CAPÍTULO 5 ¡De chándal a vestido!

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Bueno, pues ya está... ya hemos acabado las semanas difíciles y con ello el problema con Nick.

Meg está mucho mejor, al menos eso parece. Vuelve a sonreír, a hablar, a ir de fiesta y lo más importante es que ya no se pone a llorar cuando pasa por el lado de su ex.

Supongo que os estaréis preguntando por la nota del proyecto, ¿verdad? Bueno pues deciros que hemos sacado la mejor nota en tres años en este tipo de proyectos de último curso. ¡Un 10! ¿Increíble verdad? No es por hacernos las creídas ni nada de eso pero... no esperábamos menos. Y sinceramente me he hecho muy amiga de Jenny, el otro día fuimos a comprar juntas y me enseño a pintarme como es debido... y sinceramente me gustó, y eso que nunca había sentido atracción por este tipo de cosas. 

Hoy, es la cena de final de curso, la gran noche y es obvio que todas tenemos muchas ganas de ir. Me he comprado un vestido, obviamente he estado asesorada por mis dos mejores amigas, Meg y Jenny. Hemos estado prácticamente en todas las tiendas para encontrar el vestido perfecto, y sí los hemos encontrado y unas seis horas hemos tardado.

No es demasiado largo, por no decir que es bastante corto ya que me llega un poco por encima de las rodillas. Es de palabra de honor, aunque tiene unos tirantes de tela y a partir de la cintura hace como una especie de tutú. Tiene un color azulado con toques brillantes y la tela es de lo más suave que he llegado a tocar, la verdad es que me encanta.

¿Para el peinado y el maquillaje? Pues muy fácil, van a venir ellas aquí a arreglarse conmigo y nos vamos a peinar y maquillar unas a las otras, "ya que se me da tan bien esto de pintar...".

Para el peinado, me dejaré el pelo suelto pero... me voy a sujetar una parte del pelo haciendo un tipo de moño en la parte trasera de este. Y me lo dejaré ondulado, ya que me gusta el pelo al natural. 

Tengo muchas ganas de ir a la fiesta el problema es que no tengo pareja pero como ahora Meg tampoco, iremos juntas y bien contentas, ya que Jenny tiene novio.

¿Valdrá la pena la fiesta... o mejor haberse quedado en casa?

Llámame CarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora