25.- Cabron*

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16 de agosto de 2012.

— Vamos corazón, levántate.

— Nu quelo mami.— Dice el niño tapándose con las sabanas.

— Por favor bebe, tienes que ir a la guardería. — Ruego, pero soy ignorada.— Bien, entonces le daré tus waffles a galleta.— Le amenazo logrando que al segundo este parado.

— ¡No! A galleta no mami.— Me ruega haciendo cara de perrito regañado.

— Muy bien, entonces ven a arreglarte para llevarte a la escuelita.

El asiente rápido, le pongo un jean obscuro y una camiseta azul claro, sus zapatitos negros y le medio acomodo el cabello.

——¡Listo!

—— ¡Waffes! — Dice emocionado dándome su manita para ir al desayunador.

— Ven aquí.— Lo subo a su sillita alta y le sirvo el desayuno. — Eit.— Lo reprendo.— Aun no, olvide algo.

Corro a su habitación y de un cajón saco un babero. No quiero tener que cambiarlo de nuevo.

Unos veinte minutos después ambos terminamos de desayunar, así que salimos de nuestro nuevo departamento hacia su guardería.

Julie hace un rato bajo pues el camión de su escuela ya iba a llegar.

Tenemos casi tres meses viviendo en este departamento, es lindo y grande, tres habitación, cuatro baños, una hermosa cocina y ya estaba amueblado.

Además de que nos permiten tener a galleta, nuestro san Bernardo.

Subo al pequeño en su sillita del coche y conduzco hasta su guardería.

— Hasta al rato corazón, quizá sea la tía Stephanie quien venga por ti.

El niño asiente y me da un beso lleno de baba.

— Anda, la maestra te espera.

Suelta mi manita y corre hasta su maestra, me levanto y subo al carro para conducir hasta la casa de Steph.

***

—¿Estas total y completamente segura de eso? — Me pregunta mi amiga por décima vez desde que llegue.

— ¡Que sí! La casa era para mí y está a mi nombre, además es grande y tiene alberca, ¿Por qué no?

— ¡Por que no has estado ahí desde que te dijeron lo de Yisseth! Además, ahí están aún todas sus cosas y no quiero que te pongas mal.

— No te preocupes, todo estará bien, solo necesitare tu ayuda para re-acomodar y eso. — Le recuerdo.

— ¡Claro! Solo acompáñame a llevar a los niños a la guardería y le digo a James que nos alcance allá.

Asiento y llevamos a Collin y Mackenzie a la misma guardería que la de Aleksys.

***

Miro de nuevo las fotos de la sala con nostalgia. La boda, Aleksys de pequeño con Steven, Yisseth con días de nacida, incluso Susy sale en alguna foto.

— Alessia.— Me llama James.— Debes ver esto.

Frunzo el ceño y lo sigo hasta la que era mi habitación.

— Sobre la cama estaba esto, creímos que querrías verlo.— Explica tendiéndome un sobre donde se podía leer claramente mi nombre.

Miro con sorpresa la caligrafía con la que está escrita y dejo notar lo confundida que esto.

Mi hermosa estupidez. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora