Él hizo presencia. Llegó sin hacer ningún tipo de ruido ni escándalo, hablaba el idioma perfectamente, parecía un humano y a la vez no. En mi opinión era andrógino, como si tuviera los dos sexos y a la vez no, todo muy raro. Se hacía más raro porque era precioso, todos quedábamos pasmados, su piel nos atraía, había algo en el aire que te hacía sentirte encantado con ese rostro extraño llegando al punto en que ninguno de nosotros presentó desconfianza. Comenzó a hablar con una dulce voz que al recordarla me llena de rabia, no sé qué tipo de encantos tenía ese ser, pero era seguro que nos estaba engatusando.
Su historia fue lo más raro que he escuchado jamás y creo que mis compañeros piensan lo mismo. Dijo llamarse observador del universo porque tenía milenios recorriendo los rincones del espacio y los humanos le gustaban mucho. Fácilmente y en cualquier otra situación le habríamos dado una paliza por payaso, ¿A quién se le iba a ocurrir llegar a contar historias tan tontas en medio de una crisis? Pero lo repito, el aire que nosotros estábamos respirando no era normal, definitivamente tenía algo que nos hacía escucharlo comprensivamente. Nadie objetaba nada, sólo oíamos como en trance, fascinados ante su extraña figura y su melodiosa voz. Continuó diciendo también que estaba interesado en ayudarnos a recobrar la antigua gloria porque él era un ser superior, aclarando que no era el Dios en el que creíamos, sino algo muy distinto.
En este punto si surgieron las dudas. El terror. La angustia. Recordé cuando las personas decían tener misiones de Dios y la televisión iba a entrevistarlos, pero era más que obvio que eran vulgares estafadores. El gran problema es que se le notaba a ese ser que no era de este mundo. Todo sonaba fabuloso si él lo decía. Dijo ser capaz de crear vacas, pollos, cerdos, de hacer crecer los cultivos más rápidamente, de beneficiarnos sólo por ser humanos ya que, según sus propias palabras, le agradaban. Fuimos tan tontos de creer en una bondad absoluta. El gran problema fue porque inconscientemente lo asociamos a Dios, y esa asociación implica algo de pleitesía, nos vimos salvados y sentimos que debíamos hacerlo, que le agradeceríamos por su bondad y allí acabaría todo. Hoy día mucha gente odia a Michael, pero cuando el extraño ser pidió a un líder, todos llamaron efusivamente a Mich y aplaudieron cuando ambos se dieron la mano para cerrar el trato.
Todo lo cumplió. De la nada crecían cosas por todos lados, aparecían animales nuevos, todo era abundante, grande, sobraba. Los materiales aparecían casi por magia, la tierra cambiaba, el bosque se descongelaba, nuestros corazones se llenaron de alivio. Dimos un salto grandísimo como ciudad que de la nada se vio eclipsado. Comenzamos a ver humanos con los ojos color violeta que se reunían en un bosque cercano. Creímos que por fin habíamos encontrado a otro grupo humano, pero estos humanos podían transformarse en enormes bestias y cruelmente nos devoraban. No llegué a sentirme tan comprometido con la situación sino hasta que se comieron a uno de mis hijos, allí me prometí que los iba a matar todos. Así comenzó una nueva discusión sobre qué debíamos hacer y la conclusión fue la misma, matarlos a todos.
A partir de aquí se dio inicio a una época sanguinaria donde le perdimos el miedo a matar a las bestias aunque en muchos aspectos nos recordaran a nosotros mismos. Tuvimos que subir las defensas a niveles que nunca pensamos. Empeoró cuando el dichoso observador del universo decidió también ser bondadoso con las bestias alegando que antiguamente fueron humanos, y ya saben, los humanos le agradan. Cuando ofreció un centro de batallas dónde, según sus propias palabras, justamente se decidiría un ganador, sobra decir que nos negamos. Era claramente más beneficioso para las bestias, de eso no había duda. Fue allí dónde vimos la cara más oscura de este desconocido ser. Dijo que si nos negábamos ya no crecerían los alimentos, los animales morirían y que nos dejaría completamente a nuestra merced por desobedecerle. Miré a Mich y sentí la presión en ese momento. Todos en la recién nacida Luana querían matarlo.
De allí en más dejó de existir una relación con esa entidad. Dejó de presentarse en formas humanas y cuando nos hablaba, sólo era para recordarnos que nuestra existencia dependía enteramente de él. No supimos que era peor, si sufrir los ataques espontáneos de las bestias o tener un encuentro preparado con hora y fecha. En Luana comenzaron las críticas contra Mich y él no encontraba respuestas. ¿Y cómo las iba a encontrar? No existe precedente en la historia humana, ¿Cómo le iban a exigir soluciones que fueran más allá de lo humanamente posible? Claro, nadie tampoco quiso renunciar a las garantías del poderoso ser, era mucho riesgo. Sólo se nos ocurrió pedir un último favor. Pedimos por nuestras vidas un tiempo prudente para desarrollar defensas suficientes para el encuentro. Sorpresivamente nos lo concedió y desde entonces, iniciamos los más duros entrenamientos militares por años, sólo así tal vez sobreviviríamos.
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Toxicidad
Science FictionLuana son los restos de toda la humanidad tras la peor de las crisis. Los errores de los humanos serán pagados. Un místico ser poderoso concede la vida y la muerte. Como único juez, ha impuesto el Infierno, centro de batallas y tratos. Nev Muller es...