CAPITULO 23: "Zeth y apuestas"

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La junta del consejo no fue tan mala, fue aburrida y abrumadora, pero por lo menos conseguí el apoyo que buscaba para disminuir el costo final. Se sintió muy diferente a una junta de normal, esta vez Dylan me apoyó, normalmente él se quedaría callado como un idiota sentado en su puesto de poder esperando que los demás elijan, personas que no tienen la mínima idea de cómo funciona el mundo afuera de sus paredes de oro.

― Eso es todo entonces ― mencionó el rubio sonriendo, pasó su mano por sus cabellos despeinándolos un poco ― Espero que todos les vaya bien en sus exámenes y se diviertan en el evento.

― A usted le ira bien como siempre príncipe ― la chica de la clase cinco A adulaba a Dylan como siempre, Christina era un lame botas certificada ― Nadie lo duda.

― Y aún tenemos esperanzas de que a ti te vaya mal ― dije levantándome de mi asiento ― sería una lástima que fueras la próxima presidenta de consejo, no quiero eso para los pequeños.

Ella me miró con desgana, fastidiada como siempre por mis comentarios.

Los estudiantes de las clases A, es muy bien sabido, que solo respetan a otros estudiantes de la clase de años superiores.

Asi que Christina simplemente me odiaba tanto o más como yo amaba molestarla.

― Porque no vas a pedir limosnas a la calle, becada ― respondió con dureza y con el mentón levantado ― ¿Te crees demasiado solo porque el príncipe te apoyó esta vez?

― El príncipe del que hablas sigue aquí ― Dylan nos miraba con una ceja alzada.

―― Tengo cosas que hacer, Christina, asi que nos vemos en la siguiente reunión.

Sonreí y me dirigí fuera de la sala.

― Probablemente te ve como una amenaza ― me dijo Daniel caminando a mi lado, sus ojos oscuros miraban al frente con una sonrisa amplia.

― No sé de qué hablas.

― Los demás te escuchan, después de "nuestro príncipe" ― esto lo soltó rodando los ojos ― Si al final del último semestre tú dices algo sobre que ella no es la mejor opción para presidenta, no la elegirán.

― Dylan tiene más influencia que yo, como presidente es quien recomienda a su sucesor.

― ¿Crees que él lo hará de verdad? ― rió ― ese chico nunca da su opinión sobre nada, lo de hoy fue una sorpresa.

― Una buena sorpresa ― admití con una sonrisa.

― Lo cual me lleva a una interesante teoría ― me dijo pasando su brazo por mis hombros, era pesado gracias a su cuerpo músculos, pero no me quejé y lo cargue con dignidad.

― ¿Si? ¿Y por qué no me cuentas?

Se encogió de hombros.

― No sería divertido, tendrás que descubrirlo sola Bastet.

― Estas diciendo locuras.

― Sin lugar a dudas, ahora, ― me soltó ― tengo que irme, Oscar consiguió que su padre le prestara su nuevo auto e iremos quemar llantas.

Reí por su expresión.

― ¿Seguro que se lo prestó?

― Prestar, tomar sin que él lo sepa, es lo mismo.

― No lo creo.

― Nos vemos Bastet.

Me despedí de el con una sonrisa, y me dirigía a la oficina de la profesora Cameron.

Educando a la futura princesa  (Re-subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora