CAPÍTULO 13 El chico misterioso

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Hoy nos vamos a ir de compras a un centro comercial enorme, mi favorito. Tiene cinco plantas y está distribuido en secciones, cosa muy práctica. En la primera planta están las tiendas más...¿cómo decirlo? Más asequibles, en la segunda planta encontramos las tiendas de niños, la cual nunca voy, en la tercera tenemos las tiendas más caras, donde casi nunca entro, en la cuarta planta están todos los restaurantes, bares y cafeterías. Y por ultimo en el piso más elevado encontramos los cines y parques para los niños.

Dejando a banda el aspecto... yo iba a ir a comprar con Meg, y así hablaríamos de nuestras cosas y le explicaría lo que ya sabéis. Vale. Pues no. Mi madre me obligó a llevarme a Robin, sí, así es, a mi hermanastro de compras. Robin no es que quisiera pero nuestros padres dicen que tiene que explorarla ciudad, por así decirlo. Así pues... mi tarde de compras se acababa de arruinar.

Entré en el coche, y revisé que hubiera cogido todo lo necesario. El bolso con el móvil, las llaves, mi neceser de maquillaje (para emergencias), pañuelos, una libreta con el boli, otro neceser de emergencias pero para lo que vosotras ya sabéis, la maldita regla...un paquete de chicles, mis auriculares... y creo que ya está, esto es todo. Así que ya estoy lista para salir. Solo faltaba que Robin subiera al coche.

Nos dirigimos al centro comercial que estaba a unos diez minutos de casa. Al llegar lo primero que hacemos es aparcar y aquí empezaría el día de compras.

Fuimos a la primera planta donde me pude probar mucha ropa y comprarme la mitad de la probada, no quería pasarme de presupuesto. A Robin le gustó una camisa de cuadros de color azul, blancos y negros y... como me da pena todo el mundo... pues se la compré. En el fondo, muy en el fondo...le estoy cogiendo cariño. Después de estar como unas tres horas comprando, criticando y probado, nos entró el hambre, y cuando a mi me entra el hambre... es hora de ir a comer de inmediato. Así pues... nos fuimos pitando a la planta de los restaurantes. Estuvimos buscando algo de comida rápida y al final entramos al Foster's Hollywood, donde me comí una hamburguesa de tres pisos con patatas bravas y Robin un perrito caliente con patatas, ¡que bien nos sentó, por cierto! Al salir, hacía una calor horrorosa así que nos preguntamos el por qué no ir al cine, a ver una peli, ya que aparte de que quería ver una peli que estrenaban, a fuera no se podía estar de la calda que hacía a las tres y media de la tarde.

Íbamos hablando tranquilamente de nosotros e intentando conocernos un poco más, hasta que los vi. ¿Enserio? No me fastidies. Ahí estaban los dos, John y Jake.

-Corre, entremos aquí- dije sin saber a qué tienda nos dirigíamos.

-Emm... ¡espera!- dijo sorprendido. ¿Qué pasa?

- ¡Nada Robin! Miremos algo por aquí.- intenté convencerlo, mientras miraba a través del escaparate, vigilando a esos dos.

-Pareces nerviosa, hermanita- dijo con tono gracioso.

- Noo por Dios jajaja- dije con poca credibilidad.- simplemente quería echar un vistazo.

- Bueno, pues ya está. Vamos al cine, que llegaremos tarde-dijo estirándome del brazo y llevándome hacía el cine.

-Eiii vale vale... déjame a mi ritmo jajaja- dije asegurándome de que no hubiera moros en la costa.

PUNTO DE VISTA DE JAKE

Estos días estoy muy confuso con todo y todos. Así que he decidido ir a tomar el aire e intentar olvidar a Carol. Pero... todo me sale mal así que...mi hermano se ha unido a mí y hemos salido al centro comercial.

-Oye... que quería decirte algo- empiezo a decirle, ya que tengo ganas de sacarme esto de encima y confesar mi amor por su futura novia, si ella le dice que sí, claramente.

Llámame CarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora