Educando a la futura princesa (Re-subiendo)

CAPITULO 33: "Sin un gatito"

El martes oficialmente me iría al campamento de princesas, súper intensivo y urgente. Les había mencionado a las chicas algo al respecto, que iría a un campamento y demás cosas que resultarían en la cuartada, se supone que voy por parte del instituto.

Como un intercambio, pero sin intercambio... No fue la mejor explicación pero eso desvió el tema y evitó muchas preguntas.

Karla y Gray sabían la verdad y prometí mantenerme en contacto para contarles sobre todo lo que pasara.

Uno interesado en mi bienestar, la otra en el chisme.

Las cosas con Sora y Fonn se volvieron un poco incomodas, sobre todo con la última, quien no pudo ocultar su ligera felicidad porque yo me fuera por dos meses a quien sabe dónde.

Sora intentaba un terreno más neutral, pero de alguna forma se sentía como si igual estuviera en mi contra, esperaba que al regresar pudiéramos solucionar todo.

Tomaría una posición mejor.

Era innegable que me casaría con Dylan, que tendría que dar la cara a todo el país que supieran quien era y lo que hacía. Debía dejar de tenerle miedo al enfrentamiento sobre mis decisiones de vida. Tenía dos meses para arreglar esa parte de mi personalidad, y seguramente otras más que no me ayudarían como princesa.

Tempest era una ciudad cercana con un hermoso paisaje lleno de árboles y lagos, era un lugar con gran atractivo turístico. Ahí se encontraba la casa de campo de la familia real, que es adonde se supone que iría.

¡Dios! Era ridículo solo pensar, ¿Yo? ¿Una princesa? Y después por su puesto, una reina

― Estarás bien Bannett ― Dylan palmeo mi espada con suavidad cuando miraba el interior de la limusina blanca.

Le sonreí.

― Intenta no extrañarme demasiado ― bromeé.

― Eso será facil ― siguió.

La cajuela se cerró con todo el equipaje que Adelina había preparado y el chofer ya estaba listo para irnos, uno de los guardias me sostenía la puerta. Se había vuelto un poco normal para mí todo aquello, pero aún se sentía extraño. Poco natural.

Dylan y no nos mirábamos sin saber que más decir.

No sabía cuál sería el protocolo después de lo que había pasado últimamente, asi que tomé el valor de besar su mejilla, y no me pasó desapercibido que elegí besar uno de sus lunares, el cercano a su mandíbula.

― Supongo que es hora de irme ― dije intentando alejar mis vista de sus ojos.

― Claro ― respondió alejándose un paso.

Entré en el auto y el guardia cerró la puerta y se alejó.

― Nos vemos ― le dije antes de que el auto comenzara a andar.

OLIVER ILLEANO

En la mesa con todos sentado en la cafetería, se sentía un poco incomoda la atmosfera que se creaba con las chicas de la clase B.

Fonn y Sora, las amigas de Bastet, no parecían ya tan cercanas a esta. De hecho, la rubia a veces la atacaba de una forma pasiva agresiva. Nos incomodábamos y nadie sabía por qué.

Aunque Juan parecía ignorar todo aquello, y eso hacía que él pudiera quitarle un poco de pesadez a la atmosfera.

― Lamento lo de la cafetería ― Bastet sonrió incomoda ― Lo resolveré, lo prometo.

Nos habíamos encontrado en el pasillo cuando íbamos a EF, Mikaru me había pedido ir a la cafetería por una bebida energizarte, y la marca que quería no estaba en las máquinas expendedoras.