Una historia cualquiera

Capítulo XXII

Han pasado unos meses y mantenemos una relación a distancia, es muy difícil porque él viaja mucho y cuando vuelve tiene que irse a su restaurante a trabajar. Y yo me quedo aquí pensando en él.

No sé si esto va a funcionar. Me entran muchas dudas sobre todo esto pero quiero intentarlo.

Hoy me ha llamado Neizan, decía que quería verme. En una hora hemos quedado. No sé que querrá.
-Hola Neizan, qué te pasa.
-Necesitaba verte enana, te echaba de menos. No puedo estar sin ti.
-Pues tienes que acostumbrarte a estar sin mi Neizan, ya no podemos estar juntos y lo sabes.
-Sí podemos pero no quieres.
-Exacto, no quiero estar contigo. Merezco algo más. Merezco un hombre que me quiera y que no imagine su vida sin mi, que no tenga que perdeme para darse cuenta, un hombre que esté lejos de mi y me eche de menos cada momento, un hombre que me haga ver lo maravillosa que soy y lo que valgo, un hombre que dé todo por mi y que me trate como una princesa. No un niño como tú.
-Pero puedo cambiar Alice.
-Cambia si quieres pero no vas a estar nunca más conmigo.- No me lo puedo creer, estoy enfadadísima, me acaba de besar y acto seguido le he girado la cara. No me lo puedo creer. Me he ido diciéndole que no quiero saber nada más de él, no entiende que no quiera estar más con él.
Él pensaba que estando conmigo siempre tendría a alguien porque yo jamás encontraría a nadie más pero se equivoca, he encontrado al mejor hombre del mundo.
Tendré que contarle a Philippe lo que ha pasado con Neizan sino me sentiré culpable pero si se lo digo se pondrá celoso y no quiero, no tiene porqué.

-Carlota tengo que contarte muchas cosas.
-Ya lo creo Alice, te he visto con Neizan en el parque.
-Me había pedido por favor que quedáramos y yo le he dicho que si, me ha vuelto a pedir que volvamos a estar juntos y le he dicho que no, que yo busco otra cosa y se me ha lanzado. Le he pegado y me he ido gritándole. Y ahora no sé si llamar a Philippe y contarle lo ocurrido o callarme.
-Alice tienes que llamar a Philippe y contarle la verdad, él entenderá perfectamente lo que ha pasado y más después de saber tu reacción. Venga llámalo.
-Vale Carlota, te haré caso.

Carlota tiene razón, después de mi reacción no tiene porqué ponerse celoso.

-Hola amor.
-Hola mi niña, qué tal.
-Tengo que contarte algo, aunque no tiene importancia. He quedado con Neizan porque me había pedido por favor vernos y después de mucho insistir he aceptado, cuando nos hemos visto se ha puesto a pedirme que volviéramos y yo evidentemente le he dicho que no, que no quería ya nada con él y me ha besado. Pero te prometo mi amor que le he pegado y me he ido corriendo...
-Cariño... ¿Es sólo eso? Eso es una tontería, yo confío en ti.
-Te echo de menos.
-Yo también mi niña.

Y con esto se corta la llamada. No entiendo nada.