Capítulo 12 - Fuego fatuo

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 Le llaman "La cueva" a un popular sitio de baile. Tiene al menos cincuenta ciclos funcionando y no para jamás. Se encuentra en pleno centro. La entrada es una tapa en el suelo con colores neón, se bajan unas escaleras y está el sitio, oscuro y con temáticas diferentes cada semana, siempre a reventar. La información que recibieron les dijo que allí estaría Muh, mejor llamado Byron Fry entre los luaned. Un nombre poco común y sus archivos parecen muy limpios, con todo en regla. Es joven. Hasta se pudo contactar con su maestra del último año y le recuerda muy bien, como una persona trabajadora. Lástima que sus ex compañeros de clases no tengan ni pista de él aunque aparece en las listas. Podría haber sido sencillamente una persona de bajo perfil, tal y como los infiltrados deben ser.

La música está muy alta. Lo tienen localizado desde hace una hora. Parece estar compartiendo con algunos amigos en una mesa, pero él no baila, parece ser más de sólo disfrutar el ambiente. Se le describe como "pulcro" y se le nota en su estilo, con el cabello perfectamente cortado y una ropa muy sencilla. No nota la presencia de Nev y Faith en la pista de baile, los disfraces son efectivos. Mucho menos notaría que hay quien le está apuntando desde lugares estratégicos.

—Señor, baila usted muy extraño —susurra Faith en el oído del muchacho. Este apenas le escucha. La peluca rubia que le han puesto le causa escozor y el hecho de tener gafas le es extraño.

—Así bailan todos aquí, extraño —le susurró ahora a ella, la que lleva unas lentillas negras para cubrir sus ojos de mestiza—. Y esta música es de lo más raro que he escuchado en mi vida.

—Chicos, está solo —comunica una voz en sus oídos—. Procedan al arresto. Le seguimos, traten de sacarlo. Cuidado con los civiles.

Voltearon instintivamente. Todos sus amigos estaban esparcidos y él se tomaba algo en la mesa. Nev comenzó a caminar hacia la izquierda para caer por detrás mientras Faith fue derecho hacia él. Se sentó sobre su mesa y lo vio con una sonrisa.

—Hey —le saluda la mestiza—. ¿Estás ocupado? —le pregunta dando tiempo a que Nev se ubique.

—No, ¿Por qué lo preguntas? —le devuelve la sonrisa.

—Te me haces familiar, ¿No eres Byron? —ladea la cabeza. Este se asombra al ver que una desconocida sabe su nombre.

—¿Y cómo me conoces? —grita para que se le escuche. Nev baja la cabeza. Está listo.

—Me llamo Faith. Soy del Antídoto. Mi compañero y yo quisiéramos hablar contigo sobre algunas cosas —sonríe otra vez.

Byron se levanta a toda prisa, pero se mantiene en un solo lugar. Faith deja ver su rectángulo y también se pone tensa. Nev evita que le disparen con una orden. Nadie se ha dado cuenta por el momento en el alegre ambiente de fiesta.

—¿Quién? —voltea hacia atrás la bestia y se encuentra con Nev. Está aterrado—. No he hecho nada. No me pueden arrestar.

—Espera. Sólo queremos hablar contigo. ¿Podemos salir de aquí? —pregunta el ojiverde por la espalda de la bestia. Este mira de un lado al otro.

—¿Qué pasa, Byron? —llega una mujer que previamente estaba en la mesa con un gesto de preocupación.

—No es nada —sonríe como histérico—. Sólo me han pedido un favor. Ya vengo, ¿Si?

—¿Qué favor? —insiste en estar enterada la mujer. La música ha cambiado a una más lenta—. Recuerda que dijiste que me llevarías a casa.

—Cass, vuelvo en unos minutos, por favor —la tomó de los hombros. Tal vez la iba a tomar como rehén. Nev también saca su rectángulo y ambos le advierten con la mirada. Byron no sabe qué hacer—. Dame mi bolso y en unos minutos regreso.

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