucía.-Amparo llamó su atención.
- Dime.
- No paras de mirar a ese chico.
- Qué más da.-respondió entre risas.

Al bajarse del autobús se encontraron con puestos de camisetas, sudaderas, accesorios, libros y la nueva película de Cazadores de Sombras; además, la gente no paraba de moverse de un lado hacia otro y hablaban de que Cassandra Clare iba a venir a la convención. Esto último alegró muchísimo a las chicas y fueron corriendo a informarse de la hora en la que la escritora llegaría; finalmente, se enteraron que dentro de cuatro horas.
- Hay tiempo.-comentó Ampi.-¿A ti hasta qué hora te dejan?
- Hasta las ocho como mucho, pero a la hora de la comida tengo que llamar a mi madre para decirle cómo estoy. ¿Y a ti?
- No me han dicho hora, pero supongo que igual que tú.
De repente notaron como un chico se chocaba con ellas.
- Lo siento.-musitó. Pero en cuanto se dio cuenta de las chicas con las que se había chocado, se dio la vuelta y se quedó mirándolas con la cara algo sonrojada.-¿Qué hacéis aquí?
- Porque nos gusta Cazadores de Sombras.-respondió Amparo.
- Sete, ¿desde cuando te gusta Cazadores de Sombras?-preguntó Lucía.
- Desde siempre.-respondió.
- ¿Y por qué no nos lo has dicho?-preguntó Ampi.
- Creo que te puedes hacer una idea del por qué.-hizo una breve pausa.-En fin, me voy.
Sus amigas se percataron de que había una chica llamándole a lo lejos.
- ¡Ya voy!-exclamó Sete a la chica.-En fin, adiós.-se despidió y corrió hacia ellas.
La cara de asombro de Lucía y Ampi era de película en ese momento.
- ¿A Marta también le gusta Cazadores de Sombras?-preguntó Lucía.
- ¿Marta lee?-Amparo estaba que aún no se lo creía.

El día transcurrió lo más normal que pudo transcurrir en una convención. Compraron un montón de merchandasing, y a la hora de la comida, no pudieron evitar probar la tarta con la cara de Will Herondale (la gente se peleaba por la parte de los labios).
El discurso de Cassandra Clare fue tan bonito que a Lucía se le saltaron las lágrimas, al igual que en la firma de libros. Tenía más sonrisa que cara al ver que por fin tenía un par de libros (cuatro y porque no le cabían más) firmados por la mismísima Cassandra.
Vieron al chico del autobús en la firma, pero no les dirigió una palabra. En esa situación la única que actuó "raro" fue Ampi, que le pegaba cada codazo a Lucía insinuándose que casi le rompe una costilla. El chico sonrió en cuanto vio a esa chica de pelo rizado oscuro montando esa escena con su amiga.

50 Sombras Gays y la clase del salseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora