CAPITULO 47: "El viaje"

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Dicen que el destino es lo más poderoso que existe, que es el que decide cómo y cuando suceden las cosas; pero no lo solo puede unir a dos personas, sino también puede separarlas.

― ¿Qué te gustaría hacer en las vacaciones de invierno?

La universidad era un lugar fascinante y no podía evitar sentirme en Hogwarts cada vez que asistía, como si fuera capaz de lanzar un alohomora para abrir alguna puerta... Por supuesto, por más veces que lo intenté, nunca sucedió, probablemente porque lo hacía sin varita.

Aun si todo era mágico, tampoco podía evitar pensar en lo mismo siempre, mis amigos en Soleil, a quienes desde luego les prohibí hablar de Dylan conmigo desde que me fueron a dejar al aeropuerto hace dos años.

Hablaba de vez en cuando con Sora y Fonn, todos estábamos ocupados con nuestras universidades asi que era difícil coincidir. Karla era la más dispuesta a encontrar una hora para hablar, parecía tener mucho que decir siempre.

― Pensé que volverías a Soleil para este invierno.

― No ― sonrió ― No sería muy educado de mi parte dejarte sola en estas fiestas.

― Dijiste lo mismo el año pasado Gray, está bien si vuelves, estaré bien.

― Lo sé ― murmuró alargando las vocales ― pero es navidad, tu cumpleaños, año nuevo... estas fiestas no se pasan solo.

― Exageras, tendrás que volver con tus padres tarde o temprano...

― Yo podría pagarte el boleto de avión, podríamos ir juntos.

― Ya hablamos de eso.

― Tambien sé eso.

Lo volteé a ver con una ceja alzada y una sonrisa.

― No serás Harry Potter Kitty, por más que lo quieras... y aun si lo eres, yo seré tu Wesley, y si no quieres venir con mi familia para navidad, me quedaré contigo.

― Tu cabello es muy negro para ser un Wesley.

― Y el tuyo muy rubio para ser un Potter.

― Atabraquium ― dije señalándolo con miedo, como si se tratara de mi varita.

― Lo siento Kitty, no soy tan fan como para saber de memoria los encantamientos.

Le sonreí con arrogancia exagerada.

― ¿Celebraremos una fiesta tradicional de navidad? ― pregunto siguiendo el camino que tomábamos hacia la cafetería que estaba de camino al departamento ― y compremos un pastel tambien y eso gorritos de colores...

― ¿Cómo por qué?

― Deberíamos comprar la comida ya hecha, ya sabes, para evitar algún envenenamiento como el del año pasado ― Reí por su comentario ― Debes admitir que es una buena anécdota que contar.

― Cierra el pico ― le dije empujándolo amistosamente.

El fin de semestre fue tan agotador, que casi hubiera deseado abandonar la vida de estudiante y ser un stripper, pero con nuestro estilo de vida, solo podíamos seducir necrófilos ya que básicamente, Gray y yo estábamos más muertos que vivos. Los finales le hacían eso a los estudiantes.

No quería imaginar cómo sería la vida después, como trabajador mal pagado.

Nos alimentábamos mal porque ninguno de los dos hacía tiempo y cuando intentábamos hacer algo terminábamos arruinándolo por una cosa o la otra.

― O podría ahogarme con uno de tus muebles a escala...

― Esa tambien será una buena historia que contar.

Educando a la futura princesa  (Re-subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora