CAPÍTULO 19- Mi madre a la onda

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Oí un estridente pito que venía de un coche, y me tapé la cabeza con la almohada, quería dormir.

-Maldito coche... - dije hablando sola.- Son las...- miré a mi reloj. Eran las siete, la hora en que mi madre me pasaría a buscar, y aun no me había duchado ni peinado... ¡¡¡ ni nadaaaa!!!

-Papááááá, hazme la leche corre, si no llegamos a tiempo el bus se irá.- chillé desde mi habitación.

-¿Qué? ¿Por qué no has puesto el despertador?

- Ya lo hice... pero el móvil se me habrá quedado sin batería. Por favor hazme el desayuno.

En ese momento sonó el timbre. Baje corriendo las escaleras, no podía ser, hoy no, levantarme tarde... cosa que nunca hago, no lo entiendo.

-Hija, ¿Qué haces aun en pijama? En veinte minutos va a salir el bus cariño.- dijo ella con una gran sonrisa.

-Mamá no tengo tiempo para hablar. ¡Entra!- dije

Corrí de nuevo a mi habitación, cogí mis cosas y me puse en la ducha. El agua salía congelada, pero me daba igual, no llegaría si no me daba prisa.

......

Veintisiete minutos más tarde llegábamos a la parada... y ¿Cómo no? Se habían marchado.

Lo único que podíamos hacer era ir en coche hasta allí, ¿el problema? Que mi madre no es que digamos... muy buena conductora. Pero bueno es lo que hay.

-Sabes... creo que esto tampoco está tan mal. Es decir, así podemos estar más rato juntas.- dijo mi madre.

-Ohh claro y de paso nos perdemos. Un plan perfecto mamá.

-¿Por qué eres tan perfeccionista? Vamos a llegar igual.-dice con una de sus sonrisas de madre.

-Bueno... yo soy así.- empezó a buscar la cadena que quería en la radio... y como siempre puso esa música de los años ochenta que tanto le gusta.

-No cambies de frecuencia.- replicaba mientras yo ponía música de hoy en día.

-When I met you in the summer
To my heartbeat sound
We fell in love. -
Comencé a cantar.

-As the leaves turned brown.

-Mamá...¿te sabes esta canción?- dije mirándola con cara de sorprendida.

-Oye no me mires así. Que se más vieja no significa que no esté en la onda...

-Mamá ¿la onda? Lo acabas de fastidiar jaja.

Empezamos a reír como locas, y puede que sí que tenga razón en esto de que no es tan mala idea ir en coche. Como dice ella... siempre tengo razón.

¿Por qué las madres son tan increíbles? ¿Y que haría yo sin ella?

Llámame CarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora