Capítulo VIII

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Estoy a unos días de irme a Francia con Neizan y estoy ultimando los últimos detalles.

Hoy como despedida, las chicas y yo nos vamos a cenar por ahí y después iremos al karaoke que es algo que me apasiona.
Carlota nos ha estado contando que ha empezado a conocer a un chico por Internet, tiene mucho miedo de no gustarle porque está algo rellenita pero eso no es ningún problema, es alta de pelo castaño claro por debajo del pecho, tiene los ojos verdes y una cara preciosa, desde siempre le he llamado mi muñequita de porcelana. Pero ella nunca se ha visto bien. Al final la he convencido de que quede con él y se muestre tal cual es ella, mi dulce niña que irradia felicidad. Hemos quedado para ir antes a su casa y ayudarla a arreglarse. Me siento como cuando teníamos 15 años y es algo que me encanta, poder estar con ellas como si nada hubiera pasado, como si el tiempo a su lado se parase y nada malo no pudiera pasar.

Pero dime cómo vas a querer a alguien si no te quieres a ti misma, cómo vas a convivir con las imperfecciones de la otra persona si no eres capaz de convivir con las tuyas, cómo vas a ver perfecta a la otra persona si tú te ves como la mujer más imperfecta del mundo. Dime cómo crees que será amar a una persona sin amarte a ti misma, sin creerlo cuando te diga hermosa o que ella es solo una amiga cuando no eres capaz ni de creerte a ti misma cuando te miras al espejo... No puedes querer a nadie si no te quieres a ti, si no eres capaz de verte perfectamente imperfecta, si no eres capaz de convivir contigo y con tus demonios del pasado.

Ya hemos salido de su casa y va preciosa, como es ella. Espero que le vaya bien pero yo tengo que irme a casa, en dos horas sale nuestro avión rumbo a una nueva aventura a su lado.
Él tenía que terminar unas cosas en el hospital y me ha dicho que se iría directo al aeropuerto, así que yo me voy sola en un taxi, estoy muy nerviosa y ansiosa de verle y pasar tantos días él y yo solos.

Que raro, faltan 35 minutos para el embarque y Neizan no aparece y no me coge el teléfono... Estoy empezando a preocuparme.

Una historia cualquieraWhere stories live. Discover now