Capítulo 17

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- ¿Y te lo tiraste?-preguntó Lucía McTits.

- No.-contestó Rufa entre risas.

- Desafortunadamente.-intervino Anabel. Todas rieron.

- Mira, por ahí viene.-dijo Mada señalando a Harry, que se dirigía hacia ellas. En cuanto llegó, saludó a las chicas y le preguntó a Rufa:

- Si no es mucha molestia...-miró a todas con una sonrisa.-¿Te gustaría estar este recreo conmigo?

- Vale.-respondió inmediatamente y sin pensárselo dos veces. Harry sonrió y ambos se fueron cogidos de la mano. Cuando ya no estaban, Ampi dijo con una sonrisa:

- Qué tortolitos.

- Y después tú estás con Mada que no cagas.-Lucía se apoyó en su hombro.

- Maaaaampi.-exclamó Ampi entre risas.

- Yo os shippeo.-Anabel rió. En ese momento, Mada abrazó a Ampi mientras daba saltitos.


Al llegar a clase, pudieron ver a David y Nerea. Ambos habían comenzado a salir hace unos meses; Nerea estaba enamorada hasta las trancas -como quien dice- de David, muchos comentaban que ella podía ser la única que lo querría de esa manera. David, por su parte, al principio no sentía nada hacia la chica, pero más tarde, se empezó a enamorar. Algo así como lo que sucedió entre Harry y Rufa, sólo que esta última historia de amor duró bastante más tiempo ser conseguida (aunque no lo parezca).

No obstante, no todo era de color de rosas. Su relación últimamente estaba siendo menos llevadera, discutían con facilidad y David casi que la evitaba, no quería hablar con ella de nada. Los besos que Nerea intentaba darle, los rechazaba. Todo se estaba volviendo en definitiva, un completo y absoluto desastre.


Por otra parte, la relación entre Amparo y Mada iba viendo en popa. ¿Quién quiere shippear #Mampi? Supongo que en este momento todos; hacían la pareja más adorable del mundo (la de Izhak y Roberto es yaoi hard super lemon, eso no cuenta) (la de Pepe y Sete ya no existe, asúmelo, QUE LO ASUM...). EN FIN. Aquí la narradora se ha pasado con la teína, así que voy a continuar, que sino me voy a enrollar con cosas que no vienen al caso. La cuestión es que Mada y Ampi hacían la típica pareja que Anabel shippearía por todos lados (es muy de shippearlo todo (los bisexuales son así)) (VAMOS A SHIPPEAR LA MESA CON LA SILLA). Vale. Eso ya es demasiado. ¿Por dónde iba? Ah, sí (o no). ¿A ver, quién es el narrador aquí? Ya no lo sé ni yo. Eto... AH, SÍ. Ampi era súper atenta con Mada, la cuidaba muchísimo y le daba muchos besos y abrazos y esas cosas tan adorables. Mada era como la sumisa de la relación (a pesar de que ella fue la que se declaró antes), sí que abrazaba a Ampi y la besaba y tal, pero no era tan lanzada como esta última. No hablemos ya de que Ampi le pidió a Mada si podían hacer tras tras. Sí. Y no me estoy inventando nada (riámonos todos, chistaco). Pero es cierto. No se lo pidió a los tres días (Amparo tampoco es de esas), pero es cierto que al llevar un par de meses juntas, lo pensó, y como conocía a Mada desde que eran pequeñas, no le dio demasiada vergüenza y pudor preguntárselo. Y os preguntaréis: ¿y qué le contestó? Cuéntanoslo ya y déjate de enrollarte tanto. Bueno, se podría decir que la chica no se lo esperaba -no, si yo tampoco-; le respondió con un "como quieras" (le darías un guantazo, lo sé). Se lo contaron a sus amigas y estas no pudieron evitar reírse al mismo tiempo que poner una cara de pervertidas que ni el Paquillo. Prepararon algo súper romanticón para la primera vez de ambas entre ellas dos. Reunieron dinero entre todas para pagarle una noche en un hotel de esos de lujo (casi tuvieron que pasar un riñón por caja); no obstante, consiguieron reunir todo el dinero. Compraron condones (pero si no se van a quedar embarazadas); sí sí, ejem, no. A pesar de que no corran el riesgo de quedarse embarazadas (Mada tiene pene (sí, tenía que decirlo)), el riesgo de contraer alguna que otra enfermedad sigue ahí (¿Me acabas de llamar guarra? No, cariño...). No, ellas no son así. En fin, sigo. La noche que Ampi le iba a dar duro contra el colchón a Mada se estaba acercando cada vez más, y los días parecían ir de la forma más lenta que jamás pudieran haber imaginado. Hasta que, por supuesto, llegó el día.

Sus amigas le desearon suerte a ambas (Alba propuso el grabarlo, pero Mada no aceptó). Y, cuando llegaron las ocho de la noche más o menos (le habían dicho a sus padres que se iban a quedar a dormir a casa de otra amiga, antes de que preguntes), se fueron a la cama. Prepararon todo y tenían el corazón en un puño al cerrar la puerta de su habitación y encontrarse la cama en la que iban a hacerlo (no sé cómo ser elegante al decir esto).

- Bueno...-dijo Mada mirando a su novia.-No sé ni cómo empezar. Tú eres la lesbiana, yo la bisexual, eso te da más puntos. ¿Qué hacemos?

- El amor.

- Yo pensaba que íbamos a hacernos una tortilla.-contestó Mada con ironía.

- Venga, no te enfades.-se acercó a la chica y la cubrió con sus brazos en la pared, haciendo una especie de barrera.-Déjamelo a mí.


50 Sombras Gays y la clase del salseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora